Con cabeza y corazón

Con dos testazos de Diego Jara y Nicolás Correa, Unión empató justificadamente el clásico ante Colón después de ir 2-0 abajo. Además, a la Joya le anularon mal el tercer gol que hubiese sido el del triunfo.

 

Con dos testazos de Diego Jara y Nicolás Correa, Unión empató justificadamente el clásico ante Colón después de ir 2-0 abajo

En el estadio 15 de Abril se cerró un nuevo capítulo del clásico santafesino y en un partido cargado de emociones, jugados en las tribunas y sobre todo en el campo de juego Unión y Colón empataron 2 a 2, en un encuentro donde ninguno de ambos de guardaron nada por el espectáculo. En el primer tiempo, Iván Moreno y Fabianesi le dio la diferencia transitoria y en el complemento Diego Jara y Nicolás Correa emparejaron el resultado en la Avenida López y Planes, aunque quedó la sensación que el dueño de casa estuvo más cerca de llevarse una nueva alegría ante un opaco equipo de Roberto Sensini.

Quiso, pero no pudo
En los primeros minutos del encuentros los protagonistas parecieron estudiarse dentro de la misma cancha para luego comenzar a hacer cada equipo el libreto estudiado, fue así que después de pasado los 15 minutos fue el elenco de FDK el que hizo circular la pelota con mayor prolijidad que su adversario y sobre todo buscando la zona derecha en donde Rosales y Montero se asociaron para complicarle la marca a Urribarri, pero más allá de que el Tate era el más prolijo no inquietaba a Diego Pozo, y fue así que recién en el ‘20 y después de un cabezazo de Correa llegó la primera jugada de peligro del encuentro.


Pegó primero y más…
Pero a pesar de que era el Tate el que tenía la iniciativa de un encuentro muy parejo, el reloj marcó 23 minutos, Colón atacó por su derecha y en una jugada que tuvo un inicio confuso, Cárdenas no sacó la pelota e la lucha con Moreno y Fabianesi, el mismo volante sabalero se encontró en el camino con Avendaño y tocó la pelota entre sus piernas para luego con un toque sutil definir ante la salida de Bologna y poner el inesperado 1 a 0.


Pero no todo quedo ahí porque a los ‘32 otra vez el Torero puso el 2 a 0 para la visita y luego de un buen anticipo a su marcador (Pablo Míguez), y de cabeza metió la bocha en el palo más lejano de un sorprendido golero local.


De ahí en adelante, la incertidumbre le ganó la pulseada a Unión, porque ya lo relativamente prolijo que hizo el Tate en el mediocampo no se notó y Colón, con muy poco también, solo con algo de Moreno y Fabianesi y Prediger le alcanzó para pararse bien y así cerrarle las líneas a un poco claro Tatengue.

Con mucha vergüenza
Para el complemento, Kudelka dejó en los vestuarios a Cárdenas y colocó a Diego Jara. De esta forma en zona defensiva el rojiblanco se paró con tres en el fondo, pero en el comienzo las ideas seguían siendo escasas, porque solo el Tate jugaba cuando le llegaba la pelota a Rosales, quién con el correr del tiempo junto a Donnet y Montero comenzaron a superar a los volante rivales, fue así que a los 17 minutos y de pelota parada llegó el golazo de Jara y con un dueño de casa entonado logró el empate a los ‘23 de otro testazo de Correa.


De ahí y hasta el final, con orgullo, fútbol y con mucho sentido de pertenencia a los colores, éste equipo casi da vuelta el encuentro ante un tibio equipo Rojinegro, tan tibio que la única jugada de gol recién la tuvo a los 39 minutos y luego de un remate forzado del ingresado Chevantón.


Después de esa opción, el trámite siguió igual, aunque ya los Gladiadores de Kudelka mermaron el ataque contínuo, pero sí siguieron manejando el trámite de un encuentro que en líneas generales fue intenso y lealmente disputado, pero quedó la sensación sobre todo por el segundo tiempo que el más quiso siempre fue el Unión de FDK.