La Municipalidad de Fray Luis Beltrán decidió quitarle la concesión del agua a la Cooperativa de Agua Potable y Otros Servicios (Coaposer) y hacer que el municipio pase a administrar el suministro, que desde hace tiempo se ve afectado por falta de mantenimiento y desmanejos, entre otras irregularidades.
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La iniciativa fue remitida la semana pasada al Concejo, que lo devolvió para completar algunos requisitos y, según estimó la intendenta Liliana Canut, estará listo para reenviarlo mañana mismo.
Sin abundar en detalles legales —que es precisamente lo que demandó el Concejo y que el Ejecutivo se encuentra elaborando—, la mandataria explicó a La Capital que "la idea es desvincular de la cooperativa exclusivamente el servicio de agua y crear una dependencia municipal, garantizando la permanencia de los empleados. El objetivo es que a cada beltranense le llegue el agua potable en cantidad y con calidad". En tanto, la prestación de sepelios y de salud que brinda la Coaposer continuará bajo la órbita de ésta.
Para la intendenta "sobran los motivos" para rescindir la concesión: "El servicio no se presta debidamente, los empleados no cobran en tiempo y forma y la gente ya no cree más en la actual administración. Han pasado muchos años de desidia sin inversión y, en consecuencia, todo colapsó. El estado de la planta es calamitoso, todo está atado con alambre. Con todo esto, la Municipalidad tiene todo el derecho de proceder ante el incumplimiento de lo pactado", sentenció.
Mala calidad. Meses atrás el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress) realizó inspecciones y determinó el bajo nivel de calidad del agua en la localidad, la falta de mantenimiento y la aparición de bacterias, metales y turbidez en la producción. El organismo intimó sin éxito a la cooperativa para que regularice la situación. Por esto y a raíz de las altas temperaturas de esta época es que Canut recomendó a los vecinos que tomen la precaución de hervir el agua antes de consumirla.
El suministro se presta con baja presión, especialmente en el barrio Granaderos, donde los vecinos son asistidos por personal del corralón municipal que les acercan el vital elemento.
Canut aseguró que el servicio subsiste gracias al esfuerzo de los empleados de la cooperativa, que "se las ingenian para reparar y hacer funcionar las cosas". También destacó la colaboración de varias empresas que aportan bombas extractoras y materiales y el trabajo que brinda el municipio, que responde ante las emergencias como roturas de caños. "Independientemente de los que la Coaposer haga o no haga, la responsabilidad es mía y es por eso que ante cualquier imprevisto es a mi casa a donde se llama", señaló. Por otra parte, la mandataria agradeció la asistencia que brinda a la ciudad Aguas Santafesinas SA, que aporta una bomba, y del Enress, por su asesoramiento.
Antecedente. "Antes de asumir como intendenta ya empezamos a gestionar ante la provincia para conseguir ayuda", acotó la mandataria. Es así como el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, se comprometió a enviar dinero para una nueva planta compacta, en el mismo lugar. Mientras llegue este beneficio, "es necesario cambiar la estructura y reemplazar motores, entre otros arreglos momentáneos", añadió Canut, y pidió "paciencia" a la población. "Hay que pasar enero y febrero, que son los meses de mayor demanda. Está todo pensado, sólo falta el tiempo y el dinero".
La Coaposer está encabezada por una comisión que hace un año debería haberse renovado, por lo que estaría ejerciendo en forma ilegal. Para este viernes convocó a una asamblea para nombrar nuevas autoridades, aunque "hasta el momento no se sabe si se presentará alguna lista", indicó Canut. Independientemente de los resultados, "el proyecto de una gestión municipal del servicio seguirá en pie", advirtió.
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