EN RECONQUISTA: Un movilero debió ser el partero de su esposa
Pedro Arriola trabaja en
Radio Municipal. Cuando llevaba a su pareja a tener familia, su Renault
12 se descompuso. Urgido por la situación, debió atender el parto de su
esposa en la vía pública.
Todos coinciden. Si le pasaba a alguien, seguro era a “Pedrito”. Es que
este movilero de 30 años que todas las mañanas informa desde el móvil
para los programas centrales de Radio Municipal es un personaje en sí
mismo. Canta, recita, imita y alegra cada fiesta, despedida o agasajo a
la prensa, o en sus shows, siempre lleno de anécdotas personales
imposibles y con un repertorio guiado por su máximo ídolo: Mario Boffil.
El fin de semana debió extremar sus talentos, pero no ya de artista
musical y carismático decidor, sino de ¡partero! En los primeros minutos
de la mañana del domingo, Pedro Arriola y su esposa Vanesa vivieron una
experiencia inesperada, única.
En su casa, apenas comenzaba
la fría mañana del descanso dominical, su mujer le comunicó que los
dolores de parto eran cada más intensos y que era imperioso que la
trasladara a un centro médico, ya el parto parecía inminente.
Rápido de reflejos, sabiendo que Vanesa estaba en fecha, puso en marcha
su Renault 12, ayudó a subir a la embarazada y partió raudo hacia el
Sanatorio Norte de la vecina ciudad de Avellaneda.
Para
acortar distancias, tomó por el “camino viejo”, una conexión paralela a
la Ruta Nacional 11 con menos tránsito. A medio camino, su vehículo se
detuvo por inconvenientes mecánicos, al mismo tiempo que los dolores en
el vientre de su esposa habían aumentado exponencialmente.
“Pedrito” supo enseguida que sería el partero de su propio hijo. Colocó a
su compañera en posición dentro del auto e hizo las veces de partero,
logrando que su hijo naciera dentro del automóvil.
“Me acordé
de un folleto que alguna vez leí sobre el nacimiento de un bebé y actué
de inmediato. En un momento vi que el bebé estaba saliendo y me dispuse
a ‘trabajar’ para que no haya problemas”, dijo a sus compañeros de
emisora, con su habitual elocuencia.
“Quiero agradecer al
joven Lucas Cabrera que paró en camino Héroes de Malvinas donde tuve que
estacionar porque gracias a él pude llamar al 107 y hacer que la
ambulancia acudiera al lugar porque yo me había olvidado mi celular.
Cuando llegaron ellos, mi hijito ya había nacido”, relató el periodista.
Por celular
El parto fue, si es que vale término, “normal” porque no presentó
complicaciones. Al igual que pasa en las películas cuando un avión
pierde el piloto y algún pasajero debe hacerse cargo de aterrizarlo,
Pedro Arriola fue guiado por celular por profesionales del servicio de
emergencias 107.
“Nació con dos vueltas del cordón umbilical
en el cuello pero la gente del 107 me dijo que me calme y que haga como
cuando te aflojás el nudo de la corbata, que coloque los dedos y afloje
un poquito la presión y nada más. Después en el sanatorio le sacaron el
cordón”, sostuvo aliviado.
Una vez trasladada al centro de
salud, tras superar los momentos de tensión y feliz por la nueva vida,
su cónyuge Vanesa enfatizó que “aún no lo puedo creer, pero gracias a
Dios todo está muy bien”.
Sin poder disimular su emoción, el
“padre coraje” adelantó que “se va a llamar Pedro como yo, es el nombre
que eligió la mamá y es mi tercer hijo, ya tenemos dos nenas”.
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