miércoles, 31 de diciembre de 2014

Funcionarios chinos usaron a enfermos de sida para amenazar gente

Según informó la agencia oficial de noticias Xinhua, uno de los cuatro sancionados es Wang Hesheng, subdirector de la oficina de vivienda del distrito de la ciudad de Nanyang donde se pretende derrumbar un bloque de edificios para construir nuevos inmubles dentro de un plan gubernamental.

El Gobierno de Nanyang anunció este sábado los castigos disciplinarios a estos funcionarios por este caso que ya provocó la detención de cinco personas este jueves.

Previamente, el Gobierno de Nanyang había confirmado a la agencia la existencia de este colectivo de portadores de sida, aunque negó que estuviera contratado por el Ejecutivo local.

Los habitantes de la ciudad llevaban denunciando desde principios de diciembre el acoso de un grupo de personas que decían tener el sida y que amenazaban con contagiarles si no dejaban sus casas, aunque las autoridades no reaccionaron hasta esta semana.

La difusión a través de internet de una fotografía de un grafiti en el que se lee "Equipo de demolición sida" pintado en la zona que se pretende derribar ha generado polémica en las redes sociales del gigante asiático en los últimos días.

Algunos vecinos relataron a medios chinos que uno de los supuestos enfermos de sida les mostró documentación acreditativa de que padecía la enfermedad, por lo que algunos residentes huyeron de sus casas por temor al contagio.

Según la agencia oficial china, una empresa de demoliciones local, Yi'an, subcontrató a los enfermos de sida para que intimidaran a los residentes que se resistían a abandonar sus viviendas y así acelerar el proceso.

Así, un grupo de de seis personas amenazó a los vecinos con contagiarles el sida y los acosó lanzando petardos o rompiéndoles las ventanas de sus casas.

La práctica de contratar a enfermos de sida -o personas que afirman serlo, pues no en todos casos padecen la enfermedad- por parte de empresas de demolición o de cobro de deudas para acelerar el desalojo de viviendas o el pago ya se dio en China hace una década.

Una de las zonas donde más se llevó a cabo esta práctica fue Henan, una de las provincias de China más azotadas por el sida, ya que en la década de 1990 muchos de sus habitantes contrajeron el virus por culpa de la proliferación de centros de compraventa de sangre sin las necesarias condiciones higiénicas.

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