lunes, 2 de julio de 2012

La India se afirma como destino para alquilar "vientres baratos"

Ante la falta de leyes, algunos argentinos optan por el país asiático, que cuesta hasta la mitad del clásico, Estados Unidos. Las opciones.

 

La India se afirma como destino para alquilar "vientres baratos" Alejandro y Carlos. Conocieron el Taj Mahal de vacaciones, y hoy están en India esperando su hijo.
Mientras que la Argentina continúa sin ley de subrogación de vientre, los argentinos buscan nuevos destinos para concretar el deseo de ser padres. Esta semana se hizo público el caso de una abogada santafesina, Elsa Saint Girons, casada con un español, que recurrió a esta técnica en una clínica de Nueva Delhi y tiene problemas legales para salir de la India.
Si bien EE.UU. cuenta con centros de fertilización en distintos estados, es el país asiático el que armó una verdadera industria que genera más de 350 millones de euros al año con los tratamientos realizados principalmente a parejas europeas. En la actualidad son varias las parejas argentinas que planean contratar el servicio, además de Elsa y su esposo.
Una pareja que pronto recibirá así a su bebé –Uma o Tobías– es la de Alejandro Grinblat y Carlos Dermgerd. Hace más de diez años que están juntos, se casaron en octubre del año pasado y luego de varios meses de averiguaciones alquilaron un vientre para agrandar la familia. A diferencia de Elsa, se aseguraron de que la Argentina reconozca al bebé como hijo de ambos.
“Más allá de que hacer los trámites en la India es más económico, es más organizado y se sabe cuánto se gastará, existe un plan de turismo médico, por lo que todo está aclarado en contratos para brindar contención tanto a la mujer que alquila su vientre como para nosotros como padres”, detalla.
Alejandro tiene 36 años y trabaja en una empresa de entretenimientos para celulares. Carlos tiene 40 y es gerente en un laboratorio. Conocieron Nueva Delhi de vacaciones y volvieron para ver las clínicas; eligieron una en Nueva Delhi, firmaron el contrato y dejaron muestras de semen. “No dudaríamos en repetir el contrato para darle un hermanito en un par de años”, finalizó Alejandro, que asesora a posibles parejas que quieran subrogar.

Método.
El alquiler de vientre se realiza por un contrato entre las partes que se firma ante un escribano y obliga a la madre subrogante a cuidar su salud, realizarse los controles médicos recomendados y no reclamar el bebé una vez nacido. Si está casada, el esposo también se compromete a cumplir el acuerdo.
El proceso de subrogación, que incluye la búsqueda de la candidata adecuada para llevar adelante el embarazo, la obtención de los óvulos y los espermatozoides para la fecundación in vitro, la transferencia del embrión, el seguimiento prenatal, el parto y el registro del bebé, oscila entre los US$ 20 mil y los US$ 40 mil. He ahí una buena diferencia: en EE.UU. los valores ascienden a entre US$ 70 mil y US$ 130 mil.
PERFIL consultó con distintas clínicas de fertilización. Autoridades de Indian Society For Assisted Reproduction explicaron que reciben entre 100 y 150 pacientes internacionales por año. Entre los Sudamericanos, los argentinos son los que más consultan. “Se firma un contrato que valida que la subrogación es legal y válida en el país, lo que hace confirmar que el bebé tendrá pasaporte válido y garantizada la ciudadanía”, señaló Arati Shah, obstetra y ginecólogo de la clínica Nova Ivi Fertility, con asiento en Gujarat, que aún no ha tratado pacientes de Sudamérica pero sí de EE.UU., Australia, España y Gran Bretaña.
En tanto, Shobha Gupta, que atiende en varias instituciones, mencionó que la tasa del embarazo es de 80% . “Muchos de nuestros clientes son de Europa y EE.UU. Tenemos entre 15 y 20 subrogaciones y unas setenta donantes. Nuestro paquete sale US$ 20 mil hasta el parto, e incluye la técnica de inseminación, los nueve meses, la tasa legal y el parto común. Cobramos al principio US$ 6 mil para la preparación y el tratamiento y cuando el embarazo es positivo y hay actividad cardíaca del feto cobramos el resto en dos cuotas”. Además la clínica Pitam Pura asegura que el programa de alquiler de vientres es tan organizado que se hacen cargo de todo, incluyendo las formalidades legales hasta el visado de salida del bebé.

Repercusión.
El caso de Elsa aún está inconcluso: no pueden salir del país con la beba ya que las leyes argentinas, españolas e indias no permitieron anotarla. El Estado indio no reconoce a la nena por ser hija de extranjeros; España, donde reside la pareja, se niega a anotar a Cayetana ya que argumenta que existe una madre biológica que no es Elsa.
La embajada argentina no puede inscribirla porque no reside en el país. “Estamos desesperados, necesitamos que alguien nos escuche para poder darle una identidad a nuestra hija. Estamos varados y necesitamos volver”.

Cómo elegir bien el país
Las diferencias entre la subrogación en los Estados Unidos con la India van más allá del monto.
En la India, la portadora del embarazo vive durante la gestación en una casa suministrada por la clínica y no puede mantener contacto físico con la pareja que la contrate. Si la mujer es casada, su esposo deberá firmar un contrato donde asume desvincularse de todo reclamo y responsabilidad del niño.
A la mujer subrogante se le paga entre US$ 5 mil y US$ 6 mil y el procedimiento tiene un costo total de unos US$ 100 mil, menos de la mitad de lo cuesta en Norteamérica.
A los nacidos allí se les entrega pasaporte local y son registrados como hijos de la pareja que inicia el tratamiento.
En la India no se le da nacionalidad a la criatura por lo que es necesario el asesoramiento legal previo para evitar inconvenientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario