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viernes, 2 de enero de 2015

SANTA FE Pirotecnia: un herido menos que en Navidad

El 24 y el 25 de diciembre se atendieron ocho casos. En Año Nuevo, siete: seis en el Hospital Alassia y uno en el Cullen. Los niños son los más afectados, según directivos del hospital que los atendieron.
Diario UNO | 
Pirotecnia: un herido menos que en Navidad

Si bien el número de casos no impacta por su cifra, y por fortuna son pocos, la otra cara de las cifras es el 99 por ciento (seis de un total de siete) de los heridos por pirotecnia en Año Nuevo fueron chicos de dos a 12 años; y que la edad promedio de los afectados fue de cuatro años. 
Un herido menos que en Navidad, aunque la pregunta es por qué sigue ocurriendo esto con los niños.
La doctora Susana Mauviel, una de la directoras asociadas del hospital Alassia, no pudo –ni menos todavía le corresponde– dar una respuesta a ello. Sí proporcionar las cifras, en el marco de algunas reflexiones.

“En Año Nuevo ingresaron seis chicos con heridas por pirotecnia. Tres de ellos con lesiones en la zona periorbitaria y palpebral (cercana a los ojos y a los párpados) aunque afortunadamente no comprometieron las córneas ni los globos oculares. En estos tres casos hubo solo heridas provocadas por la quemadura y la exposición, que no revistieron mayor gravedad, por lo que se los medicó y siguen con tratamiento ambulatorio, en sus hogares”, detalló.

“También –prosiguió– hubo dos chicos con heridas leves en las manos. Generalmente estas ocurren por el uso de estrellitas y petardos pequeños que los queman porque se les pegan a las manos o tardan en prender y les estallan”.

Esos dos niños con heridas en las manos recibieron las atenciones del caso, se le proporcionó medicación y el tratamiento es ambulatorio.

Preocupación
Posteriormente, señaló con énfasis la doctora Susana Mauviel: “Es notable que el promedio de edad de los afectados sea de cuatro años y que tengamos chiquitos de dos con lesiones”.

Otro cuestionamiento –y un verdadero e impostergable llamado de atención para quienes deberían controlar y regular el uso de la pirotecnia, y a los padres y al entorno de los niños– se desprende de reflexionar sobre el siguiente caso: “Una niña de siete años permanece internada y en observación porque será sometida a una cirugía menor, aunque requiere de una sedación para que esté tranquila, no se mueva y fundamentalmente para que no sienta dolor. Ingresó con una herida importante en el cuero cabelludo producida por una esquirla de una bomba de estruendo que le explotó cerca. Alguien la tiró (no ella) e impactó en su cabeza. Algo que se podría haber evitado. Lamentablemente, no ocurrió”, describió y cuestionó la profesional.

Y concluyó: “Se le hará una cirugía toilette. Con ella se limpia bien la zona de la herida para evitar infecciones u otros inconvenientes”.

El caso siete se produjo en el Cullen. Fue una persona mayor de edad que no quedó internada.
Y, según confirmaron desde los hospitales Iturraspe y Mira y López, allí no atendieron ningún caso. 

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