Niñas madres. Por decisión de las familias, ambos embarazos llegaron a término.
En los últimos dos meses dos nenas de la ciudad de Santa Fe, menores de 13 años, fueron madres. En ambos casos hay imputados por abuso sexual con acceso carnal y las causas judiciales se encuentran en etapa de investigación. Por decisión de las familias, los embarazos llegaron a término. Uno de los bebés quedará al cuidado de su abuela y el otro será dado en adopción.
La semana pasada, en un hospital público de la ciudad, una nena de 13 años dio a luz a una beba. Según confirmaron desde el nosocomio madre e hija se encuentran en buenas condiciones de salud y hasta el viernes la bebé permanecía internada en el área de neonatología. Este nacimiento habría sido fruto de un abuso sexual y por esta situación se investiga a un hombre cercano al entorno familiar. Según fuentes del área de asistencia social del efector, por decisión familiar el embarazo llegó a término y la abuela del bebé -quien acompañó a su hija en el proceso- manifestó ante la justicia la intención de criarlo.
Hace dos meses, otra nena de la ciudad fue madre y por el hecho se también investiga un presunto abuso sexual. Se trata de una chica de 12 años que tuvo a un varoncito en el mes de agosto en un efector público. Como en el caso anterior, fue la familia junto a la nena quienes decidieron seguir adelante con el embarazo, pero antes del nacimiento ya habían confirmado ante un cuerpo colegiado de Familia el deseo de dar en adopción al bebé, quien en estos momento permanece bajo el cuidado de la Subsecretaría de Niñez y alojado en una Familia Solidaria. Tras la revelación de la pequeña -quien indicó que habría sido abusada por un integrante del entorno familiar- se inició una investigación judicial.
Imputados
En ambas causas los presuntos abusadores se encuentran imputados por abuso sexual con acceso carnal, siendo en uno de estos calificado por el vínculo.
A cargo de las investigaciones de estas denuncias se encuentra el fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Daniel Alberto Filippi, quien en diálogo con Diario UNO confirmó que “se tomaron las testimoniales y las pericias psicológicas y a partir de eso, en ambos casos, hay imputados individualizados, a quienes en su momento se les hicieron las audiencias imputativas correspondientes, en presencia de sus abogados defensores”. Indicó que en ese mismo acto, y con su autorización, se les extrajo una muestra de sangre para realizar un análisis de compatibilidad genética y determinar si son o no los padres de los menores nacidos, y comprobar así en un ciento por ciento su culpabilidad o inocencia. “A diferencia de otros casos donde las pruebas se dificultan, en estos tenemos una prueba contundente que es el ADN”, indicó el fiscal ante la particularidad de estas causas.
Oportunamente, también se les extrajo sangre a las mamás y a los bebés. En el caso más reciente, las muestras fueron remitidas el pasado viernes al Instituto Médico legal de Rosario para la realización del cotejo genético del ADN, mientras que las de la causa anterior ya fueron enviadas en el mes de agosto y aún resta el resultado del estudio. Al respecto, Filippi explicó que el pedido de este análisis “tiene una serie de autorizaciones burocráticas y puede llevar más de cuatro meses”.
En los dos casos, el fiscal indicó que se tomaron medidas de “resguardo de las víctimas” -que en este caso son menores- y confirmó que esto fue solicitado “al tribunal de Familia y se notificó a la Subsecretaría de Niñez” y agregó: “Tanto es así que una menor permaneció un tiempo en una institución que tiene convenio con Niñez y luego volvió a su casa”.
También se dispuso una restricción a los imputados por la cual no pueden acercarse a las chicas ni a sus grupos familiares. “La distancia prevista en estos casos es de 200 metros; pero en la práctica, en estas causas, los imputados decidieron finalmente residir en otros barrios de la ciudad, lejos de las víctimas”, señaló Filippi.
En este sentido el fiscal sostuvo que “en ninguno de los casos se pidió la prisión preventiva”, lo cual argumentó en que “no hay entorpecimiento probatorio, ni peligro de fuga”, y destacó que “ambos imputados se presentaron en las audiencias y no se negaron a colaborar con las extracciones de sangre”.
Consultado por las penas que contemplan estos delitos, el fiscal señaló que la ley dispone “una escala que va 6 a 15 años de prisión en los casos de abuso sexual con acceso carnal y de 8 a 20 años cuando este delito es agravado”, y aclaró que es el juez quien fija sentencia. Comentó que “la corta edad de las víctimas y el embarazo también son pautas consideradas para esta determinación”. No obstante consideró que “por lo general para toda clase de delitos las penas de los jueces están cerca de las mínimas cuando, como en estos casos, los imputados no tienen antecedentes”.
