El subsecretario de Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia, Cristian Allende, dijo que trabajaron con la familia del menor que presuntamente robó, golpeó y abusó de una mujer de 84 años pero "no hay buenas señales".
El subsecretario de Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia, Cristian Allende, explicó: “Lo primero que se hizo en este caso, y se hace en todos en general, es un abordaje interdisciplinario para poder estabilizarlo porque había síntomas de consumo de sustancias tóxicas. Después buscamos un lugar de alojamiento para que ese proceso de estabilización sea monitoreado y acompañado por profesionales”.
El chico que cometió el brutal ataque la semana pasada no está en situación de calle, aunque su situación familiar está muy lejos de ser la ideal. “Nosotros lo estamos trabajando con ellos –aseguró Allende– porque como lo establece la ley, ya que se trata de un adolescente menor de 16 años, aquí no interviene la Justicia penal. El abordaje que tenemos que hacer es con la familia y ahora estamos generando el mejor dispositivo posible y eso siempre va a implicar un abordaje comunitario, familiar, implique o no, después, el alojamiento en una institución especializada o no, de acuerdo a una patología o trastorno psíquico que tenga o por su consumo de sustancias”.
“Estaba viviendo con su familia. Lo que sucede es que es una familia un tanto desmembrada y pasaba mucho tiempo en la calle. Pero tenía referencia familiar”, afirmó el funcionario.
—Usted habló de una familia desmembrada, ¿tuvieron una respuesta positiva para trabajar en la recuperación del chico?—Lamentablemente todavía no tenemos las mejores señales. Pero es nuestra obligación trabajar con la familia para acompañar un proceso que los incluya.
—¿La provincia tiene una institución especializada para tratar las adicciones severas?
—No la hay. Pero esto tiene una fundamentación que es la nueva ley de salud mental, que es de noviembre de 2010. Ahí se establece que la problemática de consumo de sustancia debe abordarse en el primer nivel, en la atención primaria de la salud, y no en instituciones especializadas. Es un nuevo paradigma el que trae la ley y por eso no hay instituciones especializadas. Sí hay convenios con instituciones que trabajan (con la provincia) si un abordaje requiere que algún caso sea de internación. Pero siempre es voluntario. Siempre se requiere el consentimiento del adolescente, fundamentalmente.
—Uno supone que si se trata de casos de extrema drogadicción debe ser muy difícil lograr que se cumpla un acuerdo con el paciente para que se aloje en una institución.
—En eso estamos de acuerdo. Es muy difícil, pero se trabaja en ese sentido y hay casos excepcionales donde se procura la internación en contra de su voluntad. Pero eso, como lo marca la ley, requiere un procedimiento y una sentencia judicial que esté avalando esa decisión.
—En caso que el adolescente decida abandonar la institución, ¿se puede hacer un tratamiento ambulatorio en casos extremos?
—Depende de cada caso. En éste, en particular, recién estamos evaluando cómo está afectado psíquicamente por su grado de consumo. Pero hay casos que sí son ambulatorios y que tienen acompañamientos que se hacen a través de los distintos dispositivos que tiene la subsecretaría con la familia, con la comunidad y con los distintos gobiernos locales, como puede ser la Municipalidad, para hacer esos acompañamientos y monitoreos.
Durante esta semana el equipo que está trabajando con el menor terminará de realizar todas las evaluaciones pertinentes para que, luego, la Subsecretaría de Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia tome la decisión de dónde quedará alojado. En el caso en que se decida la necesidad de un alojamiento en una institución especializada se deberán cumplir determinados pasos administrativos que demandarán un tiempo.
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