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domingo, 26 de enero de 2014

SANTA FE: Salud: “Es muy riesgoso proponer como ideal un cuerpo desnutrido”

Lo dijo Evelin Bruno, una reconocida psicóloga, especialista y capacitadora en la temática, al analizar el caso de la “broma del puente de la bikini”, promovida como moda en internet.


Diario UNO de Santa Fe

El “bikini bridge” o el “puente de la bikini”, es una broma generada en las redes sociales que, según algunos analistas, amenaza con convertirse “en una nueva tendencia peligrosa para la salud”.
El término ilustra o hace referencia a imágenes que circulan en la web en donde, literalmente, la tanga de la bikini, apoyada sobre el hueso de la cadera, deja un hueco con respecto al vientre. Una “moda” para la cual las mujeres tienen que estar muy delgadas.

La cuestión es que en tan sólo unos días, los usuarios de la comunidad virtual 4chan consiguieron que fuera lo más comentado en las redes sociales. En parte es a eso a lo que se dedican: a “trollear”, crear bromas. Y ése era el objetivo de la idea, colgada en el foro bajo el título “Operación Bikini Bridge”.

Así, crearon cuentas en Instagram, Tumblr y Twitter. Colgaron artículos a favor y en contra del “bikini bridge”. Lanzaron el hashtag y comenzaron a subir fotos. ¿El resultado? La nueva “moda” fue trending topic y miles de usuarios que no sabían que se trataba de una broma, cayeron en el engaño.


En Twitter un hashtag es un recurso que permite agrupar tweets que hablen de un mismo tema y facilitar la búsqueda de información. Por ejemplo, si se publica el tweet: “Gran partido de Leo Messi”, se puede aportar información contextual extra, como si está jugando con el Barça o con Argentina.


En realidad, el concepto del “puente de la bikini” existía desde 2009. Era conocido y utilizado dentro de los foros pro anorexia, según lo que Katie Lowe, una bloguera especialista en imagen corporal y la salud, relató al Daily News. El problema es que ahora se ha hecho global. “Será muy difícil de eliminar”, opinó allí. “No tengo ninguna duda de que un gran número de los tuits y los comentarios son de personas que no lo saben (que se trata de una broma) y lo mantendrán como otra cosa que deben aspirar a lograr”, aseguró Lowe.


Para analizar el hecho, Diario UNO entrevistó a la licenciada en psicología Evelin Bruno (UAP) diploma de honor al mérito académico “cum laude”, especialista en Terapia Cognitiva (Instituto Albert Ellis de Nueva York), especialista en Trastornos de la Alimentación (UBA) y capacitadora sobre la temática en Qualitas (Santa Fe), entre otras formaciones y recorridos profesionales.


—El caso en cuestión, si bien refiere a una “broma” que terminó viralizándose en las redes sociales, rápidamente captó el interés de personas que rinden un riesgoso culto a la delgadez: ¿cuál es en su opinión?

—Creo que el mayor riesgo de que circule este tipo de mensaje es que no haya una crítica o análisis sobre el mismo. Es imposible controlar del todo la información que circula en las redes sociales o en internet y el efecto que ésta pueda ocasionar, pero sí es posible hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que se instalen como “normales” o “modelos”, tendencias de una minoría que lejos están de serlo. Caer en la irracionalidad de aceptar y fomentar un cuerpo desnutrido como modelo de belleza y femineidad, es algo en lo que deberíamos detenernos y reflexionar.
“Por otro lado, sería bueno preguntarnos qué hace que una persona se obsesione por conseguir un cuerpo que naturalmente no posee, que difícilmente logre tener haga la dieta que haga porque es prácticamente imposible de lograr”.
“Cuando el modelo a seguir es el cuerpo de un “otro” que se tiene como ideal, caemos en un gran problema porque ni siquiera los gemelos tienen una fisonomía o peso idéntico”, sintetizó Bruno.


—¿Cuáles son, a su entender, los factores que más inciden en el desarrollo o aparición de patologías alimentarias o problemáticas vinculadas a la búsqueda de una imagen perfecta o idealizada, que hasta pueden poner en riesgo la integridad psicofísica de las personas?
—Los trastornos alimentarios se expresan como condiciones complejas que surgen de la combinación de diversos factores.
“Hay factores que hacen que una persona tenga una predisposición a tenerlos (origen biológico), factores desencadenantes y de mantenimiento (origen psicológico y social). La moda del bikini bridge, sería un ejemplo de estos últimos. La industria de las dietas genera millones y es interesante plantearse si responde a una necesidad o la crea. El hecho de perpetuar los estereotipos asociados al tamaño y promover la creencia de que el tamaño del cuerpo puede cambiarse mediante dietas, hace que se cambien los límites de la necesidad, en beneficio de la industria. Nos encontramos así con talles de ropa imposibles de usar, dietas de todo tipo, medicamentos o preparados que no dan resultado, blogs y sitios web que enseñan a enfermarse para obtener un resultado que nunca llega, modelos publicitarios y artistas que afirman comer de todo y tener un cuerpo escultural, etcétera”.
“El punto clave es darnos cuenta que siempre que aparece una obsesión, o sea una idea fija que proporciona malestar, si no es tenida en cuenta y que no por serlo desaparece, suele haber algo que se quiere tapar. Si se pone la energía y el tiempo en esa idea, no hay tiempo y energía para conectar con otras cosas”.
“En los trastornos alimentarios es notorio este mecanismo. Obsesionarse con el cuerpo desvía la atención de una serie de dolores y vivencias con las que no se desea o puede conectar. Por ejemplo, es aparentemente más fácil hacer dieta y centrarse en el objetivo de perder siete kilogramos antes del verano, que conectar con el hecho de no saber qué hacer en la vida, de luchar con una baja estima, afrontar problemas en el vínculo con los padres o con una pareja, etcétera”, explicó la especialista.


—¿Cuáles son las formas más efectivas, o de probado éxito para comenzar a abordar estas problemáticas? —La complejidad de estos trastornos de origen multicausal, requieren también una respuesta compleja en la conformación de equipos profesionales que atiendan la diversidad de factores implicados, y puedan diseñar y poner en marcha intervenciones que operen sobre esa diversidad de una manera efectiva. O sea que los tratamientos más efectivos para los trastornos de la conducta alimentaria son los de abordaje interdisciplinario.
“El trabajo con esta problemática implica como mínimo una modalidad de psicoterapia individual y la asistencia médico-nutricional. También el trabajo grupal con pares resulta altamente efectivo”.
“Dentro del trabajo terapéutico, hay distintas corrientes teóricas que facilitan la comprensión y la mejoría del cuadro. Se ha comprobado que no cerrarse a un único modelo teórico es lo más benéfico para trabajar esta problemática: por eso es tan importante que un equipo de especialistas aborde este tipo de casos. La formación profesional específica es fundamental, como también el trabajo en equipo”, concluyó la profesional.

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