Asimismo señaló que hoy, con el nuevo Sistema Procesal Penal de la provincia, “si el imputado tras la prueba contundente positiva, acepta la culpabilidad; puede optar por un proceso abreviado, de lo contrario se lleva a juicio”.
En relación a esto, recordó que en estos 18 meses de vigencia del nuevo sistema recibió en total cuatro casos de este tipo y fueron resueltos “en forma rápida”.
Proceso de adopción
Con el bebé que nació en agosto se iniciará en los próximos días un proceso de adopción. Cuando su mamá de 12 años lo tuvo en un hospital de la ciudad ya había decidido junto a su familia no quedarse con el pequeño. Es por eso que en este caso intervino la Subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia, para garantizar los derechos del niño que se encuentra hoy al cuidado de una Familia Solidaria, en tanto se define su estado de adoptabilidad.
El subsecretario provincial de Niñez, Cristian Allende, explicó a este medio que el caso se encuadra en uno de los supuestos de adaptabilidad que señala en Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (que rige desde le 1º de agosto), en el cual los padres deciden dar en adopción a su hijo, o en este caso la menor acompañada de su madre, manifestación que se hace ante un tribunal colegiado de familia en turno y se tramita judicialmente.
En estos casos, donde generalmente se trata de niños recién nacidos, “el Código establece un plazo de 45 días para que los progenitores ratifiquen su voluntad de dar al niño en adopción”, señaló Allende y aclaró: “En esos días no hay proceso de adopción, sino que ese niño queda a disposición de la Subsecretaría de Niñez y le brindamos un cuidado que procuramos sea en el ámbito de Familias Solidarias. Cumplido el plazo, esta persona, sea un adulto o un adolescente acompañado por un adulto o una adolescente sola, será convocada por el juez para que ratifique su voluntad; y cuando la ratifica se declara el estado de adoptabilidad y luego se recurre al Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos ( Ruaga)”.
Según confirmaron desde la institución, esta semana podría resolverse la situación de este bebé santafesino, ya que la parte en este caso ratificó hace unos días su decisión de dar en adopción al menor.
Allende aclaró que en esta situación, al tratarse de una niña menor de 18 años, “la particularidad que se presenta es la participación de los sus padres, ya que debe estar acompañada por un adulto responsable”.
En este sentido explicó que a partir del Nuevo Código Civil, el juez también tomará en consideración “la voz del menor porque ahora rige el principio general de autonomía progresiva, el cual establece que se debe tener en cuenta el grado de madurez de la persona para la toma de algunas decisiones y que además se debe tener en cuenta su opinión. Por lo tanto, como esto es un procedimiento judicial, el juez tendrá que analizar citar a la adolescente, escuchar su opinión y evaluar en función de su grado de madurez”, indicó y finalizó: “Si la adolescente le manifiesta a un juez que quiere dar en adopción a su hija o hijo, tiene que optar por esa opción”.
Por Valentina Fassi - valentinafassi@uno.com.ar / De la Redacción de Diario UNO
En ambas causas los presuntos abusadores se encuentran imputados por abuso sexual con acceso carnal, siendo en uno de estos calificado por el vínculo.
A cargo de las investigaciones de estas denuncias se encuentra el fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Daniel Alberto Filippi, quien en diálogo con Diario UNO confirmó que “se tomaron las testimoniales y las pericias psicológicas y a partir de eso, en ambos casos, hay imputados individualizados, a quienes en su momento se les hicieron las audiencias imputativas correspondientes, en presencia de sus abogados defensores”. Indicó que en ese mismo acto, y con su autorización, se les extrajo una muestra de sangre para realizar un análisis de compatibilidad genética y determinar si son o no los padres de los menores nacidos, y comprobar así en un ciento por ciento su culpabilidad o inocencia. “A diferencia de otros casos donde las pruebas se dificultan, en estos tenemos una prueba contundente que es el ADN”, indicó el fiscal ante la particularidad de estas causas.
Oportunamente, también se les extrajo sangre a las mamás y a los bebés. En el caso más reciente, las muestras fueron remitidas el pasado viernes al Instituto Médico legal de Rosario para la realización del cotejo genético del ADN, mientras que las de la causa anterior ya fueron enviadas en el mes de agosto y aún resta el resultado del estudio. Al respecto, Filippi explicó que el pedido de este análisis “tiene una serie de autorizaciones burocráticas y puede llevar más de cuatro meses”.
