viernes, 18 de septiembre de 2015

A metros de la peatonal Asalto y amenaza macabra

Armado con una jeringa y diciendo que tenía sida un hombre irrumpió en una pilchería de La Rioja al 2600. Tras maniatar a la empleada se llevó el dinero de la caja, un celular, una notebook y algo de mercaderías.

El atraco se consumó a media tarde, en momentos que la zona estaba repleta de personas y vehículos. Foto:Danilo Chiapello

Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com

“¡Tengo sida. Si te movés te pincho!”, fue la macabra amenaza que ayer utilizó un delincuente para reducir a la empleada de una pilchería céntrica. Luego, tras maniatar a la mujer, el sujeto robó el dinero de la caja, un teléfono celular, una notebook y algo de mercaderías.

Tan grave episodio aconteció la tarde de ayer en un negocio ubicado en La Rioja al 2600, esto es, a escasos metros de la peatonal San Martín.

Eran cerca de las 17,30 cuando un hombre, de unos 30 años y buen aspecto, ingresó al local. Al supuesto “cliente” se lo veía “super tranquilo y en principio no pude sospechar nada raro”, dijo hoy la víctima en diálogo con El Litoral.

“Quedé helada”

“Me dijo que tenía HIV y que si me movía me iba a pinchar. Yo me quedé helada por el terror que sentí. Acto seguido sacó un arma de fuego”, relató.

“Tras observar que no entraba nadie el tipo me llevó hacia el sector donde están los probadores y me ató las manos y los pies con precintos plásticos.

Después arrasó con todo lo que le pareció de valor. Se llevó algo de ropa, el dinero de la caja, mi computadora y un teléfono celular. Yo ví que tenía una mochila cuando entró, así que supongo que cargó todas las cosas ahí.

Al cabo de unos minutos quedó todo en silencio. Cuando me di cuenta que se había ido me saqué uno de los precintos. Como pude llegué hasta el mostrador y corté la otra atadura que tenía.

Sin límites

“No entiendo todo lo que está pasando”, prosiguió. “Había mucha gente caminando por acá al momento del robo. Es evidente que no le temen a nada. Lo único es que de ahora en adelante voy a tener que atender con la puerta cerrada ó tendré que poner un portero eléctrico.

Me da pena porque yo estaba convencida que había que atender con la puerta abierta. Pero bueno..., este tipo de cosas, te pegan muy fuerte y te obligan a replantearte las cosas.


No es la primera vez que roban por esta zona. En realidad la mayoría de los negocios de esta cuadra ya han sufrido algún tipo de asalto. No hay límites. Esto pasó en pleno horario comercial y con la calle repleta de gente”, sentenció.

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