Este lunes se entregaron las
notificaciones correspondientes a alrededor de 200 familias que ocuparon
los predios, con un plazo para retirarse de 24 horas. En Santa Rita II,
habrá un abrazo al barrio a las 8.
Este lunes, las 180 familias que ocuparon el plan de viviendas en
construcción en el barrio Santa Rita –calle Chaco al 5.000– recibieron
las intimaciones del gobierno provincial para desalojar el mismo en un
plazo de 24 horas en forma pacífica.
En forma simultánea, desde la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo indicaron que se trabajó en forma conjunta con equipos del Ministerio de Desarrollo Social y personal policial, para efectuar un relevamiento acerca de la composición de los diversos grupos familiares, antecedentes habitacionales y otros datos que puedan ser de utilidad para planificar medidas para el corto y mediano plazo.
En un marco de tranquilidad, los vecinos se reunieron en asamblea y decidieron hacer caso omiso a las notificaciones recibidas y quedarse hasta que el gobierno acceda a cumplir lo que aseguran fue un acuerdo por escrito, la semana pasada. En el mismo, aseguran que existía la promesa de entregar lotes y materiales para construcción a cada familia.
Con la intención de expresar su postura, este martes a las 8, realizarán un abrazo al barrio, acompañados por referentes provinciales de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), organizaciones sociales y estudiantiles, instituciones en defensa de los derechos humanos, entre otras participaciones. Luego, un grupo se dirigirá hacia la Casa de Gobierno, donde espera ser recibido por autoridades provinciales, tal como estaba previsto la semana pasada, en vísperas de la Semana Santa.
En Las Delicias
Otro cantar tuvo lugar la tarde para quienes realizaron la tarea de distribuir intimaciones y relevar a las familias, en el plan habitacional usurpado en el límite norte del barrio Las Delicias, 100 metros al oeste de la avenida Aristóbulo del Valle.
En este complejo habitacional sólo se pudieron entregar 14 de las 84 notificaciones que debían llegar a manos de los ocupantes de cada casa en construcción. Según los trabajadores, los vecinos impidieron la tarea de distribución en un escenario tenso, aunque sin episodios violentos de por medio.
En el lugar se produjo quema de cubiertas y un reclamo generalizado que obligó a los empleados del Estado a retirarse para evitar cualquier tipo de enfrentamiento.
Pasos legales
Gustavo Leone, secretario de Estado del Hábitat, afirmó que “hay familias que plantearon la posibilidad de irse para no tener problemas legales y después hay otro grupo referenciado por la CCC, en particular con Saldaña, que se manifestaron en relación a no desalojar”. Según el funcionario, “las familias ya están notificadas, lo que nos habilita a seguir con la vía administrativa y la judicial en cada caso”.
Por otra parte, el mandatario agregó que se ampliará una denuncia contra Sebastián Saldaña (dirigente de la CCC), acusándolo como “partícipe necesario” en la usurpación, atento a “la actividad de convocatoria” realizada por el militante. En esta causa interviene el Juzgado Correccional de la 6ª Nominación.
De todas maneras, Leone expresó que se actuará frente a las disímiles situaciones, siempre “avanzando en la medida de las posibilidades con la definición política que haga el gobernador en relación a ir desalojando gradualmente el barrio para poder re-empezar las obras y readjudicar esas viviendas a personas registradas”.
La postura de las familias
“Yo le pido perdón a la gente que estaba esperando por estas casas, pero yo también me cansé de esperar. Yo sé que está mal lo que estamos haciendo y a mí no me gusta estar acá de esta manera. Tengo un buen trabajo, recibo de sueldo, pero nunca pude acceder a una vivienda; mientras que éstas no sólo que están abandonadas, sino que las usan para hacer negocio”, dice Viviana a Diario UNO.
Ella es una de las integrantes del grupo de mujeres y chicos que ocuparon el miércoles pasado el plan habitacional Nº 6.129 de 84 viviendas en construcción, correspondiente al programa Federal 1, ubicado en el extremo norte de la capital provincial, 100 metros al oeste de la avenida Aristóbulo del Valle, pasando Callejón El Sable.
Durante el fin de semana largo, en ese predio, algunos cortaban el pasto frente a cada casita, otros preparaban el almuerzo, los chicos jugaban en las improvisadas veredas –hasta esta semana cubiertas por yuyos de hasta dos metros–; y a excepción de que en el lugar no existe ningún servicio básico como luz y agua potable, el plan habitacional se transformaba ayer en un barrio como los demás.
En la recorrida por las distintas casas, se puede observar que la mayoría de ellas no tiene el techo, porque hace meses que robaron las chapas; lo mismo ocurre con ventanas y puertas metálicas.
