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Hacia el oeste de Pasaje Santa Fe y entre Vieytes y Azcuénaga, hay tres barrios: Scarafía, más al sur; Juventud del Norte, hacia el norte y Santo Domingo, llegando hasta la avenida Circunvalación. En los tres sectores, la realidad en cuanto a infraestructura es la misma: zanjas a cielo abierto y sin mantenimiento; calles de tierra o con mejorado pero sin cuidado y solo algunas con asfalto; y pequeños basurales en algunas esquinas que son constantes y permanentes. También se puede destacar como una característica común la falta de instituciones educativas y de espacios verdes, por lo menos en condiciones o que se asimile a una plaza.
La primera parada de Soy de es Scarafía. Un sector relativamente nuevo ya que se separó de Juventud del Norte hace unas dos décadas, durante la gestión municipal de Horario Rosatti. Este sector está delimitado por Pasaje Santa Fe al este y Camino Viejo a Esperanza, al oeste; y Vieytes al sur y Javier de la Rosa, al norte. Está dividido en unas 35 manzanas aproximadamente.
Sergio y Etel Amado hace unos 46 años que viven en el barrio y parados en la vereda, en la esquina de Ignacio Crespo y Luis Guanela (ex Risso), recordaron esos momentos. Muchas familias marcaron y dejaron una huella en el barrio como los Segovia, Ríos, Martínez, Tojillo, solo para nombrar algunas. Pero también eran reconocidos los Canestrari, que tenían una sodería que abastecía a toda la zona norte con sus productos. “Era como una institución en el barrio, todos trabajamos en la sodería. La mayoría se ganó sus primeros pesos en ella”, recordó Etel. También contó que en el barrio vivía una familia de apellido Gómez y su jefe de hogar era policía. “Lo apodaban madre superiora y era muy respetado y requerido en el barrio”, contó la mujer.
Su hermano no pudo dejar de recordar que “tenía 9 años cuando llegamos al barrio y ahora tengo 55” y agregó más adelante: “No había nada, todo era un gran campo que lo llamábamos de los Conti y después se loteó. Había una empresa que estaba delimitada con un gran tapial e íbamos a tomar el colectivo a la avenida y salíamos a cualquier hora con unos yuyos que te tapaban la cabeza y pasábamos contra ese paredón y no pasaba nada; y hoy no se puede salir a ningún lado”.
Por Pasaje Santa Fe pasaba el tren; los más viejos recuerdan que tomaban la S y el tranvía que iba hasta el psiquiátrico. No había luz y el agua era a través de bomba. “Hoy el barrio cambió mucho, mejoró en cuanto a población. La gente es muy buena, no nos podemos quejar de la gente de acá”, agregó Etel.
Tareas que no llegan
El principal reclamo de Scarafía hoy pasa por una limpieza y rectificación de zanjas que “hace unos diez años que no tenemos un buen trabajo, además del corte de yuyos, el desmalezamiento y la limpieza de las vías”, manifestó Etel Amado. A esto le suman los minibasurales que se formaron y por los cuales aún no tienen una respuesta (ver página 6).
Otro tema que integra la lista y no es menos importante tiene que ver con la frecuencia del transporte público de pasajeros. La única línea que presta el servicio es la 1 y los vecinos solicitan más unidades para que el tiempo de espera sea más corto. “Los chicos tienen que caminar más de 20 cuadras hasta la avenida para ir a la escuela. Tenemos el 1, pero con una frecuencia muy distanciada, por eso pedimos que, sobre todo a la mañana, salga más temprano de la parada porque sino a veces no llegan a horario a clases”, dijo Etel Amado.
La inseguridad es un tema que también les preocupa a los vecinos de Scarafía pero no es solo en este barrio sino en toda la ciudad. Dependen de la seccional 10ª de policía ubicada en Zeballos y Lamadrid y “al ser tan grande la jurisdicción, no tenemos patrullajes ni mucho menos un trabajo de prevención; y cuando sucede algo tenemos que llamar al 911 y a veces tampoco llegan o lo hacen tarde y no sirve”, dijo Sergio Amado.
Los primeros pasos
Tanto Etel como Sergio Amado fueron los socios fundadores de la vecinal. Hoy junto a Hernán Culasso y a otro grupo de vecinos forman la agrupación Scarafía Crece. “Cuando asumió la primera comisión directiva en la vecinal el intendente era Horacio Rosatti. En ese momento presentamos un proyecto y se logró el loteo de la zona más al oeste y la dueña de ese lugar donó el terreno donde hoy está la institución, en Alberti 5.501 esquina Ignacio Crespo”, relató más adelante Sergio.
Este fue uno de los avances, pero lo más destacado fue un trabajo de zanjeo que se logró en todo el sector, con los cruces de calle hasta Camino Viejo a Esperanza, y un mejorado en todas ellas. Esto fue aproximadamente en 1999. “Antes estábamos unidos a Juventud del Norte y ellos no nos asistían, entonces hicimos las gestiones para separarnos y luego de dos años de lucha lo conseguimos”, detalló este vecino.
Luego de un arduo trabajo, “después de la inundación de 2003 decidimos dejar por una serie de inconvenientes y ahí asumió otra conducción y desde ese momento no se hizo nada más”, dijo y agregó: “Desde entonces no hubo ni siquiera un mantenimiento de calles o de zanjas. Ahora algunas volvieron a ser de tierra porque se les fue el mejorado. En aquel tiempo, también se logró el asfalto de Chiclana que conecta con Regimiento 12 de Infantería y Ayacucho, que es por donde pasa el colectivo”.
Proyecto en marcha
Hernán Culasso fue el encargado de contar cuáles son algunos de los proyectos que tienen en marcha con el grupo de autoconvocados Scarafía Crece. Uno de ellos tiene que ver con la plaza. “En febrero estuvimos reunidos con el coordinador del distrito Noroeste, Guillermo Quiroga, al cual pertenece el barrio. Él nos contó que tenía dos iniciativas para su zona: una era las veredas sobre Teniente Loza y la segunda es concretar el espacio verde en Scarafía, la plaza Ignacio Rucci. Todo para el primer semestre y aún seguimos esperando”, contó.
El sector está ubicado en Luis Guanella (ex Risso), Padre Genesio, Chiclana y Servando Bayo. La intención es hacerle veredas, instalarle una pista de salud y deporte, y juegos. “Al no concretarse nada nos da la pauta y se confirma lo que pensamos, que es que estamos muy postergados”, agregó Culasso.
También la agrupación inició las gestiones en el Concejo Municipal para extender la red de gas natural y la pavimentación de algunas calles que son principales. El proyecto para incrementar las frecuencia de los colectivos se está armando con integrantes de la Línea 1 para luego presentárselo a la empresa.
“Somos todos vecinos que trabajamos, tenemos nuestras responsabilidades y nos hacemos un lugar para trabajar por el barrio, porque sino hacemos los reclamos no va a venir otro vecino de otra jurisdicción a hacerlo. Sabemos que es para largo pero, por lo menos, iniciamos la gestión y así la gente de a poco se va sumando”, dijo más adelante Culasso.
UNO SANTA FE.
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