domingo, 23 de septiembre de 2018

3 Sencillos Pasos Para Tener Suerte [comprobado]

Qué suerte que tiene, todo le sale bien. Cada cosa que se propone la logra. No le gusta un trabajo, lo deja y consigue otro enseguida. O pasa meses sin trabajar igual, siempre alguna vuelta le encuentra.
¿Te enteraste? Hace un par de meses se separó y ya encontró pareja de nuevo, qué suerte tiene. Son tan felices.
¿Cómo hace? ¡Qué suerte tiene!
A mí, por el contrario, siempre me va mal. Hace años que quiero dejar este trabajo y no puedo. Yo no puedo, tengo una familia que mantener y un montón de gastos. Y de mi matrimonio, mejor ni hablar, es siempre igual todo lo mismo, siento que me quita mi libertad. Pero claro, no puedo separarme, yo no puedo. En mi caso es distinto. Es la vida que me tocó. Ojalá pudiera, pero no puedo. Algún día, lo voy a hacer. Voy a ahorrar un montón, me voy a separar y renunciar. Ahora no porque no puedo, no tengo las mismas posibilidades que otra gente. ¡Qué suerte tienen!
Te parece un discurso conocido, ¿verdad? Estoy segura de que no sos capaz de contar cuántas veces escuchaste qué suerte tenés/tienen!
Qué suerte… y qué fácil adjudicarle a la suerte el poder de cambiar una vida. Si me va mal en todo lo que hago, es porque la mala suerte me persigue y no me deja avanzar. Es cosa del destino, del azar.
La falta de valentía nada tiene que ver con tener una vida miserable, monótona y común. Endeudarse innecesariamente con tarjetas de crédito solo para tener ese par de championes que tal jugador de fútbol tiene, o comprar esa super televisión extra full HD con diamantes en los bordes (bueno quizás exagere en esa parte) es puro obrar de la mala suerte. Que no llegues a fin de mes es mala suerte.
Por eso hoy quiero enseñarte a cambiar esa suerte y volcarla a tu favor.
El primero paso es dejar de creer que las personas que triunfan y tienen éxito lo hacen porque tienen una colección de tréboles de cuatro hojas o algo así. Las personas tienen éxito por la simple razón de que no le temen al fracaso, porque no se rinden, porque escalan montañas altas como sus sueños más locos, y aunque se lastimen las manos no se detienen. Saben que esas cicatricen son trofeos eternos que les recordarán que sí pudieron, que sí se puede.
Trabajan constantemente y se comprometen con su propósito, aprenden a disfrutar el camino y jamás se rinden.
Segundo paso
Dejar de quejarte. Mientras vos te quejas hay gente allá fuera amasando fortunas, cosechando éxitos, gobernando su propia vida, viajando por el mundo. Si de verdad odias ese trabajo, ¿Por qué seguís en él? ¿Por qué no buscas otra alternativa?
Traza una nueva estrategia. Imagina que estás jugando un partido de ajedrez, gana la mejor estrategia no quien tenga más suerte.
¿No te consideras lo suficientemente capaz de darle un giro positivo a tu vida?
Tercer paso
Como dice una canción: “la mala suerte no es verdad”. Son tus acciones las que provocan determinas reacciones. Si sos una persona desorganizada, incapaz de enfocarte, sin metas ni propósitos que simplemente se limita a respirar, solo vas a ver caos reflejado en tu vida, un movimiento constante de factores que te alteran de manera negativa y a eso le vas a llamar mala suerte. Pero si por el contrario tenés un plan de trabajo para lograr tus objetivos y estos comienzan a cumplirse, le vas a llamar buena suerte.
Entonces, a modo de resumen:
1. Las personas triunfan porque trabajan duro y se comprometen con su éxito.
2. No se quejan, actúan para cambiar lo que nos les gusta de su vida.
3. Saben que la mala suerte es un mito, son responsables de las decisiones que toman. Tienen un plan de trabajo.
La mala suerte y la buena suerte son la misma cosa, en tus manos está el poder de darle el sentido que quieras.
La buena suerte, el destino, el universo, te van a acompañar si VOS te acompañas y das el primero paso para cambiar tu vida.
Hoy, te doy la garantía de que si das ese paso tu vida nunca va a volver a ser la misma. Vos ya no vas a volver a ser como antes.
Y si ya lo diste, si estas empezando ese cambio vas a saber de lo que hablo, y seguramente en algún momento dudes, te entre el miedo, las ganas de volver a tu zona de confort y ahí es cuando más tenés que tener presente: sos tu propia buena suerte, usate a tu favor.
Que tus metas sean tu amuleto mágico, tus sueños el motor que te impulse hacia adelante y tus alas tu pasión, que sean las más hermosas y magnificas del mundo, y te lleven al lugar donde querés estar.
No te rindas, no bajes los brazos, que aun te queda mucho por caminar, y esos pies descalzos y cansados, van a encontrar respiro. Pero ahora, esto recién comienza.
Y es lo mejor que te puede estar pasando.
>>No olvides dejar tu comentario.
Nos vemos en la cima!

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