"Ojudo" está acusado de instigar y ser partícipe de la muerte de un joven, hace un mes, en el local bailable ubicado en Maipú al 800. Ahora cayó y tiene otra causa por drogas.
La Capital |
César Arón T., conocido como Ojudo y acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Gustavo Ariel Serra, el joven de 29 años que recibió ocho balazos un mes atrás cuando salía de un boliche de Maipú al 800, fue apresado cuando conducía un auto por la zona sur de la ciudad. En el baúl del vehículo, los efectivos de la ex Drogas Peligrosas hallaron 2 kilos de pasta base (materia prima de la cocaína) y precursores químicos, lo que confirmaría las sospechas acerca de que el hombre manejaba una cocina de drogas.
César T. tiene 30 años y estaba prófugo desde el 27 de noviembre, cuando una comitiva policial allanó su casa de Colón al 3800 sin haberlo encontrado. Ahora deberá responder ante la Justicia por dos causas: el hallazgo de la droga en el auto que manejaba, causa que quedó radicada en el juzgado Federal Nº4 a cargo de Marcelo Bailaque; y el haber instigado y ser partícipe primario del homicidio de Serra, expediente que se tramita en el juzgado de Instrucción Nº1 de los tribunales provinciales, a cargo de Roxana Bernardelli.
Ojudo cayó a las 21 del sábado cuando conducía un Volkswagen Fox por avenida San Martín y la colectora de avenida de Circunvalación (ingresaba a Rosario desde Villa Gobernador Gálvez). Lo detuvieron agentes de la Sección Inteligencia Zona Sur de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, la ex Drogas Peligrosas. Según una fuente del caso, esa repartición lo estaba investigando desde el 17 de noviembre, una semana antes del homicidio de Serra, por su presuntos vínculos con una cocina de drogas. En ese marco, anteanoche los efectivos antinarcóticos siguieron sus movimientos desde que recibió una bolsa negra en una estación de servicios de Villa Gobernador Gálvez.
César T. guardó la bolsa en el baúl del auto y emprendió el camino hacia su casa de Colón al 3800. El hombre no advirtió que lo estaban vigilando y cuando llegó al cruce mencionado, los pesquisas le intercepatron el paso. Una camioneta guiada por antinarcóticos cruzó el cantero de la Circunvalación y lo obligó a disminuir la velocidad. Ojudo quiso retroceder para evitar el asedio pero otra patrulla lo encerró. Entonces, no ofreció más resistencia y terminó preso.
Al requisar el auto, los pesquisas encontraron en el baúl del VW Fox dos panes compactos de pasta base con un peso de 2,035 kilos. También encontraron un bidón con unos 12 litros de acetona, un precursor químico que se utiliza para diluir la pasta base y fabricar la cocaína. Por ese delito, el muchacho será indagado hoy por el juez Bailaque.
El crimen. En tanto Ojudo deberá dar cuenta ante la jueza Bernardelli acerca de su participación en el crimen de Gustavo Serra, un empleado de la General Motors que la mañana del sábado 24 de noviembre fue ejecutado a balazos disparados a corta distancia en el interior de una playa de estacionamiento contigua al boliche Zoom, en Maipú al 800, donde tanto él como sus agresores habían estado antes del homicidio. Tras el asesinato, la jueza indagó a tres jóvenes que estaban con Serra al momento del episodio y que lo trasladaron al Hospital de Emergencias, donde murió.
Rubén Darío R., de 30 años y domiciliado en el barrio Las Flores; Juan José G., de 35, y Alejandro Fabián C., de 27 años, ambos radicados en el barrio Las Delicias, recuperaron la libertad el jueves tras pasar 26 días en prisión. Fue luego de que la Cámara Penal accediera a un pedido de la fiscal de Cámaras, María Eugenia Iribarren, quien en sintonía con la defensa de los imputados sostuvo que la libertad debe ser la regla en la tramitación de un proceso y que sólo se la puede interrumpir cuando se compruebe la existencia de peligrosidad procesal de los implicados.
A partir de ese pedido, los camaristas Alfredo Ivaldi, Daniel Acosta y Ernesto Pangia requirieron a la jueza que dispusiera la libertad de los tres detenidos. Sin embargo, los elementos colectados en la pesquisa determinan que estaban con Serra y que al menos uno de ellos efectuó disparos en la calle contra el Chevrolet Astra rojo en el que se marcharon los autores del crimen.
Secuencia. El crimen de Gustavo Serra quedó registrado en las cámaras de seguridad del garaje de Maipú al 800 donde ocurrió el episodio. Esas imágenes fueron publicadas ayer por La Capital (en página 24) y muestran que quienes mataron a Serra se fueron en un Astra Rojo conducido por Ojudo. Ese auto se estacionó a las 7.04 de la mañana del 24 de noviembre frente a la cochera y del mismo bajaron cinco personas que se dirigieron al boliche Zoom, ubicado al lado.
Más de dos horas después, a las 9.36 —según el registro fílmico— se desató una pelea por motivos no aclarados en el estacionamiento. Serra increpó a los ocupantes del Astra que para la policía manejaba Ojudo. Incluso quiso frenar la salida del vehículo tirándose sobre el capó junto a uno de sus acompañantes e intentando abrir una de las puertas trasera. Entonces, un hombre de camisa rosada se bajó del auto por la puerta trasera derecha y le efectuó tiros en las piernas. Al mismo tiempo, alguien que estaba en el asiento trasero izquierdo del Astra le disparó los balazos fatales después de haber recibido una orden taxativa del conductor del vehículo: "matalo, matalo". Ese hombre es, según la pesquisa, César Arón T., conocido como Ojudo , quien el miércoles deberá declarar frente a la jueza Bernardelli.
El cocinero de la zona sur
Al ser apresado, Ojudo llevaba algo más de 2 kilos de pasta base, es decir de cocaína no elaborada. Para convertirla en la droga que luego se comercializa, esa pasta es cocinada mediante la utilización de diferentes precursores químicos. “Un kilo de pasta base se puede estirar hasta lograr entre 7 y 10 kilos de cocaína”, explicaron los voceros. Ese era el trabajo que Ojudo hacía para conocidos narcos de la zona sur de la ciudad, Villa Gobernador Gálvez y Tablada.
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