lunes, 27 de mayo de 2013

ROSARIO: "No puedo asegurar que no haya existido trata adentro de La Rosa"

Tras el allanamiento del fin de semana a la whiskería de Callao al 100 de Rosario, las medidas judiciales continuarán hoy en Tribunales. La jueza Rodenas indagará al dueño del cabaret, el Indio Blanco. "No debe ser el único proxeneta en Rosario", arriesgó la magistrada. El allanamiento en La Rosa Sexy Bar demostró una situación varias veces denunciada: que las alternadoras ofrecían servicios sexuales.
La Capital | 
     Luego de pasar dos días detenido, el dueño del cabaret La Rosa, Juan Cabrera, más conocido como Indio Blanco, será indagado hoy por la jueza de Instrucción 2ª, Alejandra Rodenas. La medida será la prosecución en sede judicial del espectacular allanamiento que el sábado a la madrugada terminó con la clausura de la whiskería, tras confirmarse que el local estaba conectado con un hotel alojamiento lindero, casualmente propiedad de una ex pareja de Cabrera, y que a él llegaban las alternadoras del cabaret junto a clientes. Aunque Cabrera intentó huir, terminó apresado e incomunicado, imputado de los delitos de "facilitamiento de la prostitución" y "explotación económica de la prostitución ajena". Eso por ahora, porque la magistrada no descarta nada: tampoco la posibilidad de que en el local haya habido trata de personas. "El Estado me paga para sospechar", afirmó, el mismo "deber" que ya la llevó a deducir que el Indio Blanco "no debe ser el único proxeneta en Rosario".
    El procedimiento en el local nocturno de Callao al 100 fue encabezado por el fiscal de causas NN, Marcelo Vienna, quien comenzó la investigación "de oficio" en agosto pasado y ahora será reemplazado por su colega Nora Marull.
    Una pregunta periodística sobre si el propietario de La Rosa Sexy Bar (también del clausurado Palacio de Berlusconi y del boliche Willie Dixon) no contaba con algún tipo de "protección" que lo amparara de la sanción legal fue lo que decidió a Vienna a comprometerse en la búsqueda de una respuesta, contó ayer el propio fiscal.
    Rodenas resaltó la "valentía" del fiscal, ya que al momento de iniciar la investigación "la sociedad no estaba tan atravesada por este debate" y "ni siquiera había salido el fallo por el caso de Marita Verón".
    Así fue como, después de meses de trabajo silencioso, el sábado La Rosa terminó allanado por las máximas autoridades y personal de la Secretaría de Prevención e Investigación de Delitos Complejos, la división Trata de Personas y las Tropas de Operaciones Especiales.
    Luego la jueza también llegó al local y de hecho fue ella quien ordenó clausurar el local, curiosamente después de que inspectores municipales se negaran a hacerlo. "Esto recién empieza: no descarto que la investigación nos lleve a otros lugares y sea la punta de un ovillo".
    El dato clave que había que constatar (con fuertes indicios ya durante la investigación) era el vínculo entre el cabaret y el hospedaje.
    Al respecto, tanto Rodenas como Vienna y la titular de Delitos Complejos, Ana Viglione, fueron coincidentes: los locales no sólo estaban conectados por dos puertas (una en planta baja y otra en la terraza), sino que compartían servicios (una misma instalación eléctrica y de cableado) y en cada uno de ellos había una cámara que monitoreaba el movimiento del otro.
    Por eso, el equipo "muy completo" que llevó adelante el operativo contó con técnicos en electricidad e informática, recordó Viglione.
    El único que negó que existiera conexión entre el bar y el alojamiento fue el defensor del Indio Blanco, Paul Krupnick. "Son dos negocios separados: edilicia y comercialmente", afirmó, pese a que casualmente el hotel pertenece, según el abogado, a una "ex" mujer de su cliente.
    Para Krupnick, el procedimiento "no les hace ningún favor a las alternadoras, contratadas en regla, sin sometimiento, y que ahora se quedan sin trabajo". Por eso, aseguró, se harán presentes en el juzgado.
    Siempre según el abogado, "si una alternadora después se iba con un cliente" Cabrera "no lucraba con esa situación" y, desde esa perspectiva, "le daba lo mismo si iban al hotel de al lado o al Presidente".
    Y en la misma línea argumental a la que viene apelando para defender a otro de sus clientes, el ex jefe de policía Hugo Tognolli (procesado como coautor de narcotráfico por la Justicia federal), Krupnick sostuvo que la detención de Cabrera está "teñida de un componente político, en el marco de las disputas entre el gobierno provincial y nacional".
    "No fue azaroso que el allanamiento se diera un sábado para que el domingo fuera la tapa de La Capital", disparó.
    Pero las precauciones para que nada quedara librado al azar parecen haber corrido por otros carriles para la Justicia, sobre todo para evitar filtraciones que pudieran comprometer (como ha sucedido tantas veces) el éxito del procedimiento.
    "Todo fue muy rápido y cuidadoso", detalló Viglione. Quizás por eso "nadie reaccionó mal", ni siquiera las propias alternadoras, entrevistadas luego por las autoridades de la división Trata de Personas y del Instituto de la Mujer municipal.

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