martes, 3 de julio de 2012

Una fiscalía de San Nicolás halló 12 kilos de cocaína en un búnker de Rosario

Fue en barrio Las Flores y presumen que allí compraban vendedores del norte bonaerense. La acción causó un desbande pero no hubo detenidos. Las autoridades locales se enteraron después.
La Capital | 
Una fiscalía de San Nicolás desbarató un búnker de drogas del barrio Las Flores en el que se hallaron 12 kilos de cocaína fraccionados para la venta. El operativo, del que participaron sólo efectivos de la policía bonaerense, se realizó en el marco de una investigación que llegó hasta el sitio donde se presumía que varios vendedores de estupefacientes del norte de la provincia vecina compraban al por mayor, a pocas cuadras de la subcomisaría 20ª. Fuentes allegadas al caso deslizaron que en el lugar allanado se vendía hasta 120 mil pesos diarios en un quiosco que describieron como "una fortaleza de una sola pieza, de muy difícil acceso" y remarcaron que en la zona podía verse a personas que actuarían como vigiladores —algunos armados— y presuntos compradores que se acercaban al lugar en auto. La irrupción policial provocó un desbande pero al cierre de esta edición no se habían reportado detenidos.
El operativo realizado el sábado a la tarde en una villa del barrio Las Flores se inscribió en una investigación iniciada en marzo pasado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 1 de San Nicolás, también conocida como fiscalía temática de drogas. La repartición comandada por la fiscal Verónica Marcantonio pidió una orden de allanamiento a un juez nicoleño que luego solicitó un exhorto al juez federal rosarino que se encontraba de turno en ese momento.
Así, los funcionarios judiciales nicoleños pudieron ingresar a la provincia de Santa Fe junto con efectivos del Grupo Halcón y de la Superintendencia de Investigación de Drogas Ilícitas de la policía bonaerense, quienes arribaron al búnker escondidos en un camión volcador de la Municipalidad de Ramallo. No obstante, las autoridades de seguridad santafesinas no supieron acerca del operativo hasta después de ocurrido (ver aparte).
En Ramallo. Fuentes de la investigación revelaron que si bien había ciertas presunciones acerca de que los vendedores de droga de San Nicolás y otras localidades del norte bonaerense compraban "en la villa del Casino de Rosario", esos datos terminaron de perfilarse el viernes último, cuando se realizaron un par de allanamientos en la ciudad de Ramallo.
De esos operativos, indicó el vocero consultado, se estableció que había un proveedor mayorista en el barrio Las Flores que abastecía a los vendedores de la zona. Eso originó el allanamiento del sábado.
En Rosario. El procedimiento se terminó de preparar en una estación de servicio en inmediaciones del acceso a la ciudad por bulevar Oroño. Allí, veinte efectivos del grupo de operaciones especiales Halcón subieron a un camión volcador que prestó el municipio de Ramallo para que pudieran entrar en la barriada.
"Había que disimular el ingreso porque, además de ser una zona bastante pesada, a unas cuatro cuadras del búnker ya se veía gente que vigilaba y avisaba lo que podía pasar. Por lo tanto, se decidió que ingresara primero el personal policial y luego los funcionarios judiciales", reveló el vocero consultado.
Los efectivos ingresaron al barrio por calle Khantuta y se dirigieron al sur hasta inmediaciones de Caña de Ambar al 1500, donde estaba ubicado el búnker. Según un portavoz judicial, no se trataba de una vivienda adaptada sino de una construcción que parecía ser "bastante reciente, de muy difícil acceso: una fortaleza de una sola habitación".
"Al frente había, detrás de una reja, una persiana de chapa con dos agujeritos a través de los cuales sólo pasaba dinero y droga. También había una entrada de acceso detrás de una triple puerta de reja, con pasadores de hierro de 13 pulgadas. En la parte trasera, una puerta hacía las veces de vía de escape hacia ranchos vecinos", comentó.
Adentro no había mucho más que un escritorio detrás de una ventana. Y nada menos que 12 kilos de cocaína fraccionada para su venta.
Mayoristas. Según las fuentes consultadas, la droga estaba dispuesta en más de una veintena de bolsas de nailon rotuladas para saber cuánto había en cada una. En promedio, cada bolsa contenía unas cien bochas envueltas en plástico y atadas con precintos rojos. "Si bien faltan las pruebas de cromatógrafo y otras pericias, a primera vista el envoltorio de la droga coincide con el de lo incautado en Ramallo", señaló un vocero allegado al caso.
Asimismo, entre los elementos secuestrados en el búnker de Las Flores se hallaron anotaciones que daban cuenta del movimiento comercial del quiosco de drogas, que podría ascender a 120 mil pesos diarios. En principio, las cifras darían cuenta de que el módico precio mayorista al cual se estaba comercializando la cocaína sería un indicador de la ausencia de intermediarios.
Sin informar al gobierno local
Las autoridades provinciales no fueron advertidas de la acción ordenada por la fiscal de San Nicolás. Supieron del operativo que derivó en el decomiso de 12 kilos de cocaína el domingo por la mañana. El procedimiento se concretó el sábado.
“No me parece correcto, más allá de los formalismos legales, que una acción ordenada por una autoridad judicial de otra provincia no sea comunicada a la autoridad política del territorio en el que se interviene”, dijo ayer Raúl Lamberto, como único comentario al respecto.
En sentido estricto la fiscal de San Nicolás solicitó permiso a un juez federal de Rosario para la acción. Lo que piensan en el ministerio de Seguridad provincial es que si ese operativo policial hubiera acarreado una violencia con saldo de heridos en barrio Las Flores la consecuencia de esa acción habría sido absorbida por la provincia de Santa Fe, que precisamente por no haber sido informada se vio incapacitada de tomar recaudos excepcionales para resguardo de los vecinos de la zona.
En rigor los impulsores del operativo prefirieron hacerlo sin que la policía santafesina se enterara.

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