El jefe Juan P. Garro (der.) y el subjefe Adrián Rodríguez (izq.).- Foto:Flavio Raina
Ivana Fux
ifux@ellitoral.com
El mismo día en el que cerró el año con más homicidios en el departamento La Capital, asumió una nueva conducción en la Unidad Regional I de policía. Juan Pablo Garro y Adrián Rodríguez fueron puestos en funciones en una ceremonia simple que se realizó esta mañana en la propia sede de la Jefatura. Fue un acto huérfano de autoridades políticas; sólo estuvo el representante del Ministerio de Seguridad por la Región 3, Miguel Picca. Tampoco estuvo el Jefe de la Policía provincial, Omar Odriozola.
El arribo de los nuevos funcionarios se produce a diez días de que el propio gobierno concediera una “licencia transitoria” a la cúpula que encabezan Sergio Vergara y Sergio Fernández, hasta tanto esclarecieran ante la justicia federal las presuntas responsabilidades en el operativo policial de noviembre, cuando se halló abandonado en Arroyo Leyes un camión con más de una tonelada y media de marihuana. Para muchos, esa “licencia” ya implicaba un desplazamiento o relevo, aunque el gobierno nunca lo admitió en esos términos. Incluso esta mañana, consultado por El Litoral, Picca dijo que los jefes anteriores continuarán en licencia, “hasta tanto se despeje la situación judicial. Al mismo tiempo -explicó-, era menester que la Unidad Regional I tuviera mandos efectivos; hasta aquí venía haciendo un reemplazo el comisario Rubén Cabral, pero él también estaba cumpliendo funciones en la División de Investigaciones, de manera que era imperioso concretar una gestión de mando directo y efectivo para que la URI pudiera contar con superiores que impartiesen claramente las órdenes”. El funcionario acotó que siguen atentamente “la evolución de la causa judicial” para determinar el futuro de los jefes anteriores. “Ahora entrábamos en un período de feria y se hacía demasiado incierto el panorama; era dilatar el tema demasiado en el tiempo”, justificó.
Cuestionado
Además de la expectativa por el accionar de los nuevos jefes para mitigar los dramáticos índices de inseguridad y violencia en Santa Fe, la asunción de hoy estuvo atravesada por un cuestionamiento que emergió de los antecedentes de Garro. El flamante jefe, cuando estaba a cargo en 2006 del Grupo de Operaciones Especiales, fue denunciado por un subalterno por discriminación, y separado de su cargo por el entonces Jefe de la URI, Jorge Hek. Esta mañana, en diálogo con la prensa, el director de Asuntos Internos, Julián Aranda, confirmó el sumario y causa judicial de entonces, pero aclaró que ambos procedimientos “fueron archivados” (ver más en nota relacionada). Picca, por su parte, defendió la designación y la trayectoria del nuevo jefe.
Gestión
En cuanto a las principales líneas de trabajo, Garro dijo que realizarán megaoperativos, pero sostenidos en el tiempo. “Los vamos a hacer, pero no sólo los primeros días de gestión; vamos a tratar de sostenerlos, porque si los hacemos sólo los primeros días, no tiene sentido”, anunció. Dijo que un aspecto central de la gestión será “el control, tanto del delito como del personal policial. Trataremos de que ese personal vaya por los caminos normales”.
Consultado por El Litoral, admitió que “es un desafío” asumir en este año que fue récord en materia de homicidios. “Es un desafío enorme -insistió-; nos estuvimos formando y realizando cursos para llegar a este momento. Es un desafío pero también un halago que nos nombren como conducción de la URI”.
Carro prometio armar “un buen equipo de trabajo”, y garantizó presencia policial en las calles. “Con estas dos cosas, creo que se puede solucionar, no le digo de manera total, pero sí en un setenta por ciento el delito en la calle”, concluyó.
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Antecedentes
El comisario Juan Pablo Garro se desempeñaba como jefe de la Unidad Regional XIII en el Departamento San Cristóbal. El comisario inspector Adrián Rodríguez se desempeñó en el Departamento de Informaciones de la Policía provincial.
Cambios
Consultado sobre si hará cambios en las actuales estructuras de la Unidad Regional, Garro dijo que lo evaluará. “Si hay que hacer cambios, los haremos; la gente que es potable y sirve para cumplir diferentes funciones, la vamos a dejar”, aseguró. “Con los medios humanos y materiales que tenemos, trataremos de hacer la mayor prevención posible”, aseveró.
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