“Estamos en la antesalas del histórico reconocimiento de nuestros derechos”

 

El procesamiento del que fuí objeto es una de las tantas agresiones que venimos sufriendo los trabajadores policiales y penitenciarios a lo largo y lo ancho de nuestro país, proviene del mismo sistema que nos somete y explota y busca hacernos bajar los brazos. A ello como lo hacemos seguiremos oponiendo nuestra verdad y ofreciendo nuestros mejores hombres, mujeres y testimonios.

 

Por Alberto Martínez (*)

 

Paso a paso se va cayendo cada mentira que han desplegado desde el mismo poder para “disciplinarnos socialmente” utilizando el terror como arma tal cual lo hicieron en décadas pasadas. Cercenar las libertades es el objetivo y en ello se inscribe el capitulo mas virulento de esta ya inocultable criminalización de la protesta social.

 

Quizás resulte novedoso que el protagonista sea el trabajador de este sector aunque era de esperar ante semejante cuadro que violenta no solo el bolsillo sino la dignidad de la persona que decide rebelarse no contra las autoridades sino contra este estado de cosas que nos agravian a diario.

 

En medio de esto creer que algunos de los cuatro dirigentes gremiales que figuramos en la resolución judicial estamos disociados de este cuadro de situación es de una linealidad y una pobreza de análisis que ciega a quienes deseen saber de que se trata esto.

 

Acá hay dirigentes que abrazamos una causa y que nos hemos puesto al frente de una huelga haciendo uso de nuestra atribuciones naturales y que el marco legal nos permite; desde siempre sostuvimos que “El ejercicio de un derecho no constituye un delito” y en ese contexto actuamos.  En un plano mas practico Abasto, Patiño, Pagani y este servidor estamos procesados por denunciar la explotación laboral, la humillación de los trabajadores con sueldos indignos, con jornadas ilimitadas de trabajo, con permanentes arbitrariedades que nos niegan hasta los mismísimos derechos electorales y ademas por ser consecuentes con la defensa de los intereses de nuestro gremio desde un sindicato constituido hace ya catorce años con un derrotero que reconoce acierto y errores pero que siempre ha tenido ese objetivo. Esta bueno decir que estamos procesados tambien por no arrodillarnos ante el poder y porque no decirlo no apuntar compañeros, hacer listas negras a cambio de unas mugrosas rupias como hacen algunos a los que perfectamente conocemos y que dicen ser sindicalistas.

 

Entendiendo esto de esa forma nos resta saber porque “ahora” nos procesan ya que nada de lo que hacen esta librado al azar. Analicemos: 

 

1º) Se hace desde un fiscal que forma parte del filo terrorista Movimiento Evita que a nivel nacional conduce Emilio Pérsico y a nivel provincial el por ahora diputado provincial Gerardo Rico, conocidos enemigos de cualquier cosa que lleve uniforme (léase churreros, heladeros y por supuesto policías). 

 

2º) Esta enmarcado en un plan nacional conducido por la propia Procuradora Gils Carbó y ordenado por la mismísima Presidente de la Nación que se ha expresado y nos ha condenado públicamente incluso en una de sus múltiples “cadenas nacionales” constituyéndose en la mas clara violencia moral sobre los magistrados y además una violación de nuestras garantías ciudadanas.

 

3º) Se nos ataca luego de que el 13 de Agosto pasado la Corte Suprema de Justicia de la Nación en audiencia publica atendió el caso de violación de la constitucionalidad en uno de los expedientes (Caso Sipoba) que tenemos los trabajadores del sector por la negativa a ser reconocidos. Todo indica que la resolución definitiva del máximo organismo judicial del país será favorable a los policías y penitenciarios.

 

4º) Se da también luego de que la Confederación General del Trabajo diera su apoyo al derecho a sindicalizarnos y solicitara a la corte como “Amicus” sobre nuestro reconocimiento y se comenzara a trabajar en el gran acto que se llevará a cabo el 28 de setiembre próximo en la casa de los trabajadores argentinos con la presencia de los máximos dirigentes gremiales del país y de la países limítrofes.

 

Es evidente como dije que “Estamos en la antesalas del histórico reconocimiento de nuestros derechos”. Así será porque una montaña de mentiras, ilegalidades y arbitrariedades ceden ante el paso de la verdad en este caso de los trabajadores.

 

¡Viva la policía argentina! ¡Vivan los penitenciarios argentinos!

 

(*) Secretario General APROPOL

 

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