El sábado a la noche robaron televisores, artículos electrónicos y dinero en San Lorenzo al 4500. Aprovecharon que el VW Gol tenía las llaves puestas y lo usaron para llevarse el botín.
.La Capital |
Una casa del barrio Ludueña fue saqueada en ausencia de sus moradores en un robo de la modalidad conocida como "escruche". El hecho ocurrió el sábado por la noche y los intrusos recogieron una cantidad no precisada de dinero y artículos electrónicos, pero además se marcharon en un auto de la víctima que estaba estacionado en el garaje de la vivienda. Poco después, el vehículo fue encontrado en la zona sur de la ciudad. Al cierre de esta edición los autores del atraco no habían sido localizados por el personal de la seccional 12ª.
Según señalaron fuentes policiales, alrededor de las 21 del sábado Roberto C. y su esposa Adriana V. salieron de su casa de San Lorenzo al 4500 para ir compartir una cena con una de sus hijas. El matrimonio tiene otra hija que vive con su esposo en la planta alta de la propiedad, pero esta pareja tampoco se encontraba allí.
Horas después. Roberto y su esposa volvieron tres horas y media después a su casa, según indicaron los voceros consultados. El hombre de 68 años estacionó su Volkswagen Suran en la vereda. Su esposa, de 64, bajó del auto e ingresó a la casa. Apenas atravesó el living, la mujer advirtió que habían recibido la visita indeseada de asaltantes.
"Nos robaron", le dijo Adriana al marido cuando vio que había desaparecido el televisor con pantalla de led de 32 pulgadas. Entonces, la pareja comenzó a recorrer los diferentes ambientes de la vivienda y su desazón fue en aumento.
Las víctimas caminaban en medio del tremendo desorden que provocaron los intrusos. En la cocina ya no estaba un televisor de 20 pulgadas. Fueron a la planta alta y se percataron de que los maleantes se habían llevado otro televisor con pantalla de led de 32 pulgadas y una computadora portátil.
En este contexto, la pesadumbre de Roberto y su esposa fue todavía mayor cuando regresaron a la planta baja de la propiedad y notaron que los intrusos también se habían apoderado del dinero que el matrimonio había ahorrado para costear los gastos de una operación a la que deberá someterse Adriana.
Por los techos. Al denunciar el hecho, el dueño de casa pudo reconstruir cómo ingresaron los ladrones. Al parecer, primero alcanzaron la terraza de la casa luego de atravesar los techos de las viviendas lindantes. Una vez allí forzaron los barrotes de una ventana que se conecta con la cocina. El matrimonio asaltado tiene una perra de raza ovejero belga pero, al parecer, el animal no ladró cuando irrumpieron los maleantes.
"Desoldaron los barrotes y los levantaron", explicó el vocero policial consultado. Entonces, sin obstáculos a la vista, ingresaron a la casa. Una vez adentro, los hampones recorrieron todos los rincones y arrasaron con todo lo que encontraron a su paso. Incluso tuvieron tiempo para cargar los objetos robados en el otro vehículo de sus víctimas.
Mudanza. La tarea de los delincuentes se vio facilitada por una situación tal vez inesperada para ellos: en la cochera estaba el otro vehículo de Roberto, un Volkswagen Gol blanco, con las llaves puestas. Entonces los maleantes montaron una "mudanza" que a ningún vecino pareció sorprender. Acomodaron los objetos sustraídos en el vehículo y se esfumaron con rumbo desconocido.
Una hora después de denunciado el atraco, el auto fue encontrado por efectivos del Cuerpo Guardia de Infantería en la intersección de Uriburu y avenida de Circunvalación.
"Al auto le faltaban las alfombras y la rueda de auxilio. Además, le rompieron el tambor porque tal vez les costó hacerlo arrancar", comentó el vocero consultado.
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