Paul Krupnik, responsable legal del empresario Juan Cabrera, sostuvo que tener un hotel contiguo a la whiskería "no quiere decir que se lucre con el trabajo de las alternadoras".
La Capital |
"La resolución del cese del lugar es de neto corte político, no veo otra situación. Este es un año electoral en el que unos tiran para un lado, otros para el otro y en el medio de la tajada esta Cabrera. Por un lado firman el cese y por el otro se hacen los distraídos y dicen que está todo perfecto", afirmó Paul Krupnik, responsable legal del Indio Blanco, como se lo conoce al propietario de La Rosa, lugar que quedó momentáneamente clausurado.
En ese sentido, Krupnik sostuvo que "las alternadoras eran libres de arreglar cualquier tipo de transacción con total libertad e ingresaban al hotel. La única ganancia era el alquiler del hotel".
"Si yo tengo una whiskería y al lado hay un hotel, no veo cuál es el inconveniente para que yo lo explote, lo cual no quiere decir que lucre el trabajo de las alternadoras", apuntó.
Asimismo, el defensor de Cabrera sostuvo que "el municipio se contradice porque si constatan de que administrativamente no existe ninguna infracción, ¿por qué después determinan el cese? De todas formas eso no se pudo hacer porque la jueza no autorizó el ingreso al considerar que se debía prolongar la cautela del inmueble".
De acuerdo a la situación procesal del empresario, el responsable legal explicó que "la cuestión pasa por determinar si Cabrera explotaba sexualmente el personal que trabajaba en el bar. O sea, si lucraba con el trabajo de las alternadoras
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