jueves, 14 de marzo de 2013

ROSARIO: "Iba en el techo del colectivo, lo enganchó un cable y cayó"


Tras el insistente llamado a testigos del accidente en el que murió el hincha de Central Santiago Rosato, un empleado se presentó ayer en la fiscalía que investiga el caso y reveló haber presenciado el momento en que el adolescente cayó del colectivo en el que iba a la cancha.
La Capital | 

En su declaración, contó que circulaba en auto detrás del 107 en el que viajaba el adolescente y, desde allí, vio que el chico trepó al techo de la unidad, se enredó con un cable y cayó al suelo. El relato avanzó sobre un punto aún no aclarado —cómo se produjo la caída— y quedó incorporado al expediente luego de que el testigo se explayara a lo largo de una hora y media.
"No tengo ninguna vinculación con el chico, sólo quise colaborar para darle tranquilidad a la familia", contó a La Capital Sebastián, quien se presentó por la mañana en Tribunales tras enterarse, a través de un portal de internet, de la muerte de Rosato. El chico de 16 años se accidentó el 2 de marzo pasado, cuando iba en un 107 rumbo al estadio de Central. Al parecer, viajaba solo para encontrarse con amigos en la cancha. El ómnibus iba repleto de hinchas canallas.
Entre las 15.30 y las 15.45, cuando el colectivo circulaba por Corrientes al 2400, entre Viamonte y Ocampo, el chico cayó pesadamente al pavimento. Sufrió un grave traumatismo de cráneo y una ambulancia del Sies lo trasladó al Hospital Clemente Alvarez (Heca), donde quedó internado hasta la madrugada del lunes, cuando murió tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Los padres y amigos del adolescente pidieron desesperadamente que aparecieran testigos del accidente, porque en el parte policial sólo figuraba uno con una dirección falsa y no estaban detallados los datos del colectivo.
"Lo único que quería era colaborar con la causa, porque soy el único que vio lo que pasó. Ninguno de los hinchas que iban con el chico vieron el accidente y, en ese momento, no circulaban otros autos por Corrientes", contó el testigo, que pidió reserva de su apellido.
En la fiscalía a cargo de Enrique Paz, Sebastián contó que esa tarde iba manejando su auto por Corrientes, junto con su esposa y sus dos hijos, y al llegar a Gálvez vio un colectivo detenido delante del semáforo de 27 de Febrero. "Estaba lleno de hinchas de Central, se habían bajado y estaban cantando y saltando. Por miedo, y conociendo las cosas que ocurren, me puse a unos 50 metros atrás del ómnibus", contó.
Cuando el semáforo dio luz verde, según Sebastián, los hinchas subieron al colectivo por la puerta de atrás, pero el adolescente trepó por una ventanilla hasta el techo. "El ómnibus arrancó y, cuando estaba cruzando Ocampo, al chico lo enganchó un cable a la altura del cuello. Dio una vuelta, golpeó la cabeza contra el techo del colectivo y cayó de cabeza al piso. Yo venía unos cien metros atrás. Lo vi caer", describió.
El testigo relató que en ese momento dobló un auto por Ocampo que se detuvo a atender al joven. "Cuando pasé al lado había gente asistiéndolo. No paré. El chico estaba tirado en el piso, con mucha sangre en la cabeza. Yo estaba con mi nena de 5 años y no quería que viera esa situación", recordó.
Al pasar junto al colectivo, relató, les hizo señas a otros jóvenes que supuso eran amigos de Santiago para advertirles que el chico se había caído del techo. "Ninguno me dio bola. Ellos no se dieron cuenta, tampoco el chofer, porque el chico cayó por detrás", observó.
"Esto fue un error, una chiquilinada, lo pensé como padre y decidí contarlo para que la familia sepa qué pasó", dijo, tras superar un extenso interrogatorio en la fiscalía y comparecer también en el Juzgado Correccional Nº 3, que investiga el accidente.
Experiencia con un balance dispar
En la ciudad de Santa Fe se implementó en los últimos años un esquema especial para trasladar a la hinchada visitante en los clásicos de Colón y Unión, aunque no con el objetivo de evitar problemas en el recorrido urbano sino por razones de seguridad en los alrededores de los estadios.
Se implementó en los tres últimos clásicos jugados entre Colón y Unión y en algunos partidos de la Copa América. Si bien el plan fue efectivo para evitar los incidentes en los estadios, no resolvió el de los destrozos en los colectivos.
En Rosario, choferes de colectivos alertaron que la falta de seguridad en los micros es "un problema histórico".

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