El viernes varios delincuentes se enfrentaron a tiros en el barrio Cabal. Cuando llegó la policía, uno de ellos buscó refugio en una casa. Los moradores de esa finca denunciaron el violento maltrato policial.
El sábado por la mañana, los esposos José María Vega, de 38 años, y Fabiana Daniela Vera se presentaron espontáneamente en la sede de la delegación zona norte de Asuntos Internos y denunciaron a varios policías que actuaron en un procedimiento frente a su domicilio particular ubicado sobre calle Boneo al 5.600, entre Ignacio Crespo y camino viejo a Esperanza, en el barrio Cabal, como los autores de la violenta golpiza que recibieron. Los esposos dijeron que toda la situación se desató luego de un enfrentamiento armado entre delincuentes integrantes de bandas antagónicas que resuelven sus entuertos a los tiros y que, con la llegada de la policía, uno de los atacantes ingresó a su casa sin permiso, y esto originó que los policías actuaron contra ellos y los golpearan con violencia. El relato de lo sucedido José María Vega, de 38 años, y Fabiana Daniela Vera dialogaron con Diario UNO de Santa Fe y expusieron voluntariamente la situación que debieron atravesar en su casa el viernes al mediodía. —¿Pueden ustedes narrarnos qué fue lo que sucedió el viernes en la puerta de su vivienda particular? —Sí, claro. Ese día a esa hora, varios muchachos de bandas de delincuentes que son antagónicas decidieron nuevamente resolver sus diferencias a los tiros, y se produjo un enfrentamiento armado en el corazón del barrio Cabal, que es adonde vivimos nosotros. Como consecuencia de semejante situación, los vecinos del barrio llamaron al 911 y denunciaron el suceso, solicitando presencia policial. Minutos después arribaron numerosos policías en los patrulleros, y a uno de los protagonistas de los disparos comenzaron a correrlo a pie. Este muchacho no tuvo mejor idea que buscar refugio en mi casa, pegándole una patada al portón e ingresando al patio. Un policía lo corrió hasta detenerlo. —¿Hasta ahí parece un procedimiento policial normal? —Sí. Pero yo le pedí al policía poder entrar a mi casa, porque mi hijo estaba mirando televisión, escuchó todo lo sucedido, y me llamaba a los gritos. La cuestión es que el policía me dijo que no pasara a mi casa, y yo nuevamente le explique que mi hijo de ocho años estaba como loco. Entonces el policía entró a mi casa, yo le dije que eso no podía hacerlo porque no tenía una orden de allanamiento; el agente me dijo que salga afuera y fue cuando me golpeó frente a todos los vecinos del barrio. Mi mujer, que estaba preparando la comida para los chicos del comedor comunitario De mis Sueños, intercedió para que no me golpeen, y un policía le pegó un empujón y la tiro al suelo. Finalmente, llegó mi hijo Pablo Vega, de 21 años, que también intentó hacer que los policías depongan la actitud, pero a él y a mí nos terminaron llevando detenidos a la comisaría 10ª, adonde nuevamente me golpearon. Por eso, los denunciamos en Asuntos Internos.
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