En los dos casos, el fiscal indicó que se tomaron medidas de “resguardo de las víctimas” -que en este caso son menores- y confirmó que esto fue solicitado “al tribunal de Familia y se notificó a la Subsecretaría de Niñez” y agregó: “Tanto es así que una menor permaneció un tiempo en una institución que tiene convenio con Niñez y luego volvió a su casa”.
También se dispuso una restricción a los imputados por la cual no pueden acercarse a las chicas ni a sus grupos familiares. “La distancia prevista en estos casos es de 200 metros; pero en la práctica, en estas causas, los imputados decidieron finalmente residir en otros barrios de la ciudad, lejos de las víctimas”, señaló Filippi.
En este sentido el fiscal sostuvo que “en ninguno de los casos se pidió la prisión preventiva”, lo cual argumentó en que “no hay entorpecimiento probatorio, ni peligro de fuga”, y destacó que “ambos imputados se presentaron en las audiencias y no se negaron a colaborar con las extracciones de sangre”.
Consultado por las penas que contemplan estos delitos, el fiscal señaló que la ley dispone “una escala que va 6 a 15 años de prisión en los casos de abuso sexual con acceso carnal y de 8 a 20 años cuando este delito es agravado”, y aclaró que es el juez quien fija sentencia. Comentó que “la corta edad de las víctimas y el embarazo también son pautas consideradas para esta determinación”. No obstante consideró que “por lo general para toda clase de delitos las penas de los jueces están cerca de las mínimas cuando, como en estos casos, los imputados no tienen antecedentes”.
Asimismo señaló que hoy, con el nuevo Sistema Procesal Penal de la provincia, “si el imputado tras la prueba contundente positiva, acepta la culpabilidad; puede optar por un proceso abreviado, de lo contrario se lleva a juicio”.
En relación a esto, recordó que en estos 18 meses de vigencia del nuevo sistema recibió en total cuatro casos de este tipo y fueron resueltos “en forma rápida”.
Proceso de adopción
Con el bebé que nació en agosto se iniciará en los próximos días un proceso de adopción. Cuando su mamá de 12 años lo tuvo en un hospital de la ciudad ya había decidido junto a su familia no quedarse con el pequeño. Es por eso que en este caso intervino la Subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia, para garantizar los derechos del niño que se encuentra hoy al cuidado de una Familia Solidaria, en tanto se define su estado de adoptabilidad.
El subsecretario provincial de Niñez, Cristian Allende, explicó a este medio que el caso se encuadra en uno de los supuestos de adaptabilidad que señala en Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (que rige desde le 1º de agosto), en el cual los padres deciden dar en adopción a su hijo, o en este caso la menor acompañada de su madre, manifestación que se hace ante un tribunal colegiado de familia en turno y se tramita judicialmente.
En estos casos, donde generalmente se trata de niños recién nacidos, “el Código establece un plazo de 45 días para que los progenitores ratifiquen su voluntad de dar al niño en adopción”, señaló Allende y aclaró: “En esos días no hay proceso de adopción, sino que ese niño queda a disposición de la Subsecretaría de Niñez y le brindamos un cuidado que procuramos sea en el ámbito de Familias Solidarias. Cumplido el plazo, esta persona, sea un adulto o un adolescente acompañado por un adulto o una adolescente sola, será convocada por el juez para que ratifique su voluntad; y cuando la ratifica se declara el estado de adoptabilidad y luego se recurre al Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos ( Ruaga)”.
Según confirmaron desde la institución, esta semana podría resolverse la situación de este bebé santafesino, ya que la parte en este caso ratificó hace unos días su decisión de dar en adopción al menor.
Allende aclaró que en esta situación, al tratarse de una niña menor de 18 años, “la particularidad que se presenta es la participación de los sus padres, ya que debe estar acompañada por un adulto responsable”.
En este sentido explicó que a partir del Nuevo Código Civil, el juez también tomará en consideración “la voz del menor porque ahora rige el principio general de autonomía progresiva, el cual establece que se debe tener en cuenta el grado de madurez de la persona para la toma de algunas decisiones y que además se debe tener en cuenta su opinión. Por lo tanto, como esto es un procedimiento judicial, el juez tendrá que analizar citar a la adolescente, escuchar su opinión y evaluar en función de su grado de madurez”, indicó y finalizó: “Si la adolescente le manifiesta a un juez que quiere dar en adopción a su hija o hijo, tiene que optar por esa opción”.
Por Valentina Fassi - valentinafassi@uno.com.ar / De la Redacción de Diario UNO
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