miércoles, 17 de abril de 2013

SANTA FE:La mamá de Florencia Morello, “Hace ocho años que estoy esperando esta noticia”


La mamá de Florencia Morello, Blanca Cuatrín, habló tras conocer la primera pista firme sobre quién fue el asesino de su hija. La joven fue asesinada el 1° de octubre de 2005 en el hall de un edificio céntrico de la ciudad de Santa Fe. El lunes detuvieron  un hombre de 35 años, policía en disponibilidad, como presunto autor del crimen de Florencia Morello.

“Hace ocho años que estoy esperando esta noticia”

 Este martes a la mañana Blanca Cuatrín estaba haciendo mandados en el centro de la ciudad de Calchaquí cuando le sonó el teléfono. Un mensaje que le había enviado su hermano le preguntaba si se había enterado de lo que había pasado. “Lo llamé inmediatamente y me contó. No podía creer lo que me decía. No podía creer que el crimen de Florencia, a ocho años de su muerte, finalmente tuviera un acusado”, contó la mamá de la víctima, en diálogo con Diario UNO.


— ¿La noticia le renovó las esperanzas de que el caso se resuelva?
—Sí. Apenas me enteré, empecé a llamar a todo el mundo, buscaba más información. Después me empezaron a llamar de todos lados, de los medios pero no tenía más información. Y después, cuando tuve dos minutos en silencio, me largué a llorar. Me emocioné tanto. Fueron muchos años sin ninguna novedad, sin saber nada de por qué a mi hija le pasó lo que le pasó y quién lo hizo.


— ¿Pudo hablar con el juez Sergio Carraro, a cargo de la investigación?
—Sí, me llamó y me confirmó que la detención eran en el marco de la investigación de Florencia. Pero no me quiso adelantar más nada. Yo quería viajar mañana a Santa Fe, pero me pidió tiempo, que esperara unos días para que lo indaguen y tener algo más de información para cuando yo llegara. Ésta es la primera pista firme que hay en todo este tiempo.


“Me emocioné muchísimo cuando me enteré. No sé bien qué sentí, es inexplicable lo que sentí. Lloré un rato, después estuve más tranquila. No es bronca, es una cosa inexplicable. Florencia no vuelve más, pero tal vez esta persona me pueda dar respuestas, me pueda decir por qué lo hizo. Que es lo que siempre uno se pregunta ¿Por qué tanto ensañamiento, por qué no la dejó vivir?”


En los ocho años que transcurrieron desde el crimen de Florencia, Blanca viajó a Santa Fe para seguir de cerca la investigación. Pero la falta de pistas la alejaban de la ciudad.


“La última vez que vine fue en 2010, antes de que el juez Carraro tomara el caso, fue cuando me avisaron que el juez Ferrero se jubilaba. En ese momento, había muy pocas novedades. Nunca me dijeron que iban a cerrar el caso, siempre me aseguraron que iban a seguir investigando. Pero la verdad es que muchas veces me fui decepcionada, con las manos vacías, sin mi hija y sin saber por qué le habían hecho tanto daño. Pero no perdí las esperanzas del todo. En el fondo, estaba esperando esta noticia. Entonces le di tiempo a la Justicia. Cuando yo llamaba por teléfono al juzgado, me decían qué medidas habían tomado y cómo estaban investigando. Eso me dejaba un poco más tranquila. A lo mejor, ellos tenían más pistas, pero no me lo decían para no ilusionarme”, sostuvo Blanca.


Florencia Morello, que en mayo hubiera cumplido 29 años, apareció gravemente herida en el pallier de un edificio de Irigoyen Freyre al 3.040, entre 4 de Enero y Urquiza, la madrugada del 1 de octubre de 2005 y murió cinco días después en el hospital provincial José María Cullen, a causa de las graves heridas recibidas en el ataque.


El día del hecho prefirió caminar y no viajar en taxi o remís, como solía hacerlo. Salió de su departamento ubicado en bulevar Zavalla al 2.800 del barrio Roma, con destino al bar Plataforma de la terminal de colectivos Manuel Belgrano, donde trabajaba desde hacía un año y medio como moza. Siete cuadras antes de llegar fue víctima de la agresión.


A Morello la encontró un joven que transitaba por el lugar y la vio tirada en el suelo, con un charco de sangre al lado de su cabeza. El muchacho llamó a la Policía y luego la joven fue trasladada al hospital Cullen. Los médicos decidieron operarla con urgencia por el carácter de las heridas que recibió. Después de dos horas en el quirófano, la trasladaron a la unidad de terapia intensiva donde falleció cinco días después. La investigación policial constató que a la joven no le habían robado nada, pero había indicios de que forcejeó con los agresores, para defenderse de un ataque sexual. Luego la castigaron con violencia y después la abandonaron inconsciente y ensangrentada. La policía no pudo hallar algún tipo de arma por lo que se presume que el agresor hizo golpear la cabeza de la víctima contra un escalón.

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