lunes, 24 de diciembre de 2012

SANTA FE: “No avalamos el maltrato, ni en las familias ni en el trabajo”


Así lo dijo la Ministra de Desarrollo Social, Mónica Bifarello, sobre el sumario administrativo que se le sigue a tres trabajadoras del Hogar Fracchiola, en la Ciudad de Santa Fe, que fueron exculpadas en un caso de vejámenes. El hecho ocurrió a principios de febrero, las acusadas fueron la directora, la administradora y la preceptora.

“No avalamos el maltrato, ni en las familias ni en el trabajo”
“Para nosotros no es un caso cerrado. Más allá de la investigación que haya realizado la Justicia provincial y de sus resultados, nosotros seguimos un sumario por nuestra cuenta”, expresó la ministra de Desarrollo Social, Mónica Bifarello, respecto de las tres mujeres, trabajadoras del hogar Ana y José Fracchiola que recibieron la falta de mérito en una denuncia penal por vejámenes en perjuicio de una niña de 11 años.

El caso estalló a principios del mes de febrero. Un día miércoles al mediodía, dos albañiles que trabajan en un edificio en construcción de propiedad horizontal ubicado sobre 25 de Mayo al 3.400 filmaron el momento en que la nena discapacitada era mojada con agua en el patio de la institución por funcionarios del centro de protección integral para niños y adolescentes Ana y José Fracchiola.

Investigaciones paralelas 
La publicación de las imágenes generó muchísimas críticas al trato que recibió la niña y derivó en un traslado de la menor a un centro de salud de la ciudad de Rosario y en una causa penal, que investigó el accionar de las tres mujeres. La respuesta del juez de instrucción penal de la 3ª nominación, Luis Silva, fue la falta de mérito para la directora, la administradora y la preceptora del lugar.

“La resolución de la Justicia provincial es paralela a la investigación administrativa que llevamos adelante nosotros desde el ministerio. Aún falta que avance el sumario, estimamos que un par de meses más aún, pero tiene que ver con la necesidad que nosotros tenemos de evaluar si corresponde que se aplique algún tipo de sanción a estas trabajadoras.

Lo primero que hicimos fue separarlas de su cargo y ahora trabajan en lugares donde no tienen atención directa a los niños. Un poco el fundamento de todo esto es el eje que nosotros tenemos en nuestra línea de trabajo: no vamos a avalar el maltrato dentro de las familias y tampoco en los lugares de trabajo”, expresó Bifarello.

“No podíamos contenerla” 
En su resolución, el juez Silva consideró que se la niña recibió un trato “ostensiblemente inadecuado, denigrante y que afrenta el decoro de cualquier ser humano”, pero que fue el resultado de una “situación de extrema fuerza mayor”.

El 8 de febrero pasado, dos albañiles presentaron a la Justicia un video filmado con un celular que registró imágenes sobre una situación violenta en el patio del hogar Ana y José Fracchiola, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social.

Tras la denuncia, el hogar ubicado en 25 de Mayo al 3.400 fue intervenido y tres mujeres, la directora, Carina V. Clusella; la administradora, Elvira Z. Yunis; y la preceptora, Vanesa G. Pase, fueron detenidas acusada de vejámenes. Cinco días después, fueron excarceladas y comenzaron a conocerse algunos detalles sobre la versión de los hechos que pudieron aportar las mujeres investigadas en su indagatoria.
Los relatos de las tres mujeres fueron coincidentes en que habían informado al ministerio de Desarrollo Social que esa institución no contaba con los recursos suficientes para poder atender a la menor. La niña, quien sufre de esquizofrenia, había estado internada en un psiquiátrico de la ciudad, pero se decidió su traslado al hogar Fracchiola para que pudiera estar con personas de su edad.

“Sin embargo, desde el primer día que llegó tuvimos problemas para contenerla. No hacía casos a los llamados de atención y cuando tenía una crisis, se tornaba peligrosa para ella misma y para las demás niñas, es una niña físicamente muy fuerte, pesa más de 70 kilos”, habrían consignado, y detallaron que la práctica de “bañarla con agua”, era la medida más efectiva para tranquilizarla y que había sido recomendada por el médico psiquiatra que la atendía.

“Nunca hubo dolo” 
En este sentido, negaron rotundamente que la hubieran estado lastimando o que la niña hubiera resultado herida de cualquier manera. Sino que “en el momento que la llevamos al patio para mojarla fue porque se había estado golpeando la cabeza contra una pared y no la podíamos parar”.

Incluso, una de las mujeres, para dar fe de que la relación con la niña era buena, contó que para las fiestas de Navidad pasadas, llevó a la niña a su casa para que compartiera las fiestas en familia.
En este sentido, la estrategia de los abogados defensores fue quitar la figura del dolo en los hechos registrados por la cámara filmadora. “No hay vejámenes, porque ese delito requiere la intención específica de generar la dolencia física o psíquica.

En este caso, eso no existió. Los que hicieron las operadoras sociales fue aplicar la fuerza necesaria para contenerla y evitar que se autolesionara. Además, esperan que el médico psiquiatra sea llamado a declarar, ya que cuestionan que la niña no estaba siendo medicada de la manera correcta para el cuadro que presentaba.

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