La tendencia no se generó en todos los casos, ni en la misma medida. Los inquilinos aseguran ser los más perjudicados, dado que también sintieron la suba de los alquileres y reclaman paliativos.
En plena labor. Ésta es la primera etapa de trabajos, por lo cual aún no pueden observarse los cambios previstos.
Lo concreto es que, con aviso previo, hace ya cinco semanas que se encuentra interrumpido el tránsito vehicular en esa arteria, por lo cual la afluencia de público se redujo en forma notoria. El costado positivo de esta situación es que la mayoría considera que, tras este sacrificio, llegarán tiempos mejores y el nuevo espacio rendirá sus frutos tanto para quienes tienen allí sus vidrieras, como para aquellos que poseen inmuebles en esa zona.
En diálogo con Diario UNO, Martín Fernández, propietario de la firma María (San Martín 2.806) e inquilino en ese local, señaló: “Tuvimos reuniones, informales aún, con algunos vecinos y compartimos una baja muy importante en las ventas en febrero. El promedio es de un 30 a un 50 por ciento menos, en la comparación interanual”.
En cuanto a los motivos a los cuales atribuye los bajos resultados, Fernández expresó: “Surgieron inconvenientes que en parte eran previsibles, pero algunos se podían evitar, más allá de ser lógicos de una obra. Hubo demasiado apuro en lanzar la obra. Se podría haber evitado algunos días de más en que se clausuró la calle, por ejemplo, a la altura del 2.800”.
El comerciante explicó también lo que ocurre con aquellos peatones que salen a mirar las vidrieras: “El corralito que pusieron para evitar accidentes obliga a la gente a caminar mucho más incómoda por las veredas, que ya de por sí son muy angostas, pero además, para volver a un negocio en la vereda de enfrente tienen que llegar sí o sí hasta la esquina y dar la vuelta”.
Como inquilino, relató que en muchos casos en los cuales finalizaba el contrato de alquiler, los propietarios comenzaron a trasladar los gastos. “Incluso quienes tuvieron que renovar contrato en enero pagaron los aumentos por adelantado, cuando el pago de las obras comenzó en febrero”, manifestó.
Alternativas
“Propusimos y pedimos una buena planificación. Eso faltó de antemano y siguen faltando. Lo importante es que la Municipalidad pueda mostrarnos su interés en cuanto a la planificación. Los comerciantes tenemos que tomar decisiones en cuanto a compras, a personal, y necesitamos información acerca de los plazos, los pasos a futuro. Los inquilinos además estamos presos de una cuestión económica”, indicó Martínez y agregó: “Habíamos pedido que se hiciera un estudio de impacto económico. Mientras bajan nuestras ventas seguimos pagando el Derecho de Registro e Inspección y la Tasa General de Inmuebles que nos traslada la inmobiliaria. Sería bueno como gesto, más allá de que no solucionaría lo económico, que la Municipalidad no nos cobre los impuestos en estos meses”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario