Así lo manifestó el Ministro de Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto, en Rafaela luego de entregar una mesa de digitalización para la policía local. "Hay una sociedad con más violencia. Incide, sin dudas, la droga en eso, en la necesidad de perpetrar delitos para proveer la economía para acceder a otros elementos, incluso en pueblos pequeños”, sostuvo el funcionario provincial.
El tema de la seguridad, el debate político, los cuestionamientos internos y los de la Nación, son el tópico de este verano, que preocupa a la administración Bonfatti. Responsable en parte de lo que acontece, ayer Binner se refirió al problema, circunscribiéndolo a “ocho o diez barrios” de Rosario. En su visita a Rafaela, ayer, el Ministro de Seguridad, intentó echar luz sobre esta declaración del titular del socialismo.
“Hoy hay una problemática muy particular en los conglomerados urbanos de las principales ciudades del país”, donde “se concentran mayores índices de violencia que se traducen en mayores índices de inseguridad”, donde la economía del delito, proliferación de bandas y narcotráfico, son casos que asolan en la provincia principalmente en Rosario y Santa Fe, donde las zonas de riesgo “merecen una mirada muy especial”.
Lamberto reconoce que “hay una sociedad con más violencia. Incide, sin dudas, la droga en eso, en la necesidad de perpetrar delitos para proveer la economía para acceder a otros elementos, incluso en pueblos pequeños”. A nivel provincial admitió que “esto hay que combatirlo con una política de seguridad definida. Nosotros estamos claramente trabajando para tener una fuerza cada día más formada, más capacitada, incorporando medios. Con una policía científica informada. En los próximos días vamos a incorporar a Rafaela seis motos de 250 centímetros cúbicos, que son importantes para la nueva modalidad delictiva como los arrebatos utilizando motos. Estamos incorporando patrulleros y un sistema de cámaras en la que está incluida Rafaela”. Para poder responder a las demandas sociales, “tenemos que combinar una capacitación de la fuerza, un equipamiento y una gran participación ciudadana para modificar aquellos índices que llevan al delito. Son cuatro temas los que inciden en esto, la seguridad pública, el sistema penitenciario, una justicia penal y la responsabilidad social de educar para evitar el ingreso a la economía del delito”.
Claro que hay algo esencial, “hoy no hay política de seguridad sin una fuerza capacitada y que tenga los medios de ir contra el delito”, admitió el funcionario, mientras habla de cumplir con la Ley de Emergencia que exige incorporar mil efectivos al año, de los cuales 600 ya se forman, añadiéndose 250 para la Policía Vial; y otros 150 para la fuerza de los Pumas. Sin embargo, Lamberto reclamó para desarrollar una política integral de seguridad que “el Gobierno nacional nos aporte la presencia de Gendarmería en el control de las rutas. Es muy importante tener a esta fuerza federal, en una provincia que tiene casi dos mil kilómetros de rutas nacionales”, poniendo énfasis en el delito federal del narcotráfico y la falta de eficiencia en este aspecto desde el Ejecutivo central. En este sentido y tomando la teoría del ingreso de droga por estas vías, se instaurarán más controles viales en las rutas 34, 11; y 33, por la conexión con otras provincias, además de generar una proliferación de tecnología en los caminos, con los radares móviles y futuros controladores fijos.
“Santa Fe está dispuesta a colaborar con una política que luche contra el narcotráfico diseñada por el Gobierno nacional”, donde intervenga el Ministerio de Seguridad nacional, el Sedronar e incluso un Consejo Federal de seguridad. “No tengo ninguna duda que si esto se lleva adelante, habremos hecho lo que la ciudadanía argentina quiere, que no se sigan discutiendo políticamente temas tan graves como es la droga y el consumo, el narcotráfico sin resultados”.
Lejos de la autocrítica provincial y de la gestión frentista, Raúl Lamberto insiste en la falta de una política integral, desde el plano nacional, sin embargo, Santa Fe llegó a esta crisis de inseguridad, más allá de todo lo que acontezca a nivel país. “Creo que han tomado a Santa Fe como parte de una lucha política. En lo que tengamos que hacernos cargo, lo haremos, pero las responsabilidades en materia de narcotráfico se tienen que asumir colectivamente”, sentenció haciendo una lista de falencias federales en el control de fronteras, sin radares, sin política clara de control inmigratorio, entre otros factores que llaman a un replanteo conjunto de la inseguridad, la violencia y el narcotráfico “que es un flagelo que tiene a maltraer a todos y que lo pagan los ciudadanos”.
“Hoy hay una problemática muy particular en los conglomerados urbanos de las principales ciudades del país”, donde “se concentran mayores índices de violencia que se traducen en mayores índices de inseguridad”, donde la economía del delito, proliferación de bandas y narcotráfico, son casos que asolan en la provincia principalmente en Rosario y Santa Fe, donde las zonas de riesgo “merecen una mirada muy especial”.
Lamberto reconoce que “hay una sociedad con más violencia. Incide, sin dudas, la droga en eso, en la necesidad de perpetrar delitos para proveer la economía para acceder a otros elementos, incluso en pueblos pequeños”. A nivel provincial admitió que “esto hay que combatirlo con una política de seguridad definida. Nosotros estamos claramente trabajando para tener una fuerza cada día más formada, más capacitada, incorporando medios. Con una policía científica informada. En los próximos días vamos a incorporar a Rafaela seis motos de 250 centímetros cúbicos, que son importantes para la nueva modalidad delictiva como los arrebatos utilizando motos. Estamos incorporando patrulleros y un sistema de cámaras en la que está incluida Rafaela”. Para poder responder a las demandas sociales, “tenemos que combinar una capacitación de la fuerza, un equipamiento y una gran participación ciudadana para modificar aquellos índices que llevan al delito. Son cuatro temas los que inciden en esto, la seguridad pública, el sistema penitenciario, una justicia penal y la responsabilidad social de educar para evitar el ingreso a la economía del delito”.
Claro que hay algo esencial, “hoy no hay política de seguridad sin una fuerza capacitada y que tenga los medios de ir contra el delito”, admitió el funcionario, mientras habla de cumplir con la Ley de Emergencia que exige incorporar mil efectivos al año, de los cuales 600 ya se forman, añadiéndose 250 para la Policía Vial; y otros 150 para la fuerza de los Pumas. Sin embargo, Lamberto reclamó para desarrollar una política integral de seguridad que “el Gobierno nacional nos aporte la presencia de Gendarmería en el control de las rutas. Es muy importante tener a esta fuerza federal, en una provincia que tiene casi dos mil kilómetros de rutas nacionales”, poniendo énfasis en el delito federal del narcotráfico y la falta de eficiencia en este aspecto desde el Ejecutivo central. En este sentido y tomando la teoría del ingreso de droga por estas vías, se instaurarán más controles viales en las rutas 34, 11; y 33, por la conexión con otras provincias, además de generar una proliferación de tecnología en los caminos, con los radares móviles y futuros controladores fijos.
“Santa Fe está dispuesta a colaborar con una política que luche contra el narcotráfico diseñada por el Gobierno nacional”, donde intervenga el Ministerio de Seguridad nacional, el Sedronar e incluso un Consejo Federal de seguridad. “No tengo ninguna duda que si esto se lleva adelante, habremos hecho lo que la ciudadanía argentina quiere, que no se sigan discutiendo políticamente temas tan graves como es la droga y el consumo, el narcotráfico sin resultados”.
Lejos de la autocrítica provincial y de la gestión frentista, Raúl Lamberto insiste en la falta de una política integral, desde el plano nacional, sin embargo, Santa Fe llegó a esta crisis de inseguridad, más allá de todo lo que acontezca a nivel país. “Creo que han tomado a Santa Fe como parte de una lucha política. En lo que tengamos que hacernos cargo, lo haremos, pero las responsabilidades en materia de narcotráfico se tienen que asumir colectivamente”, sentenció haciendo una lista de falencias federales en el control de fronteras, sin radares, sin política clara de control inmigratorio, entre otros factores que llaman a un replanteo conjunto de la inseguridad, la violencia y el narcotráfico “que es un flagelo que tiene a maltraer a todos y que lo pagan los ciudadanos”.
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