Las familias más organizadas llevaron ya camas y mesas, algún sol de noche y garrafitas para cocinar. Como las hornallas no abundan, colaboran entre todos para hacer la comida por grupos. Un vecino se encarga de traer bidones de agua potable, aunque también un quintero de la zona les ofreció ayuda al respecto.
En forma simultánea, desde la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo indicaron que se trabajó en forma conjunta con equipos del Ministerio de Desarrollo Social y personal policial, para efectuar un relevamiento acerca de la composición de los diversos grupos familiares, antecedentes habitacionales y otros datos que puedan ser de utilidad para planificar medidas para el corto y mediano plazo.
En un marco de tranquilidad, los vecinos se reunieron en asamblea y decidieron hacer caso omiso a las notificaciones recibidas y quedarse hasta que el gobierno acceda a cumplir lo que aseguran fue un acuerdo por escrito, la semana pasada. En el mismo, aseguran que existía la promesa de entregar lotes y materiales para construcción a cada familia.
Con la intención de expresar su postura, este martes a las 8, realizarán un abrazo al barrio, acompañados por referentes provinciales de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), organizaciones sociales y estudiantiles, instituciones en defensa de los derechos humanos, entre otras participaciones. Luego, un grupo se dirigirá hacia la Casa de Gobierno, donde espera ser recibido por autoridades provinciales, tal como estaba previsto la semana pasada, en vísperas de la Semana Santa.
En Las Delicias
Otro cantar tuvo lugar la tarde para quienes realizaron la tarea de distribuir intimaciones y relevar a las familias, en el plan habitacional usurpado en el límite norte del barrio Las Delicias, 100 metros al oeste de la avenida Aristóbulo del Valle.
En este complejo habitacional sólo se pudieron entregar 14 de las 84 notificaciones que debían llegar a manos de los ocupantes de cada casa en construcción. Según los trabajadores, los vecinos impidieron la tarea de distribución en un escenario tenso, aunque sin episodios violentos de por medio.
En el lugar se produjo quema de cubiertas y un reclamo generalizado que obligó a los empleados del Estado a retirarse para evitar cualquier tipo de enfrentamiento.
Pasos legales
Gustavo Leone, secretario de Estado del Hábitat, afirmó que “hay familias que plantearon la posibilidad de irse para no tener problemas legales y después hay otro grupo referenciado por la CCC, en particular con Saldaña, que se manifestaron en relación a no desalojar”. Según el funcionario, “las familias ya están notificadas, lo que nos habilita a seguir con la vía administrativa y la judicial en cada caso”.
Por otra parte, el mandatario agregó que se ampliará una denuncia contra Sebastián Saldaña (dirigente de la CCC), acusándolo como “partícipe necesario” en la usurpación, atento a “la actividad de convocatoria” realizada por el militante. En esta causa interviene el Juzgado Correccional de la 6ª Nominación.
De todas maneras, Leone expresó que se actuará frente a las disímiles situaciones, siempre “avanzando en la medida de las posibilidades con la definición política que haga el gobernador en relación a ir desalojando gradualmente el barrio para poder re-empezar las obras y readjudicar esas viviendas a personas registradas”.
La postura de las familias
“Yo le pido perdón a la gente que estaba esperando por estas casas, pero yo también me cansé de esperar. Yo sé que está mal lo que estamos haciendo y a mí no me gusta estar acá de esta manera. Tengo un buen trabajo, recibo de sueldo, pero nunca pude acceder a una vivienda; mientras que éstas no sólo que están abandonadas, sino que las usan para hacer negocio”, dice Viviana a Diario UNO.
Ella es una de las integrantes del grupo de mujeres y chicos que ocuparon el miércoles pasado el plan habitacional Nº 6.129 de 84 viviendas en construcción, correspondiente al programa Federal 1, ubicado en el extremo norte de la capital provincial, 100 metros al oeste de la avenida Aristóbulo del Valle, pasando Callejón El Sable.
Durante el fin de semana largo, en ese predio, algunos cortaban el pasto frente a cada casita, otros preparaban el almuerzo, los chicos jugaban en las improvisadas veredas –hasta esta semana cubiertas por yuyos de hasta dos metros–; y a excepción de que en el lugar no existe ningún servicio básico como luz y agua potable, el plan habitacional se transformaba ayer en un barrio como los demás.
En la recorrida por las distintas casas, se puede observar que la mayoría de ellas no tiene el techo, porque hace meses que robaron las chapas; lo mismo ocurre con ventanas y puertas metálicas.
Las familias más organizadas llevaron ya camas y mesas, algún sol de noche y garrafitas para cocinar. Como las hornallas no abundan, colaboran entre todos para hacer la comida por grupos. Un vecino se encarga de traer bidones de agua potable, aunque también un quintero de la zona les ofreció ayuda al respecto.
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