Los asaltos callejeros y robos en casas de familia se han vuelto “moneda corriente”. Denuncian “búnkeres” donde se comercializan estupefacientes.
El Litoral |
“De repente un tipo se para en la puerta de tu negocio y comienza a mirarte de modo amenazante. Cuando salís y preguntas qué pasa, el desconocido responde que sólo busca un cigarrillo. La situación se ‘desactiva’ cuando le das unos pesos para que se vaya. Es una especie de ‘peaje’ encubierto”.
* “Un mañana cualquiera salís al patio de tu casa y te encontrás cara a cara con un intruso. Al ser descubierto, el extraño responde de manera sorprendente: ‘Estoy buscando un pajarito’ o ‘Me perdí y creo estar en la casa de un amigo’”, dice.
* “En los pasajes linderos al ferrocarril hay tres ‘búnkeres’ donde venden drogas. Los fines de semana es impresionante ver el ‘desfile’ de autos y motos. Y los domingos que juega Unión, la situación se vuelve incontrolable”.
Con estas expresiones, los vecinos de barrio Mariano Comas describieron la situación por la que atraviesa el barrio, y que es motivo de lógica preocupación.
Seguidilla de golpes
“Desde hace unos meses, estamos padeciendo una seguidilla impresionante de hechos delictivos que parece no tener fin”, comenzó diciendo Martín, comerciante.
“Esto empezó hace bastante tiempo. Los primeros casos se dieron hace sobre calle Mariano Comas y Francia, en el domicilio de una abogada y de un vecino que vive a la vuelta. Sorprendieron a ladrones en los techos, y una noche hasta hubo disparos de arma de fuego”, recordó.
“Después robaron a unos chicos estudiantes que alquilan un departamento en Luciano Molinas y Saavedra. Luego, vino el desgraciado suceso del carnicero, al que asaltaron y balearon en su negocio de Domingo Silva y Saavedra. Al día siguiente del carnicero entraron en la casa de una chica que vive en Saavedra al 3700 y la desvalijaron. Le sacaron todo”, enumeró.
“Después de ese robo a otra mujer que le sacaron el televisor y una computadora. Después en Francia y Mariano Comas entraron a una casa, maniataron a los ocupantes y les robaron dinero y pertenencias. Luego en Saavedra al 3700, un hombre que tiene un Fiat Uno le robaron la batería, le rompieron un vidrio y le sacaron una silla para transporte de bebés. Después de eso, al otro día, le abrieron el capot y le sacaron los cables de las bujías y el distribuidor. El hombre se cansó y alquiló una cochera privada”, continuó.
No hubo acuerdo
Más adelante, los vecinos indicaron que “hace poco, los vecinos hicieron una reunión en la vecinal pero no se resolvió nada. Íbamos a poner una alarma comunitaria en la esquina, con reflectores y demás, pero no se puedo concretar. Creo que el impedimento fue económico. Me parece que es necesario acordar entre la gente, pero en realidad el apoyo tiene que venir de las autoridades que siempre parecen estar mirando para otro lado”, opinaron.
Los “kioscos”.
Pero lo peor del relato de los vecinos llegó cuando apuntaron que en dicha zona hay no menos de tres búnkeres.
“Acá tenemos dos o tres ‘búnkeres’ o ‘ kioscos’. Viene gente a comprar, no sabemos si son consumidores o revendedores. Están todos ahí en la zona próxima a las vías del ferrocarril, en un pasaje. Y nadie les hace nada... se mueven con total impunidad”, denuncian.
“Desde que se instalaron esos malandras se hizo común ver gente extraña. Se te paran frente a las casas o frente a los negocios y te intimidan. Es una manera de decirte ‘te estamos observando’. Finalmente les tenés que dar plata. Los “kioscos” están todos ubicados en la zona lindera al ferrocarril. Hombres y mujeres deambulan a todo hora, al igual que los autos y las motos. La policía no se mete con ellos”, sentenciaron.
Lo que faltaba
Por último, un extraño sujeto que se introduce en las propiedades privadas con intenciones desconocidas, se sumó a la problemática.
“Lo del intruso también es tremendo”, dijeron las víctimas.
“Es un tipo de unos 40 años, pelo canoso y muy bien vestido. Se moviliza en un Honda City, de color negro, con vidrios polarizados”, cuentan.
“Se mete en los patios de las casas, o en los pasillos y cuando lo encontrás te contesta cualquier cosa. Una vez lo corrí y le dije: ¿qué pasa que entrás a los pasillos? ¿A quién buscas? Pero el tipo salió corriendo, se subió al auto y se fue”, advierten.
“Al principio pasaba desapercibido, pero después nos fuimos enterando que varios vecinos comentaban lo mismo”, culminaron.
“La gente está preocupada y enojada”
“La gente está preocupada y enojada no sólo por lo que está padeciendo sino por la falta de respuestas de las autoridades”, dijo hoy Marcelo López, presidente de la vecinal Mariano Comas.
“El malestar comenzó a raíz de una serie de episodios delictivos, algunos de ellos muy preocupantes porque hasta hubo disparos. Además, desde un tiempo se está observando a gente en actitud sospechosa, y eso lógicamente que causa preocupación”, contó.
Hace dos semanas vino el comisario de la seccional 6ª, y también personal de la Municipalidad. Pero la gente esta preocupada y enojada, porque por lo general no tenés respuestas. Y cuando hay respuestas no son las esperadas”, sentenció.
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