martes, 9 de octubre de 2012

SANTA FE: Jóvenes investigadores santafesinos innovan en la potabilización del agua


Un nuevo proceso de eliminación de los nitratos en el agua y un catalizador diseñado para llevar a cabo esta fórmula alcanzada, fue desarrollado por jóvenes en el Instituto de Catálisis y Petroquímica (INCAPE), dependiente de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral.
Jóvenes investigadores santafesinos innovan en la potabilización del agua
Los tratamientos de potabilización de agua suelen ser muy costosos, no obstante, un reciente desarrollo científico llevado adelante en Santa Fe, lo puede simplificar. Se trata de un proceso catalítico, o sea, acelerar una reacción química, que sirve para potabilizar agua contaminada con nitratos, transformándola en agua potable. Esto es posible al transformar los nitratos que se encuentran contaminando el agua, en nitrógeno, que es una molécula que esta presente en el aire que respiramos.


Lo innovador de este proyecto se manifiesta en el proceso de eliminación de los nitratos en el agua, pero también en el catalizador diseñado que se adapta y complementa con esta fórmula alcanzada. El agua contaminada ingresa a un reactor que contiene un sólido, denominado catalizador, pasa a través del mismo y sale por la parte superior del reactor agua potable. Los nitratos quedan “atrapados”. Luego, cuando una cantidad suficiente de nitratos lo saturan, se procede a una etapa del proceso denominada regeneración, donde se inyecta hidrógeno, y de este modo se transforman los iones nitrato en nitrógeno. Finalmente, se realiza un lavado del lecho catalítico, dejando el mismo listo para un nuevo ciclo de potabilización.


Este logro fue llevado a cabo en el Instituto de Catálisis y Petroquímica (INCAPE), dependiente de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Allí Gustavo Mendow trabajó el tema como tesis de su doctorado en laboratorio a cargo del Dr. Carlos Querini, tutor de la beca otorgada por el CONICET. Contó con la colaboración del Dr. Eduardo Miró como codirector y también participaron los pasantes César Grosso, Norberto Martínez Mayenfisch y Agustina Sánchez.


En diálogo con EL OTRO MATE, Mendow explicó que “cada vez hay más acueductos, o napas puntuales, contaminadas con nitratos, en Argentina y en el mundo. Los fertilizantes a base de urea se filtran en la tierra llegando a las napas de agua. Por acción del oxígeno, esta urea, se transforma en nitratos. Imaginemos las millones de hectáreas a las que se le agrega urea todos los años, y que todo lo que le sobra a la planta termina en el agua subterránea como nitratos.”


De acuerdo a las formas mediante las cuales se potabiliza actualmente el agua contaminada con nitratos, solamente se separa a éstos del agua, pero no alcanza una solución definitiva y en algunos casos son muy costosos. Lo que se logra aquí, es aprovechar las ventajas del proceso de intercambio iónico, con la diferencia que en vez de generar un concentrado de nitratos, los mismos son transformados químicamente en nitrógeno.


Según a un informe presentado por Greenpeace, “la provisión de agua potable insuficiente e inadecuada, representa un gran peligro para la salud de la población. La Organización Mundial de la Salud calcula que el 80% de todas las enfermedades de los países en vías de desarrollo, son causadas por la ausencia de agua potable y saneamiento apropiado.”


“Actualmente, gracias a un subsidio otorgado por la UNL, a través de un proyecto denominado Escala (CATT) hemos podido construir dos reactores a escala piloto con capacidad de 1 litro de catalizador. Los mismos son capaces de potabilizar 280 litros de agua por ciclo. Hemos podido comprobar con estos reactores que el comportamiento en esta escala denominada piloto (paso previo a la escala industrial) es idéntico al obtenido en laboratorio (7 ml de catalizador). Esto es muy alentador y positivo, ya que nos permite suponer, que si se construye un reactor a una escala mayor el proceso funcionará de la misma manera. Por ejemplo, con dos reactores de 15 m³ de catalizador, cada uno, se puede potabilizar agua para una población de 160.000 personas”, detalla Mendow ante EL OTRO MATE.


Cuando muchos equipos científicos investigan este proceso, el de la Universidad Nacional del Litoral es el que mejores resultados mostró hasta el momento a nivel global.

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