martes, 4 de octubre de 2011

Unión perdió 2 a 1 con Arsenal en Sarandí ( video)

Abrió el marcador de penal Rosales a los 7 minutos del primer tiempo para el Tate. Empató Trombetta de cabeza, a los 20 minutos. En el segundo tiempo, Obolo puso el definitivo dos a uno para Arsenal.

Unión perdió 2 a 1 con Arsenal en Sarandí

Unión estaba rescatando otro punto fuera de casa y llegaba a cuatro duelos sin caer como visitante, pero esta vez no pudo aguantar, tal vez por estar demasiado retrasado. Paulo Rosales (PT 7’) había puesto en ventaja a los santafesinos tras convertir un penal -mano de Danilo Gerlo-, pero Cristian Trombetta (PT 20’) lo igualó antes de irse al descanso. Pero, a los 37’, Enrique Bologna salió mal en un centro y Mauro Obolo, con todo su olfato goleador, le amargó la noche al elenco de Frank Darío Kudelka. El Tate aprovechó que su rival salió dormido a la cancha y, en los minutos iniciales, mostró lo mejor del partido. Rosales y Montero se asociaron bien por derecha y fueron punta de lanza en cada ofensiva. Mientras que Vidal y Bruna se plantaron en la mitad de la cancha y se impusieron al otro tándem, Ortiz-Marcone. Así, los de Frank Kudelka obligaron al error ajeno. Centro cruzado para el ingreso de Velázquez y Gerlo tuvo que meter la mano para cortar la jugada. Maglio acertó y sancionó la pena máxima. Esta vez fue el Pichi quien se hizo cargo y, con borde interno y una buena ejecución, clavó el balón contra el palo izquierdo pese al esfuerzo de Campestrini. No iban ni diez minutos y Unión demostraba que se siente más que cómodo jugando fuera de casa. Inclusive, tuvo situaciones -una detrás de la otra- muy claras para ampliar la brecha y disponer de mayor tranquilidad. Primero, Barrales obligó a Burdisso a cabecear contra su arco, pero la pelota dio en el travesaño y se fue al tiro de esquina. Desde el córner, Vélázquez se movió bien dentro del área y recibió sin marca. Su remate fue débil, pero encontró al ex Banfield bien parado. Definición de media vuelta del delantero y el uno local que tapó justo. Nuevo tiro de esquina y Avendaño ganó en lo alto, pero nuevamente encontró la resistencia del arquero local. La falta de puntería y fortuna de los santafesinos se volvió definitivamente en contra a los 20’, cuando llegó la igualdad. Leguizamón le dio con rosca en un tiro de esquina, Trombetta ganó en lo alto y dejó sin reacción a Bologna para poner las cosas como al principio. A partir de ahí, el encuentro cayó en un pozo. Arsenal apostó a atacar por derecha, con Torres ganando las espaldas de Velázquez, pero no tuvo claridad para terminar las ofensivas. Mientras que el Tate abusó del pelotazo y no asistió al Pichi Rosales con claridad. Así, el volumen de juego decreció y el partido se volvió impreciso. En el inicio del complemento se repitió el guión de la primera mitad, aunque sea en parte. Porque fue otra vez el conjunto visitante el que salió más adelantado y el que dispuso de alguna que otra situación de gol. A los 7’, Rosales habilitó bien a Montero, que falló en la definición. Rápidamente llegó la respuesta de Arsenal, con un cabezazo desviado de López. En el ida y vuelta que se generó en esos minutos, Velázquez se la robó a Gerlo y reventó el palo izquierdo de Campestrini, en la jugada más clara de la segunda mitad. Después de esa aproximación, Unión cometió un error que terminaría pagando demasiado caro y que su entrenador, con el resultado puesto, terminaría por asumir. El Tate se paró detrás de la mitad de la cancha para esperar y le dejó todo el protagonismo a su rival. Aunque, por un largo rato no sufrió. Arsenal manejaba el balón pero no llegaba a molestar a Bologna. Mientras que el conjunto de la Avenida no podía armar ninguna contra para sorprender a su rival. El Pichi era el más claro, pero ya no tenía la compañía de Velázquez y Montero. Así las cosas, el partido se encaminaba a un empate que era buen negocio. Mucho más después de dos tapadas consecutivas de Bologna, primero ante Obolo y después -todo en la misma jugada- frente Zelaya. Sin embargo, el uno santafesino es humano y en la siguiente se equivocó en una salida. La pelota quedó boyando y Obolo no perdonó. El intento desesperado por conseguir una agónica igualdad -lo tuvieron Pereyra y Velázquez- no dio resultado y Unión se volvió con las manos vacías de Sarandí, sin merecerlo

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