viernes, 6 de septiembre de 2013

SANTA FE: Desde la Uocra oficial aseguran que ya no pueden ir a trabajar

Roberto Reyes no puede hablar. “Le bajaron todos los dientes”, graficó uno de sus compañeros de la Uocra que lo acompañaba en la sede que el gremio tiene en Boulevard Pellegrini 3.045. Reyes fue uno de los agredidos el viernes pasado en la obra de la central termoeléctrica de Sauce Viejo por hombres que responden a Emanuel Araya, ex líder del sindicato en Santa Fe.

 “El viernes era nuestro primer día en la termo. Estábamos esperando que nos entreguen la ropa de trabajo cuando empezó a llegar la gente de Araya. Calculo que deben haber sido unos 200 que entraron con palos, hierros, revólveres. Todos los que están golpeados son de nosotros, los de la Uocra de Lemos (Horacio, interventor nacional en Santa Fe). Nos agarraron entre ocho a cada uno y sálvese quien pueda. Lamentablemente fue así”, relató H. R. a Diario UNO.


“Lo único que queremos es trabajar y ellos son unos matones que no dejan trabajar a nadie. Yo trabajé toda mi vida en la Uocra, pero ahora no lo puedo hacer y no tengo qué llevarle de comer a mi familia”, agregó.


Luego, el obrero expuso: “Desde el viernes ellos están ahí adentro. Ahora nosotros no podemos volver a trabajar porque si fuimos y nos golpearon, si volvemos nos matan. Y muertos no les servimos a nuestras familias. Estamos esperando del gobierno o de quien sea que de una vez por todas se termine esto para poder trabajar”.


Al ser consultados sobre el episodio del obrero de la facción de Araya que camino a la termoeléctrica fue baleado, H. R. dijo: “Son todas historias que inventan ellos”.


La violencia contra los obreros que responden a Lemos continuó esta semana. “Hoy no podemos ir a trabajar a ninguna obra. El muchacho que fue ayer (por el miércoles) por sus propios medios a trabajar lo patotearon antes de entrar. Hoy es imposible trabajar”, dijo H. R.


A su turno O. R. describió lo vivido el miércoles por la mañana: “Cuando iba a ingresar al obrador del puerto me salieron cuatro matones y me empezaron a decir que me vaya porque yo era gente de Lemos. Me empezaron a pegar, me apuntaron con una pistola y me dijeron que tenía que retirar la denuncia contra Araya porque yo había declarado en una causa cuando le pegaron al compañero Giménez. Por suerte pude zafar, porque si me tiraban al piso me mataban”.


“Me dijeron que no iba a entrar ni en esa obra ni en ninguna porque en todas mandan ellos. Uno era Mauricio Araya (hermano de Emanuel), otro era Aldo Leiva. A los otros dos no los conozco. Somos gente de trabajo, no patoteros”, finalizó.

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