En el hospital Cullen, familiares de pacientes
aguardaban el parte médico de hoy para saber acerca del estado de los
suyos, algunos accidentados y otros, heridos de bala. Foto: Pablo
Aguirre
Cayó un tal Chino, individuo que forma parte
de un clan de los primeros detenidos por el ataque a balazos contra
María Mónica Galeano, en barrio San Lorenzo.
Uno de los hermanos mellizos que fuera detenido
apenas se tuvo noticias del ataque a balazos del que fue víctima María
Mónica Galeano (43) en su casa de calle Santiago de Chile al 1400,
recuperó la libertad, pero la situación del otro es ahora mucho más
comprometida.
Si bien nada relaciona al primero con el brutal
ataque que dejó a Galeano entre la vida y la muerte sí habría quedado
acreditado que el segundo llevó hasta el lugar del hecho a Gustavo,
individuo a quien se atribuyen los disparos del 4 del corriente.
Gustavo, el imputado -que se apellidaría Altamirano-,
se mantiene prófugo y es buscado por los agentes de la Agrupación de
Unidades Especiales en el marco de allanamientos domiciliarios que al
estar de los trascendidos se practican en distintos puntos de la ciudad.
Pero mientras uno de los integrantes del clan quedó
desvinculado de la investigación, un segundo sigue preso y un tercero
está prófugo, un cuarto hombre del mismo apellido que los anteriores -un
tal Chino- fue a parar tras las rejas en las últimas horas porque
existe constancia en sede policial de las amenazas de muerte que lanzó
contra María Mónica Galeano y sus hijos.
Los progresos en la investigación incluyen el
secuestro -en una de las viviendas inspeccionadas- de dos cápsulas
servidas de un 38 es decir del mismo calibre que -según se desprende de
los exámenes médico- habría herido a Galeano gravemente.
En tanto, la víctima continúa internada en la Unidad
de Terapia Intensiva del hospital provincial Dr. José María Cullen
adonde ingresó en las primeras horas del miércoles 4 a poco de que una
bala le atravesara la cabeza.
Galeano fue herida cuando Gustavo, según ella misma
habría alcanzado a decir a los agentes de la policía Segunda Zona de
Inspección, derribó la puerta de entrada y descargó su arma contra una
segunda puerta tras la cual la mujer se había refugiado junto a sus
hijos amenazados.
Se desconoce hasta el momento las causas
desencadenantes del grave incidente, pero la presencia de los Galeano
como cuidacoches en la playa de estacionamiento de un supermercado de la
zona habría provocado los primeros roces entre las familias de barrio
San Lorenzo. Sin embargo, no se descartan diferencias por otros asuntos
seguramente más complejo que una disputa por un par de monedas.
Según dichos recogidos en el vecindario uno de los
ahora detenidos habría atentado contra la vida de uno de los Suarez,
algún tiempo atrás.
Joana Suárez, hija de María Mónica Galeano en el
pasillo del nosocomio, junto a la Unidad de Terapia Intensiva.
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