jueves, 30 de agosto de 2012

NAC. La Presidenta aseguró en la provincia de Entre Ríos que "el pueblo es la voz más potente"

"Hemos demostrado que se puede gobernar con el pueblo" en lugar de necesitar "el apoyo de algunas corporaciones mediáticas", sostuvo Cristina al encabezar la apertura de cuatro tramos de la ruta 14.


"Hemos podido gobernar con la voz del pueblo que es la voz más potente", señaló la jefa de Estado.
Y aseguró que lo más terrible que dejó la dictadura militar, además de los desaparecidos, fue el "miedo" por pelear por las ideas y las convicciones. En ese sentido, recordó a su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, que llegó al Gobierno para "cambiar las cosas" y "no dejar sus convicciones".

Fue al encabezar un acto en la ciudad entrerriana de Concordia, donde inauguró cuatro tramos de la Autovía Mesopotámica -ruta nacional 14- y mantuvo videoconferencias con distintas ciudades del país.

La Presidenta aseveró que "no somos un país fascista sino profundamente democrático", criticó a los dirigentes políticos que "usan prácticas similares al stalinismo" y volvió a defender la militancia en los lugares públicos, así como la participación de los jóvenes en la actividad política.

"No somos un país fascista sino profundamente democrático, que nos gusta discutir de política en el colegio, en la universidad, en la calle", señaló la mandataria en su discurso, en el que cargó contra "cierta dirigencia del país que siempre criticó a los regímenes totalitarios, pero hoy tiene prácticas similares al stalinismo que espiaba a la gente y fomentaba la denuncia contra el otro".

En ese marco, defendió la militancia en escuelas y universidades, manifestó que "es bueno que afloren los debates", y pidió "no temer a las diferencias sino a los que nos quieren hacer callar la boca y no nos quieren escuchar".

La mandataria aseguró también que no le importa que la "parodien, que hablen mal, que se disfracen, que me injurien", sino "el cariño de la gente", y en este sentido afirmó que ella y su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, fueron "los más criticados".

"No me importa que me parodien, que hablen mal, que se disfracen, que me injurien, en definitiva son apenas caricaturas de una Argentina que definitivamente se fue", dijo Cristina y agregó que tiene la "autoridad moral para decir que nadie ha sido tan criticada, injuriada, parodiada y burlada" como ella y el ex mandatario fallecido.

En tanto, dijo que los argentinos tienen "un verdadero desafío cultural, que es saber construir una cultura que nos contenga, redescubriendo esa Patria diferente que nos quisieron ocultar durante tantos años".

"Pero esta es una Argentina en la que no se oculta a nadie más, una Argentina de libertad, donde cada uno puede pensar como quiera, donde los jóvenes tienen derecho a hablar de política en la escuela, en la calle, en la universidad y donde quieran", reiteró.

En otro tramo del discurso, la jefa de Estado dijo que "una de las cosas más terribles que dejó la dictadura militar fue el miedo a participar" ya que "había quedado instalado fuertemente de que pelear por las ideas, tener convicciones, querer un país diferente era peligroso y te podía costar la vida".

Luego al destacar la figura del ex presidente fallecido, recordó que cuando llegó al gobierno en 2003 "dijo que iba a cambiar las cosas, que no iba a abandonar sus convicciones" y que "cuando se atrevió a bajar los cuadros de los dictadores y se atrevió a mandar al diablo al FMI, quebró de cuajo ese miedo".

"Ese flaco desgarbado que vino del sur les demostró que se podían hacer las cosas necesarias para que los argentinos vivieran mejor", dijo y agregó: "Somos el ejemplo de un país que, en medio de la más brutal y prolongada crisis que se vive, ha crecido en estos 9 años más que en 200 años de historia".

Cristina afirmó que este Gobierno se atrevió también "a cambiar la cultura hegemónica que decía que nadie podía aguantar ser gobierno si no tenía el apoyo de ciertas corporaciones mediáticas" y que ha demostrado que "se puede gobernar con el pueblo, que es la voz más potente".

Destacó asimismo la política exterior implementada desde 2003, que reconoce "en los hermanos latinoamericanos, y más precisamente en América del Sur, nuestra verdadera casa y nuestra asociación estratégica".

"Antes había algunos que miraban deslumbrados al norte y decían: `para qué ser amigos de los vecinos pobres, mejor de los ricos`, pero nunca se habían dado cuenta que los países ricos no tienen socios ni amigos, sino que quieren empleados y subordinados", dijo.

"Nosotros no lo vamos a ser de nadie, porque somos un país libre con dignidad y orgullo nacional", remarcó la Presidenta.

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