martes, 18 de septiembre de 2012

SAN LORENZO. Un año sin Paula Perassi, un amante preso y la hipótesis de un homicidio


Hoy se cumple un año de que Paula Perassi dejara su casa en esta ciudad. Y si bien desde ese momento nunca más se supo de ella, la investigación, que parecía estancada, tomó sorpresivamente otro rumbo.
La Capital | 
Un año sin Paula Perassi, un amante preso y la hipótesis de un homicidio
Hoy se cumple un año de que Paula Perassi dejara su casa en esta ciudad. Y si bien desde ese momento nunca más se supo de ella, la investigación, que parecía estancada, tomó sorpresivamente otro rumbo: ya se trabaja sobre la hipótesis de homicidio y hay una persona detenida e imputada del hecho.
Precisamente la semana pasada LaCapital dio cuenta del giro que tomó la causa y de la detención de Gabriel S, un empresario de 41 años de la localidad de Puerto San Martín, sindicado como el amante de la mujer, quien al momento de su desaparición estaba embarazada de seis semanas.
A Gabriel S. la Justicia le imputó el cargo de homicidio, basándose en la reconstrucción de las últimas horas de Paula y de conversaciones mantenidas a través de la red social Faceboock con un amigo del empresario. Esos últimos momentos resultaron clave para la imputación, ya que Paula contó que había desistido de hacerse un aborto que estaba fijado para un día antes de su desaparición, y la inesperada negativa la habría transformado en una molestia que podría haber desencadenado la tragedia.
Si bien Paula compartía la casa con su esposo, en los hechos estaba separada y desde hacía tiempo mantenía una relación amorosa con este empresario, que también es casado, y que conoce a la familia por compartir con el padre de la mujer las carreras de Trial 4x4.
La confirmación del embarazo de Paula hizo que las comunicaciones entre ambos aumentaran en los últimos días, como también las charlas con un hombre de General Rodríguez, amigo de Gabriel S, quien semana atrás fue traído a declarar como testigo por la fuerza pública.
El inicio. El domingo 18 de septiembre de 2011, después de recibir una llamada desde una cabina pública cercana a su casa, Paula salió de su domicilio en la zona céntrica de San Lorenzo, con el pretexto de buscar la tarea para uno de sus hijos. Nunca regresó.
Su esposo hizo la denuncia al día siguiente, pero cuando la Justicia requirió las cámaras del telecentro las imágenes ya habían sido borradas y tampoco hubo un gran compromiso de parte de la gente del comercio en aportar datos sobre quien vino un domingo a la noche a las cabinas.
Esa misma tarde Paula fue vista en un bar de Timbúes junto a dos hombres, uno de los cuales se sospecha que podría ser un empleado del empresario, mano derecha del actual detenido.
Hubo allanamientos, pericias, rastrillajes, pero sin respuestas positivas, incluso Alberto Perassi, se encadenó dos veces en las puertas de tribunales y hasta lo recibió la ministra Nilda Garré.
Claves. En el medio de la vorágine que implica un año de investigación hubo dos elementos sustanciales para el giro que tomó la investigación en los últimos días. Por un lado, la decisión, a fin de 2011, del juez Eduardo Filocco de poner a la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) al frente de la investigación, y por otro la decisión del Colegio de Abogados de Rosario de representar a la familia dándole un gran impulso a la causa, que al principio tenía a un hombre reclamando casi en soledad.
Nunca se supo y tal vez nunca se sepa por qué la Justicia decidió dar participación a la TOE —desplazando a la policía regular—. Versiones y fábulas hay muchas, pero el hilo conductor de las coherentes hasta las más inverosímiles apuntan a una relación de amistad entre el empresario y un policía de alto rango.
Lo cierto es que hoy la causa tiene un imputado y bien vale preguntarse si alguien puede cometer un crimen en soledad y hacer desaparecer un cadáver sin dejar rastros.
El sentido común indica que no, que el hecho implica una logística importante que resulta difícil pensar que sea obra de una sola persona, por lo menos en una cadena de complicidades e encubrimientos.
Algo de alivio. "No puedo decir que estoy bien cuando estamos hablando del asesinato de mi hija, pero siento algo de alivio en cuanto a la marcha de la investigación", sostuvo en diálogo con LaCapital Alberto Perassi, y agregó: "Así como otras veces tuve palabras duras con la Justicia, en estos momentos tengo que agradecer todo lo que están haciendo", dijo.
Con respecto a la última detención, el hombre sostuvo que "siempre desde la familia apuntamos en ese sentido". Y agregó que "si no está detenido el autor material, creo que es el instigador o, como se dice ahora, el autor intelectual".
Al momento de desaparecer, Paula era madre de dos hijos, Lucas, de 7, y Agustín, de 3. De lunes a viernes están con sus abuelos maternos y los fines de semana con su padre. "Los chicos están cuidados, contenidos, el más grande con asistencia psicológica pero su estado de ánimo a veces es muy triste", sostuvo Alberto Perazzi, y agregó: "Ellos saben que la madre no está y que la estamos buscando, nunca dejamos de hablar del tema, a veces el más chico hace unos silencios que son un puñal para nosotros".

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