Los festejos por "Halloween" son cada vez más comunes en la Argentina |
La mayoría son miembros de comunidades religiosas, que proponen como contrafestejo la Fiesta de la Luz. Otros expresan en las redes sociales las críticas a la invasión cultural.
Si bien la fiesta tiene origen celta y es un clásico en los Estados Unidos (ver aparte), en Argentina hay un furor en aumento por el “festejo de la calabaza”. Tal como sucedió con San Patricio o San Valentín, Halloween es otra de las festividades importadas que empieza a incorporarse como tradición nacional.
Sin embargo, en paralelo a la invasión de zoombies y calaberas que copan las vidrieras aparecen movimientos de resistencia a este fenómeno, la mayoría de ellos de origen religioso, que proponen un contrafestejo: la Celebración de la Luz.
Movida religiosa. “A nosotros nos alarmó porque, como argentinos, vimos que se estaba festejando Halloween como una fiesta nuestra y la gente lo estaba aceptando de manera muy pasiva”, fundamenta a PERFIL Luz López, organizadora de la Fiesta de la Luz, una actividad gratuita para chicos de 2 a 12 años, que organiza un grupo de 14 iglesias en la provincia de Córdoba.
López aclara que la intención no es juzgar y condenar a quienes festejan la Noche de Brujas, pero sí ofrecer una opción diferente que tiene que ver más con las raíces argentinas para poder enfrentarse a una nueva moda y costumbre traída del extranjero.
“El objetivo es que los chicos se diviertan de una manera creativa a través de juegos, dramatizaciones y arte”, sintetiza.
Si bien hasta 2010 la iniciativa nunca había salido de Córdoba, este año la Fiesta de la Luz se hará también en las provincias de Corrientes y Buenos Aires.
Otra defensora del proyecto anti-Halloween es Liliana Ortega, organizadora de un evento que se llevó cabo en San Nicolás de los Arroyos. En diálogo con PERFIL la mujer anticipó que el “objetivo a futuro” es propagar el movimiento hasta las calles porteñas.
Protestas virtuales. Aunque las agrupaciones católicas y evángelicas son quienes se manifiestan más ferreamente contra estos festejos, también hay grupos opositores a la invasión cultural que esto significa. “Halloween es una fiesta importada principalmente por motivos comerciales, que no tiene nada que ver con la realidad argentina y que, además, responde a cierta subordinación cultural aún presente en nuestra sociedad”, sostiene María Rosa Lojo, escritora especializada en cultos, santos y mitos argentinos.
En países como Chile y España también se organizan fiestas y marchas anti-Halloween, sin carácter religioso.
“No sólo no me cabe la celebración, sino que odio las brujas también...Me sumo al grupo anti-Halloween”, dice un seguidor de “Yo también Odio el Halloween”, en Facebook.
Es que parte de esta disconformidad también se puede palpar en las redes sociales. “Además de los motivos religiosos es una fiesta alienante, definitvamente no la soporto”, postea Frank Ruiz. “Por qué celebran estas fiestas gringas”, se queja otro. Hay hashtags en Twitter y varios grupos en Facebook como el “No a la celebración de Halloween en Argentina”
Entre los comentarios de los usuarios, uno de ellos propone la idea de organizar una fiesta anti-Halloween para el año próximo, que incluya gorros coya como dress code.
Una celebración de origen celta
La palabra Halloween viene de la expresión inglesa All Hallows Eve, que en inglés antiguo significa “víspera de todos los santos”.
De origen celta, los inmigrantes irlandesesque se instalaron en Estados Unidos popularizaron esta festividad en ese país.
En Austria se festeja dejando pan y agua junto a una luz encendida antes de irse a dormir, por si las almas de los muertos regresan.
La influencia de la cultura estadounidense, a través del cine y series, tambien logró que países como México, Colombia y Chile, arraigados a sus fiestas nacionales, se unan a la celebración.
En los Estados Unidos el boom de Halloween es visible en las casas de todos los barrios y en la decoración de los comercios, las fiestas de disfraces y el desfile de niños que con la frase “dulce o truco” golpean las puertas de las casas de sus vecinos en búsqueda de mantener viva la fiesta de los muertos que ya es parte de la cultura mundial.
La movida en Argentina
Si bien en ningún país la celebración supera las proporciones que tiene en los Estados Unidos, desde hace varias semanas las tiendas de disfraces locales tienen reservas de trajes para “las fiestas de la calabaza” versión argentina. “La demanda de disfraces aumenta para esta época. Antes sólo pedían capas, máscaras y sombreros. Ahora se alquilan trajes completos de todo tipo de personajes”, cuenta Alejandro Botteccihia, de la tienda TodoDisfraz. Muchos comercios también ambientan sus vidrieras para seguir la tendencia. “Los clientes se divierten con las calabazas y las telas de araña. Es otra manera de atraer más público al negocio, por más que nos llenemos de esqueletos por una semana”, confiesa Joela Caminos, comerciante de Parque Patricios.
El tradicional festejo también llega a las aulas de establecimientos educativos bilingües y de institutos de inglés. “Los propios alumnos proponen celebrar y disfrazarse. Me pareció un elemento más para articular la clase”, explica Soledad Sanchez, docente de arte.
Desde el pasado jueves muchos bares y boliches porteños propusieron conmemorar a los muertos con “La fiesta del terror”, desfiles de zombies y fiestas pre-Halloween. “Acá se vive de manera distinta. Los argentinos adaptan la celebración a su estilo, se disfrazan no sólo de terror, para divertirse, y nadie deja de sumarse a una corriente muy aceptada en los últimos años”, cuenta Fabián Ergas, encargado de la disco Rumi.
Tal como sucedió en California, París o Madrid, hoy se realizará una nueva edición de la Zombie Walk a partir de las 15 en Plaza San Martín. y terminará en el Obelisco.
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