Este viernes, a las 10.30, vecinos y trabajadores del barrio Las Delicias realizarán un abrazo simbólico al Centro de Salud de la zona. La protesta es en repudio al robo sufrido días atrás por el dispensario.
Mañana, a las 10.30, vecinos y trabajadores del Centro de Salud del barrio Las Delicias (Alfonsina Storni 3.150) realizarán un abrazo simbólico para repudiar el robo que sufrieron en el dispensario. Días atrás, ladrones ingresaron a este efector, y se llevaron medicamentos, 12 kilos de leche y un reproductor de DVD portátil.
El artefacto mencionado era propiedad de una trabajadora, quien lo llevaba para ser utilizado en el tratamiento de una paciente oncológica, que concurre a diario al Centro de Salud, y de este modo, poder aportar calidad en su atención.
El robo se efectuó el 21 de septiembre, a través de un ventiluz que no poseía rejas, a pesar de los reclamos realizados por las autoridades del Centro de Salud. El mismo día del siniestro, las autoridades ministeriales autorizaron la colocación de la reja, pero los trabajadores aseguran que las advertencias y reclamos tenían ya larga data.
Este efector sanitario atiende a alrededor de cinco mil personas y concurren vecinos de los barrios Las Delicias, 29 de Abril, René Favaloro, Callejón Funes, y Esmeralda.
El escenario
En diálogo con Diario UNO, Marcela Gaitán –trabajadora del dispensario y delegada de UPCN– describió la situación que atraviesa el barrio: “Se vienen sucediendo hechos de este tipo en la zona. La gente llega a atenderse y manifiesta robos, arrebatos en las calles constantemente. Hay denuncias hechas”.
En ese mismo sentido, Marcela contó: “El mismo día que robaron en el Centro de Salud, una paciente nos contó que habían robado también en la iglesia que está ubicada sobre la avenida Aristóbulo del Valle, junto a la escuela. Es cada vez peor, se suman todos los días más”.
El abrazo simbólico surgió porque “es la primera vez que entran al Centro de Salud”, explica la trabajadora y luego agrega: “Ya habían abierto los autos estacionados afuera, nos han robado estando en los autos incluso, pero ahora entraron al Centro de Salud que atiende a más de cinco mil personas y si no lo damos a conocer creemos que cada vez va a ser peor”.
—¿Cómo se sienten hoy los trabajadores de la institución?
—La verdad es que en un principio estuvimos muy tristes, fue una situación muy fea. Hoy por hoy, con todo el apoyo de la gente que nos ha manifestado ese acompañamiento nos hizo sentir bien. Esto no tiene tanto que ver con el trabajo que cumplimos nosotros sino con la situación de inseguridad que se vive en todos lados.
—¿Cuántas personas trabajan en el dispensario?
—Nueve empleados para una población de cinco mil pacientes. Dos médicos, tres enfermeros, una persona en Servicios Generales, dos psicólogas y un agente comunitario.
“El abrazo simbólico tiene que ver con un llamado de atención a las autoridades, para decirles que estamos todos unidos frente a esta situación. Necesitamos seguridad, que era una promesa cuando se postularon. Queremos que cumplan con lo que prometieron. Vamos a realizar más actividades con la población para colaborar”, concluyó.
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