sábado, 25 de febrero de 2012

Buscan en Tucumán a una esperancina desaparecida

Las hermanas de Marcela Chiaro viajaron desde Esperanza, preocupadas por lo que pudo haberle ocurrido.

 

Los vecinos escracharon con pintadas la vivienda en la que residía la pareja.- Foto:Gentileza La Gazeta de Tucumán




Una denuncia por “abandono de hogar” realizada el lunes 13 de febrero pasado fue el puntapié inicial para emprender una investigación por la desaparición de la esperancina Marcela Chiaro, que residía en la ciudad de Tucumán, junto a su esposo Luis Corral y su hija.

Según el diario La Gazeta, el marido contó la situación recién el 18 de febrero a la familia de la mujer, que está radicada en Esperanza, pero que inmediatamente viajaron a Tucumán para averiguar de qué se trataba.

Rosana y Jaquelina Chiaro comenzaron a indagar a vecinos y amigos de Marcela. Les resultaba extraño que su hermana haya dejado a la niña, ya que son inseparables.

A casi dos semanas de la desaparición, los vecinos de Villa Amalia, donde está ubicada la veterinaria que tiene el marido de Chiaro, reaccionaron con bronca hacia el hombre, y ayer el negocio amaneció con pintadas en la pared. “Hacé aparecer a Marcela, asesino”, escribieron indignados. Hoy se realizarían nuevas pericias en las dos casas y se realizará la inspección en la camioneta de Luis Corral.

Esta mañana, continuaba la búsqueda de la mujer, pero los investigadores ya habían tomado cartas en el asunto y pusieron bajo arresto al marido de la mujer y de Paola Correa, una ex empleada, que sería la amante de Corral.

Sangre humana

El jueves, la Policía realizó allanamientos en la vivienda de Inca Garcilazo 311, donde funciona la veterinaria. En ese lugar, la Policía Científica tomó muestras de sangre que había en el domicilio y en el quirófano del local. Las pericias habrían determinado que se trataría de sangre animal.

Pero además, los investigadores, de la división Seguridad Personal, y de la Dirección General de Investigaciones, allanaron un departamento ubicado en avenida Alem al 1.200, donde reside Paola Correa con su beba de dos meses.

Con un artefacto conocido como luminol, los peritos descubrieron manchas de sangre en una de las paredes, y un cuchillo tirado en el piso, que también tenía restos de sangre.

El informe preliminar que ayer habría llegado al fiscal Guillermo Herrera indica que se trataría de sangre humana, de acuerdo a lo indicado por fuentes policiales. Ante ello, el fiscal dispuso la detención de Correa y de Corral.

Según informó la fuente consultada, los detenidos tendrían una relación amorosa, y el veterinario sería el padre de la beba. Además, trascendió que el alquiler del departamento de Correa, ex empleada de la veterinaria, era abonado por el hombre.

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