viernes, 12 de octubre de 2012

SANTA FE: FORO Y ENTREGA DE FIRMAS EN LEGILATURA SANTAFESINA


 
            Por la mañana entregamos 6.000 “pedidos” y completamos las 26.000 firmas para que la nueva Ley de Agrotóxicos Santafesina no pierda Estado Parlamentario y se prolongue, indefinidamente, su tratamiento deliberativo.

Fueron puestas en propias manos del Vice Gobernador (Presidente del Senado) Dr. Jorge Henn.
Si algo quedó de este acto, es la sensación que el pueblo jamás transpondrá la coraza de amianto de sus legisladores y que a nadie de ellos importa su reclamo, nuestras voluntades.
Percibimos claramente que el Dr. Henn no estaba dispuesto a escuchar, sino a construir el mensaje: “Los escuche y lo haré tantas veces lo soliciten”. Ahora: no me pidan que piense en lo que están diciendo… y obre. Yo solo pongo el cuerpo para la foto…. ahora y tantas veces lo soliciten.
Esta primera parte podría haber transcurrido en Bs. As., Chaco, Corrientes o Santiago del Estero sin que acuse alguna particularidad, algo que luzca diferente en cáscara y contenido.
La cáscara, magnífica e imponente, más aún para el que viene de la periferia del sistema. El contenido, dramáticamente pequeño, manicurado, arena revuelta ocupada por expertos en parecer que son, lo que no son, siempre y cuando no les lleve más de 40 minutos.
Lo que si fue distinto, y luce y brilla, es el pueblo Santafesino, es Carlos Manessi, los héroes de San Jorge, la heterogeneidad de luchadores ambientalistas de varias provincias y 27.000 voces que juntos dijimos: “Tienen que escucharnos”.
 
El Foro en  Diputados, promovido por Pablo Dibert, fue completamente diferente, incontrastable.
Desde su comienzo respiré pueblo; se olían sus broncas, el sudor de luchas perdidas y ninguneo denigrante.
Y fuimos más, y más hasta que la Legislatura rebalsó y quedó manifiesta la inconsistencia y pequeñez de los ámbitos deliberativos “cuando el pueblo decide habitarlos”, cuando resuelve imponer su queja sobre los que no escuchan, negocian, traicionan y luego retroceden para mimetizarse en la mediocridad… cuantas veces lo solicitemos.
Y demostramos que el dolor de una madre, emblema de víctimas del holocausto sojero, puede generar tanta fuerza y energía capaz de conmover y movilizar, peligrosamente.
Creo que ya nada va a ser igual después de aquella tarde.
Si políticos y legisladores no entendieron el significado de aquél largo aplauso final que cobijó amorosamente el pedido de auxilio de esa madre, si no percibieron lo que pulsaba detrás de nuestros ojos llorosos, van camino al escarmiento.
 
Victor Krieger Fabbroni (Bandera - Santiago del Estero)

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