Germán Lerche habló sobre la
derrota ante All Boys. “No se puede ser tan timorato y tener una actitud
tan pasiva, si se corrió se corrió muy mal”, opinó con enojo el
Presidente de Colón.
La derrota de Colón frente a All Boys, la salida de Mario
Sciacqua y la asunción de Roberto Sensini en cuestión de horas dejaron
mucha tela para cortar sobre todo porque la renuncia de Sciacqua dejó
algunos puntos por esclarecer que el presidente sabalero Germán Lerche
se encargó de despejar en el programa Un Buen Momento que se emite por
Radio La Red de Buenos Aires.
En el inicio de la charla se le consultó si Batistuta había recomendado a Sensini para que se haga cargo del plantel “Con Bati vivimos charlando de estas cosas, lo fuimos definiendo entre los dos y se llegó a un acuerdo rápido. Yo creo que tiene que ver con la solidez institucional y deportiva que tiene el club. Primero porque el técnico que se fue (Sciacqua) seguirá vinculado al club y que como un hecho inédito se lo despidió en una conferencia de prensa en la que estaba el secretario técnico Gabriel Batistuta. Normalmente los que se van se retiran con la cabeza gacha entre bambalinas y esto no es así. Y en forma inmediata resolvimos la incorporación de Sensini, con lo cual en una institución sólida a nivel institucional y deportiva un cambio de técnico no tiene que trastocar tanto las estructuras. Y eso es lo que intentamos generar con Gabriel y en definitiva lo conseguimos con la llegada de Sensini”, explicó.
—En su momento el presidente de Lanús Nicolás Russo manifestó que le daba vergüenza caminar por las calles luego de la derrota que sufrió ante Barracas Central y algunos piensan que el plantel de Colón necesita una declaración más o menos parecida del presidente...
—O decisiones como las que tomamos, tenemos distintos estilos y formas, a mí me parece que determinadas cuestiones con el respeto que le tengo a Nicolás (Russo) porque además se trata de un amigo a algunas cosas las expreso dentro del vestuario que es el lugar en donde hay que hacerlas. A veces lo hago grupalmente y en otras de manera individual, lo cierto es que el escenario es distinto porque Colón está dentro de la Copa Argentina y terminamos una buena campaña en el lote de los segundos y con 31 puntos y con un técnico de la casa. Y seguramente más allá de opiniones públicas hagan falta este tipo de cimbronazos que calan bastante fuerte en el plantel sobre todo para con un técnico que tenía un fuerte apego con los jugadores.
—¿De quién fue la decisión de que Sciacqua deje el cargo?
—Fue una decisión compartida más motivada por él (Sciacqua) y que tiene que ver con estas cuestiones que lamentablemente suceden en el fútbol. Se vive con una presión enorme que se comprende cada vez menos, se pierde un partido y te llegan amenazas.
—¿A usted le pasó lo de recibir amenazas?
—Yo tengo la espalda curtida como todos los dirigentes, hasta que no regulen que los chip de los celulares tienen que tener número de documento estamos todos sujetos a eso, yo vivo recibiendo pero no le doy ni autoría ni importancia.
—A estos jugadores parece que no los motiva nada el otro día el partido con All Boys...
—(Interrumpe) Yo me agarré una bronca bárbara, porque vos podés perder partidos, lo que no podés es ser tan timorato. Se puede jugar mal un partido y no te pueden salir las jugadas que entrenaste durante la semana, pero vos no podés tener una actitud pasiva de no querer ganar el partido. Entonces uno trata de provocar algunos golpes a través de decisiones políticas.
—Con All Boys se vio una tibieza tremenda...
—Sí tremenda y que preocupa.
—Usted dijo que por lo menos hay que correr, transpirar, meter dejar la piel y eso Colón no lo hizo en el último partido...
—Si se corrió, se corrió muy mal, pero yo siento que no lo hizo, a veces cuando no te salen las cosas tenés que tener la mente como para ganar el partido y sacar fuerzas de donde no tenés. Por eso creo que tomamos la decisión en el momento justo y eso me deja muy tranquilo. Después de All Boy no puede ser lo mismo.
En el inicio de la charla se le consultó si Batistuta había recomendado a Sensini para que se haga cargo del plantel “Con Bati vivimos charlando de estas cosas, lo fuimos definiendo entre los dos y se llegó a un acuerdo rápido. Yo creo que tiene que ver con la solidez institucional y deportiva que tiene el club. Primero porque el técnico que se fue (Sciacqua) seguirá vinculado al club y que como un hecho inédito se lo despidió en una conferencia de prensa en la que estaba el secretario técnico Gabriel Batistuta. Normalmente los que se van se retiran con la cabeza gacha entre bambalinas y esto no es así. Y en forma inmediata resolvimos la incorporación de Sensini, con lo cual en una institución sólida a nivel institucional y deportiva un cambio de técnico no tiene que trastocar tanto las estructuras. Y eso es lo que intentamos generar con Gabriel y en definitiva lo conseguimos con la llegada de Sensini”, explicó.
—En su momento el presidente de Lanús Nicolás Russo manifestó que le daba vergüenza caminar por las calles luego de la derrota que sufrió ante Barracas Central y algunos piensan que el plantel de Colón necesita una declaración más o menos parecida del presidente...
—O decisiones como las que tomamos, tenemos distintos estilos y formas, a mí me parece que determinadas cuestiones con el respeto que le tengo a Nicolás (Russo) porque además se trata de un amigo a algunas cosas las expreso dentro del vestuario que es el lugar en donde hay que hacerlas. A veces lo hago grupalmente y en otras de manera individual, lo cierto es que el escenario es distinto porque Colón está dentro de la Copa Argentina y terminamos una buena campaña en el lote de los segundos y con 31 puntos y con un técnico de la casa. Y seguramente más allá de opiniones públicas hagan falta este tipo de cimbronazos que calan bastante fuerte en el plantel sobre todo para con un técnico que tenía un fuerte apego con los jugadores.
—¿De quién fue la decisión de que Sciacqua deje el cargo?
—Fue una decisión compartida más motivada por él (Sciacqua) y que tiene que ver con estas cuestiones que lamentablemente suceden en el fútbol. Se vive con una presión enorme que se comprende cada vez menos, se pierde un partido y te llegan amenazas.
—¿A usted le pasó lo de recibir amenazas?
—Yo tengo la espalda curtida como todos los dirigentes, hasta que no regulen que los chip de los celulares tienen que tener número de documento estamos todos sujetos a eso, yo vivo recibiendo pero no le doy ni autoría ni importancia.
—A estos jugadores parece que no los motiva nada el otro día el partido con All Boys...
—(Interrumpe) Yo me agarré una bronca bárbara, porque vos podés perder partidos, lo que no podés es ser tan timorato. Se puede jugar mal un partido y no te pueden salir las jugadas que entrenaste durante la semana, pero vos no podés tener una actitud pasiva de no querer ganar el partido. Entonces uno trata de provocar algunos golpes a través de decisiones políticas.
—Con All Boys se vio una tibieza tremenda...
—Sí tremenda y que preocupa.
—Usted dijo que por lo menos hay que correr, transpirar, meter dejar la piel y eso Colón no lo hizo en el último partido...
—Si se corrió, se corrió muy mal, pero yo siento que no lo hizo, a veces cuando no te salen las cosas tenés que tener la mente como para ganar el partido y sacar fuerzas de donde no tenés. Por eso creo que tomamos la decisión en el momento justo y eso me deja muy tranquilo. Después de All Boy no puede ser lo mismo.
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