A tres meses del triple crimen,
ayer la policía intervino con disparos de balas de goma. Hubo confusas
situaciones entre allegados a las víctimas y la familia de un joven
detenido.
A casi tres meses del triple
crimen ocurrido en villa Moreno, en el barrio el aire se corta con
cuchillo y se respira olor a pólvora. Prueba de ello fue el
enfrentamiento entre allegados a las víctimas del trágico hecho ocurrido
la madrugada del 1º de enero y familiares de uno de los imputados del
ataque a balazos contra el hijo de un hampón, hecho que fue el detonante
de la muerte a balazos de tres jóvenes inocentes. Todo ocurrió ante los
ojos del personal de la comisaría 15ª que debe custodiar la zona para
mantener alejadas a las partes en conflicto. Policías que terminaron
utilizando balas de goma contra los vecinos para dispersarlos y, aunque
no se registraron heridos, apresaron a dos hermanos de uno de los
muchachos asesinados el primer día de 2012.
La historia empezó con el año. Aquella
madrugada Maximiliano El hijo del quemado Rodríguez fue atacado a
balazos cuando estaba junto a su novia y otra chica en un BMW
estacionado en Vera Mujica y Garay. Por el ataque fue inculpado Ezequiel
El negro Villalba, quien se presentó la semana pasada ante la Justicia y
quedó detenido. Tras aquella balacera, y cuando Maximiliano estaba
internado en el Hospital de Emergencias, su padre, Sergio Gustavo El
quemado Rodríguez, fue hasta una canchita de fútbol de Presidente
Quintana y Dorrego en compañía de varios cómplices y fuertemente armado
para buscar venganza. Es que frente a ese predio vive Villalba. Hubo
entonces cruce de balazos y una ejecución fría contra tres tipos
inocentes: Jeremías Jere Trasante, Claudio Mono Suárez y Adrián Patón
Rodríguez.
Aire pesado. Desde
aquel día todo cambió en el barrio. Las familias de las víctimas no sólo
marcharon en numerosas ocasiones pidiendo justicia sino también
reclamando protección debido a que se sentían amenazados por la familia
Villalba, que vive a escasos metros de sus casas. Por eso aparecieron en
el barrio algunos policías que intentaron poner un manto de
tranquilidad. Sin embargo nada de eso ocurrió y las chanzas fueron
creciendo en violencia. Así, el sábado se supo que uno de los hermanos
de El negro Eze "pasó a los tiros" frente al pasillo donde viven los
familiares de Suárez y Rodríguez. Incluso, la madre del Mono aseguró que
uno de los Villalba le apuntó con un arma.
La tarde de ayer se repitieron las
amenazas y los "aprietes". Según vecinos, "una hermana (Baby) y un
hermano (Jonathan)del Mono Suárez fueron a comprar chocolate para
fabricar huevos de pascua y al volver fueron provocados por Claudio,
Héctor y Tatiana Villalba, hermanos del Negro Eze".
Al verse amenazados con armas de fuego
por los Villalba, Jhonatan salió en defensa de su hermana y se tomó a
golpes de puño con Héctor, quien lo persiguió a balazos hasta su casa.
Para ese momento los policías, según contaron los testigos, les dijeron
que "no se iban a meter y que se mataran entre ellos".
Las corridas y los tiros arreciaron y
los efectivos comenzaron a disparar con balas de goma y "cartuchos de
escopeta" contra los vecinos que se agolpaban en el reducido espacio que
hay entre las zanjas y el asfalto a esa altura de calle Moreno, como
sostuvo un muchacho que presenció la escena.
Son ellos. Una parte
del barrio asegura saber quienes son los responsables de la inseguridad
que reina en la zona: "Son los Villalba. Claudio se pasea con una
escopeta en la terraza de la casa y los milicos no le dicen nada. ¿Qué
esperan, que nos maten a todos?", preguntan a la nada.
Luego del ataque de ayer la policía
arremetió contra los curiosos que "solo rezábamos para que no hubiera un
hijo o un padre en la puerta", y luego detuvo a los hermanos Jonathan y
Roque Suárez, hermanos del asesinado Mono. Los llevaron inicialmente a
la comisaría 15ª y luego a la Brigada de Investigaciones para aclarar la
situación.
De acuerdo a investigadores, los
ataques de la familia Villalba se producen en busca de los responsables
que llevearon a prisión a El negro Eze y reaccionan "a los tiros", según
dicen los vecinos mientras señalan la casa de Moreno al 3900 donde vive
la familia Villaba. Frente a esa vivienda, desde el sábado hay una
custodia permanente de la comisaría 15ª. "Los cuidan a ellos cuando nos
tienen que cuidar a nosotros", gritaron ayer los vecinos.
Es que el sábado, mientras Lita Suárez
(madre del Mono ) cenaba, escuchó tiros y decidió salir para ver qué
pasaba. "Uno de los hermanos de Villalba me apuntó con un arma, le dije
que tirara si se animaba. Pero salió corriendo para calle Moreno.
Después se me acercó el otro hermano y me quiso pegar", relató la mujer.
Según Lita, quienes habían disparado
unos segundos antes en la calle eran los mismos Villalba que perseguían a
un hermano de Adrián Patón Rodríguez y a un hermano del Mono Suárez.
Sin embargo, el domingo fueron los
Villalba quienes se presentaron en Tribunales para denunciar, en
compañía de su abogada, haber sido agredidos por los familiares del Mono
Suárez. Al parecer el hecho sería el mismo, pero quienes se presentaron
como agredidos fueron los hermanos de El negro Eze.
"El sábado a la noche —contó el lunes a
este diario Claudio Villalba— estaba con mi viejo y pasó Maxi (un
hermano del Patón Rodríguez) con el auto, un Polo azul, acelerando
frente a mi casa y burlándose. Me fui a buscar la comida y volví. En ese
momento Maxi Rodríguez y Keko Suárez (hermanos de los chicos asesinados
en el triple crimen) vinieron hacia mí y comenzamos a discutir. En ese
momento empezaron a disparar y yo entré corriendo a mi casa".
El hermano de Ezequiel Villalba aseguró
tener pruebas de que fue su familia la víctima de la agresión y no al
revés. Y entre revanchas, venganzas y hechos teñidos de sangre
transcurren las noches y los días en la villa Moreno.
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