miércoles, 17 de abril de 2013

EN SANTA FE: Aconsejan cerrar el paso de vehículos en las calles del centro rosarino


De paso por Rosario, Lluís Gómez, ex funcionario catalán y experto en ciudades inteligentes, fomentó mejoras en la movilidad urbana.
La Capital | 

 Lluís Gómez, director del congreso más importante a nivel mundial que conjuga académicos, empresas y diseñadores en torno a la promoción de las ciudades inteligentes. apoyó el plan de ciclovías y carriles exclusivos de Rosario y destacó las ventajas de cerrar las calles céntricas al tránsito vehicular.
Aconsejan cerrar el paso de vehículos en las calles del centro rosarino
El directivo catalán está en Rosario con el objetivo de invitar a la Municipalidad a la Fira de Barcelona, que se realizará en noviembre próximo, y para explicar su plan de movilidad urbana y la política de gestión sustentable con el medio ambiente. Para el ex funcionario del Ayuntamiento barcelonés, "las ciudades que no piensan crecer en forma sustentable van al caos".
La tercera edición de Smart City Expo World Congress, el evento sobre ciudades inteligentes organizado por Fira, tendrá como protagonista a la Argentina entre los países convocados para su próximo encuentro (ver aparte).
En ese sentido, Gómez dio una definición tajante ante La Capital: "Hemos llegado a un nivel de polución mundial que necesita un giro hacia la sustentabilidad. Tenemos la obligación de hacerlo, ya que se estima que el 70 por ciento de la población del planeta vivirá en los próximos años en ciudades".
—¿La obligación también le cabe al llamado Tercer Mundo?
—Hoy existen primeros y segundos mundos en un mismo lugar. Sudamérica ha crecido mucho. Es un error pensar que la sustentabilidad es cara, porque a mediano plazo los municipios van a estar ahorrando recursos. No es ciencia ficción. En la realidad, reemplazar las antiguas luminarias por el sistema LED es factible y en poco tiempo se recupera la inversión, sin la necesidad de aumentar la estructura del gasto.
—¿Cómo aplicar la palabra sustentable a lo cotidiano?
—Es básico: si tiramos los papeles al piso por más que haya cestos, no funciona. Tenemos que educar culturalmente a las próximas generaciones, porque nuestros comportamientos influyen para que vivamos mejor.
—En algún sector se insiste en que reconvertir el circuito productivo de una empresa hacia un sistema sustentable es caro. ¿Coincide?
—Depende de lo que se entienda como caro o barato. Necesitamos un protocolo de ciudades que son aquellas que tiene los problemas concretos. El intendente los conoce y gestiona día a día. Allí radica el cambio. Hay que escuchar más a las ciudades que a la macrogestión global de los recursos del planeta. Apostar a que el XXI sea el siglo de las ciudades.
—¿Cree que los municipios deberían destinar parte de sus presupuestos a lo ambientalmente compatible?
—Sí, no resulta una utopía y hay ciudades paradigmáticas. Por ejemplo, hay que crear ordenanzas que obliguen a las empresas que licitan obras y servicios públicos a que tengan en cuenta esto. No se puede obligar de modo traumático, de cero a cien. En Barcelona, el contrato de la basura premia a las empresas que tengan vehículos sustentables. Y hoy existe un 30 por ciento que de rodados eléctricos, o híbridos, que recogen los residuos.
—¿Cómo ve a Rosario?
—Es una buena referente en dar pasos para mejorar la gestión de la ciudad. Por ejemplo, en la recuperación de su frente costero y ahora con los carriles exclusivos y las bicisendas, que pueden haber generado críticas pero que, a la larga, se verán como una mejoría. Ocurrió en Barcelona, donde se criticó lo de las bicicletas y ahora estamos muy orgullosos de movernos en esos rodados y en el transporte público.
—¿Cerraría el microcentro rosarino al tránsito vehicular?
—Cuando se cerró el tránsito vehicular en las calles de Barcelona los comerciantes decían que los íbamos a arruinar. Ahora, esos locales son los más caros de la ciudad. Ocurrió en la zona del Portal del Angel, un buen ejemplo de éxito. Centro peatonal, igual a éxito comercial y un paseo con calidad de vida.
—¿Y con los vehículos qué hacemos?
—Hoy la gente va en bicicleta a trabajar, porque hacerlo en un coche particular es muy caro para estacionar. Y se labran muchas multas. A largo plazo resulta muy bueno. Los ciudadanos nos sentimos orgullosos de nuestras calles peatonales y creo que eso también les ocurrirá a ustedes.
Un foro mundial en Barcelona
El año pasado, el encuentro de ciudades inteligentes (smart cities) congregó a 7.000 visitantes de 82 países, 319 ponentes y 140 empresas. Una de las áreas temáticas abarcadas por los expositores es la que establece una propuesta para generar un entorno construido sostenible. El congreso, previsto para noviembre próximo, analizará a las ciudades como grandes consumidoras de energía procedente de recursos naturales en un mundo con polución.

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