Rosario – Como lo hace pauta y sobre mediante todas las mañanas, Roberto Caferra de LT 2 / en la foto / volvió a acusar de manera genérica a los policías rosarinos como responsables directos ante una nueva muerte de un vecino en una entradora. APROPOL REPUDIA LOS DICHOS DE ESTE PERSONAJE A SUELDO QUE TIENE UNA PERMANENTE PREDICA ARTERA CONTRA TODOS QUIENES COMPONEMOS LA INSTITUCION POLICIAL. AUDIO DEL COMENTARIO.
El operador radial acuso directamente “a los comisario y la policía en general como los promotores de esta situación gravísima que se vive en la ciudad” cuando encubre a su audiencia la merma de policías en las calles por ejemplo producto del ajuste del ministro recortando las horas extras entre otras.
Dijo además en es a línea editorial que “Esto que esta pasando no es casual y no tiene que ver con la solvencia o no de los funcionarios políticos” obviamente defiende a sus patrones. En tanto el periodista Ariel Borderi agrego oportunamente “Es la tercera cúpula que cambia el ministro Pullaro”.
Para Caferra los responsables de los graves hechos son “Organizaciones delictivas dedicadas a apretar al poder político”.
Y señalo como participes y de manera genérica a “Algún comisario que busca horas Ospes” o a “Algún Ex comisario dedicado al mundo de las drogas – dijo aunque no dio precisiones obviamente”.
Lo mas contundente a favor de la verdad vino después de la mano de los propios compañeros de este operador que se encargaron durante el resto de la mañana de hacer conocer que se trato de una entradora y la finalidad fue otro lamentable hecho de robo.
Ayer el propio Pullaro en la delegación de la Casa de Gobierno local azuzaba a los familiares de Nahuel Ciarrocca para que vayan a los tribunales a presionar a los jueces y en sintonía con esta cuestión también se desplegaba la misma operación de prensa para ello y casualmente desde horas de la mañana por este mismo medio y este mismo periodista que esta al parecer mas interesado en salvarle las ropas a la gestión que en mostrar la realidad que el mismo conoce y oculta hipócritamente.
Fuente: Edicion 24
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