El secretario de Ingresos
Públicos de Santa Fe, Sergio Beccari, defendió la potestad del gobierno
que se enmarca en la ley impositiva vigente. “No es posible que los
contribuyentes que tributan más de 30 millones al año paguen la misma
alícuota general que quienes facturan 1.000 pesos al año”, enfatizó el
funcionario provincial.
El secretario de Ingresos Públicos de la provincia,Sergio
Beccari, aseguró hoy que “el incremento en la alícuota general
deingresos brutos para contribuyentes cuyos ingresos anuales superen los
30millones de pesos está dentro de las facultades del Poder
Ejecutivo”.
En respuesta a los cuestionamientos sobre laconstitucionalidad del
decreto Nº 200, firmado recientemente por el gobernadorAntonio Bonfatti
para categorizar a los grandes contribuyentes, el funcionarioexplicó que
se trata de una normativa preexistente (1994), que ya fue utilizadaen
otras oportunidades y que se enmarca en el artículo 6 de la ley
impositiva,“que hizo hincapié específicamente en la delegación de
facultades al PoderEjecutivo”.
“La necesidad de categorizar a los grandes contribuyentesse
sustenta en la búsqueda de dotar de equidad al régimen tributario”,
explicóBeccari. “No es posible que los contribuyentes que tributan más
de 30 millonesal año paguen la misma alícuota general que quienes
facturan 1.000 pesos alaño”, enfatizó.
En cuanto a su aplicación, “nunca se cuestionó lapotestad de esta
delegación, ni siquiera en el año 2009 cuando en la Legislatura se
rechazónuestra propuesta de Reforma Tributaria”, agregó Beccari.
“La alícuota general básica en la provincia de Santa Fe,desde 1994
(desde hace 18 años) es del 3,5%, no del 3 por ciento como se hadicho, y
así lo establece la norma legal que nos rige tributariamente”,
precisóBeccari.
En tanto, “la aplicación de esta norma establece quepuede
utilizarse un incremento (y hasta una disminución) de hasta el 20
porciento. En ningún lado se limita el ejercicio fiscal por única vez.
Entonces,si aumentamos un 20 por ciento la alícuota del 3,5, nos da un
4,2 por ciento”,indicó el funcionario.
En este sentido, “lo único que hace el decreto esmodificar la
alícuota general básica, es decir, que no avanza sobre otracuestión”,
aseguró Beccari.
UNA POLÍTICATRIBUTARIA DE LOS 90
Por otro lado, Beccari mencionó un informe del InstitutoArgentino
de Análisis Fiscal publicado días atrás, en donde se analiza lapresión
fiscal de las provincias argentinas. “Santa Fe, uno de los
principalesdistritos del país, no aparece entre las mismas”, agrega.
“Esto no quiere decir que debamos imitar a aquellasprovincias, pero
si debemos replantearnos por qué una de las provincias másimportantes
del país continúa con una política tributaria generada con
elneoliberalismo de los años 90”, enfatizó.
”Por eso destacamos la necesidad de armonizar lascuestiones
tributarias con provincias que tienen las mismas o
similarescaracterísticas que Santa Fe, como Córdoba, Buenos Aires y
CABA”, explicaBeccari.
“Esto es fundamental, porque un contribuyente que vendeen Santa Fe y
es de Buenos Aires paga el 3,5 por ciento; y uno de Santa Fe queva a
vender a la provincia de Buenos Aires paga el 4,5 por ciento del
mismoimpuesto”, indicó a modo de ejemplo.
Además, “en ninguna otra provincia del país, loscontribuyentes
tienen la posibilidad, como sí ocurre en Santa Fe, de deducirhasta un 10
por ciento del impuesto a los ingresos brutos a cuenta del
DREImunicipal, con lo cual la alícuota del 4,2 por ciento fijada por
decreto pasa arepresentar el 3,78 por ciento; lo que tampoco llega a
municipios y comunas”.
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