Las entidades que alquilan cajas de seguridad ganan $1500 millones por año por prestar ese servicio. Y, ante la fuerte demanda del último tiempo, ya enviaron cartas a sus clientes anunciando el aumento de 25% en sus comisiones, señala el diario El Cronista.
Por su parte, en el microcentro, tener un cofre puede costar hasta 40% más que en cualquier otra zona de la ciudad de Buenos Aires.
Esto se debe a que se realizan varias escrituras en ese barrio porteño y los involucrados priorizan la seguridad. “Y la seguridad se paga”, señala el gerente de una entidad.
Además, agrega: “Antes las comisiones las aumentábamos anualmente. Luego pasamos a hacerlo cada seis meses, y ahora trimestralmente, ya que en octubre seguramente habrá otro retoque en los precios”.
El costo de una caja de seguridad pequeña pasará a partir de hoy de $900 a $1.125 semestrales para quienes sean clientes de la entidad que prestará el servicio.
Sin embargo, para aquellos que no lo sean, además, será un requisito tener una caja de ahorro donde quieran tener su caja de seguridad, lo que tiene un costo de $25 mensuales.
El pago para tener una caja de seguridad debe realizarse por adelantado, con lo que los clientes deberán depositar inicialmente los $1.125 del costo de alquiler más $150 en concepto de mantenimiento de la misma.
Dada la fuerte demanda del momento, muchos bancos están ofreciendo paquetes que incluyen una cuenta corriente, con un costo de $100 mensuales, y una tarjeta de crédito, cuyo costo de renovación anual se ubica entre los $800 y $1.000, más el costo del resumen mensual.
“También ofrecen descubierto en cuenta corriente, de modo de poder comisionar por todo y, de este modo, hacer un buen número comisionable”, comenta un analista del sector.
Las entidades se adaptan rápido a la creciente demanda de los clientes y han comenzado a instalar cajas de seguridad móviles, que se asemejan a carritos. Su costo de instalación por unidad es de aproximadamente $10.000. Se trata de unos “muebles con ruedas” que son igual de seguras que las tradicionales.
Las casas de cambio, que podrían empezar a ofrecer el servicio de cajas de seguridad, podrían ser las entidades que cuenten con esta nueva modalidad de cofre.
Estas entidades están estudiando ampliar su negocio, en el marco de la fuerte demanda e impulsadas por la imposibilidad de realizar operaciones cambiarias.
También estudian la posibilidad de otorgar préstamos pequeños, prestar servicios de pagos de facturas y llevar a cabo operaciones de comercio exterior.
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