miércoles, 10 de octubre de 2012

SANTA FE: Los Sin Techo juntan donaciones para ayudar a los damnificados por el temporal


En el Colegio Mayor Universitario, San Jerónimo 3.328, acopian alimentos no perecederos, ropa, colchones y chapas. Trabajan junto a la Municipalidad para ayudar a los vecinos de Barranquitas.


Los Sin Techo juntan donaciones para ayudar a los damnificados por el temporal
El mal tiempo no da tregua. Este martes por la tarde la ciudad que aún se recupera de dos fuertes temporales sumó un nuevo embate climático. En diálogo con Diario UNO, el coordinador del Movimiento Los Sin Techo, José Luis Ambrosino, se refirió al proceso de recuperación que están llevando adelante junto con la Municipalidad en el barrio barranquitas.


“La situación está en un grado de avance de solución. Pero siempre hay cosas pendientes. De cualquier modo, el Movimiento Los Sin Techo lo que hace es colaborar con la dirección de la emergencia que es la Municipalidad”, aclaró.


En ese sentido, el Movimiento colabora con alimentos, con ropa y con el techo. Luego de la tormenta de ayer por la tarde, Ambrosino dijo que “Barranquitas no se llevó la peor parte con los vientos” aunque en esa zona “llovió bastante y hubo granizo finito”, lo que retrasaría un poco la reconstrucción de algunas casitas.


Desde el Movimiento estimaron que en los próximos días se estarían terminando de levantar las paredes de las casitas que están en la autopista. “Tenemos las chapas para colocar y con eso vamos a estar en un 90 por ciento de los techos. Si terminamos de refaccionar la otra parte de mampostería, yo diría que todas las casitas de Los Sin Techo, el próximo fin de semana, van a estar recuperadas”, aseguró Ambrosino que condicionó todos los resultados a la evolución de la situación climática.


“En general, el tiempo complicó todas las cosas. Eso sumó un poco de nerviosismo y ansiedad en la gente que, a su manera reclama pidiendo soluciones más rápidas. La luz llegó en algunos sectores ayer (por el lunes) y no sé si están todos los sectores cubiertos. De manera que la emergencia crítica fue ayer y antes de ayer (por el domingo y el lunes). Pero con buena voluntad, coordinación y con colaboración se superó. Y teniendo mucha paciencia”, sostuvo.


“Esta gente –continuó– tiene una capacidad de sufrimiento muy grande y alguno de ellos se abusa de esa situación. En cambio, el Movimiento Los Sin Techo entiende esa capacidad de sufrimiento y la recupera como capacidad de trabajo. De esa capacidad de sufrimiento sale un gran espíritu de construcción. Así que ya estamos alimentando en nuestra gente y en nuestros colaboradores que esta va a ser una emergencia que va a ser superada. Como hemos superado la inundación de 2003 que fue dramática, esto va a ser superado y vamos a tener casas mejores de las que teníamos antes”.


—¿Una vez que se reconstruyan las casas llega una segunda etapa de reconstrucción para las familias afectadas?


—Exacto. La gente que vive en casitas modestas, y quienes fueron a ver la zona se dieron cuenta, esos hogares adentro tenían muy poco. Los enseres y los muebles son muy pocos. Además lo poco que tenían se rompió, mucha ropa se mojó y se deterioró. Tenemos que hacer una reconstrucción total. Por eso hubo mucha gente que nos habló y que significa una gran muestra de solidadridad para saber qué era lo que podía hacer y empezó a suministrar elementos. Por eso ya tenemos alimentos no perecederos, ropa y donaciones de chapa. Con eso, prácticamente estamos zafando de la emergencia.


“Esto es un camino y yo siempre digo que la democracia está un poco en deuda con esta gente. La mayoría de la gente que ocupa nuestras casas son personas de entre 30 y 35 años, son hijos de la democracia. Sin embargo, están en situaciones muy difíciles. A los gobernantes, siempre con mucho respeto y calma, les digo que hay que subir un cambio. No hay que bajar un cambio, como les decimos a los jóvenes. La democracia tiene que ser creativa y rápida para estos sectores. Y la gente, si ve resultados recuperan esperanza”, señaló.


—¿Cuál es la prioridad en ayuda que pueda acercar la gente?


—Lo primero es alimento no perecedero; lo segundo, es ropa de chico fundamentalmente; y lo tercero, que es lo más caro pero que es el centro de nuestra actividad, es el techo. Nos están faltando algunas cosas. La Municipalidad hizo mucho, pero si nos arriman algunas cosas como chapas de 17 pies, que son 5,20 metros de largo, no son cosas baratas. Pero si nos arriman algo el camino de la solución para la emergencia está muy cerca. Después hay que seguir consolidando, pintando pisos y paredes. Pero para volver a la casa, para volver a reiniciar la vida con un poco de ayuda adicional y con la Municipalidad que está trabajando en orden, creo que salimos.


Para colaborar, los elementos donados pueden ser llevados al Colegio Mayor Universitario, en San Jerónimo 3.328, o se puede llamar al teléfono 4557906, de 9 a 20.


—¿Cuánta gente aún no pudo volver a su casa?


—No tengo el dato preciso. Pero debe haber entre 35 y 40 personas que están en la vecinal Schneider. Además hay algunas más en el salón parroquial de Barranquitas. En general se reubicaron en casas de sus familiares y el hombre quedó en la zona a los efectos de proteger un poco sus bienes. Nosotros los estamos abasteciendo desde nuestro centro en Barranquitas con alimentación y mercadería.

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