"He viajado muchas veces en el Sarmiento. Mi hijo también viajaba en tren para estudiar". Así expresó el ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi esta mañana en una entrevista con radio Vorterix tras defender su gestión, que concluyó con la tragedia ferroviaria en la estación de Once que dejó 51 muertos. "El Sarmiento es un ferrocarril con un problema crónico, con inconvenientes estructurales", opinó desde su rol de usuario, al romper el silencio sobre el accidente.
"Se plantea que la capacidad del tren de frenar es normal, que los frenos estaban operativos, que los compresores operativos", mencionó, entre otros "datos de la pericia", y negó que el tren estuviera con sobrepeso aquella mañana del 22 de febrero de 2012.
Schiavi dio algunas precisiones que, según él, demuestran que el tren funcionaba correctamente y deslizó que el accidente pudo haber sido causado por un problema de salud del conductor de la unidad al momento del accidente, Antonio Córdoba. "Lo que falta saber es por qué no se frenó", dijo el ex funcionario.
"Esto es un servicio público que tiene un montón de niveles de seguridad. Todos los mecanismos del Estado funcionaron", afirmó Schiavi, quien está acusado en la causa por por estrago doloso.
"Había un contrato en función de un pliego. El concesionario tenía que cumplir cumplir una serie de funciones. Los usuarios pagaban una cantidad de dinero, la concesionaría prestaba un servicio y el Estado controlaba el servicio. No controlábamos si se gastaban 2 pesos en rulemanes. Controlábamos si el servicio llegaba en hora y si un vidrio estaba roto", agregó.
"Es un contrato que tuvo muchas penalidades. En 2009, 2010, 2011 son los que tienen mayor cantidad de penalidades", agregó, sobre los llamados de atención a la empresa TBA, que estaba controlada por los hermanos Claudio y Mario Cirigliano, también procesados en la causa por la tragedia, que fue elevada a juicio oral. Después de la tragedia, la concesión fue intervenida por el Estado.
"El último año le pusimos una penalidad muy tarde. Podría haber llegado al nivel máximo, de rescisión", admitió.
En ese sentido, Schiavi se defendió y dijo que ni la Auditoría General de la Nación (AGN) ni la Unidad de Revisión y Renegociación de los Contratos (Uniren) habían advertido que debía rescindirse el contrato.
"El Estado hace lo que puede en función a un sistema de normas. Para poder castigar a un concesionario hay que aplicar una ley. El Poder Ejecutivo puede rescindir a partir de que Uniren identifique que hay un problema grave a la seguridad", agregó.
"Sabíamos que tenía deficiencias como cualquier servicio de transporte de la Argentina", opinó sobre el Ferrocarril Sarmiento y admitió que "hay que poner más dinero, pero los recursos del Estado son escasos".
En ese sentido, se dirigió a los familiares de las víctimas de la tragedia. "Comparto el dolor. Yo no les contesto aunque han dicho cosas que han dolido mucho. Están en todo su derecho porque están en la búsqueda de la verdad. (...) Tengo ganas de saber por qué pasó este accidente, es lo que a mí me desvela"
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