A principio de 2012, se concluyó la primera etapa de puesta en valor. Pero, las paredes tienen importantes fisuras y las aberturas están muy deterioradas, por lo que la Junta de Estudios Históricos advierte que “es necesario continuar los trabajos”. Las obras se retomarían a fin de año.
En marzo de este año, los trabajadores de la empresa Orion Ingeniería concluyeron la primera etapa de la restauración de la Casa de los Aldao y hasta la actualidad no se volvió a intervenir en el antiguo inmueble en decadencia. Las tareas realizadas consistieron en la submuración de la estructura con 52 pilotines de hierro y hormigón. Además, se realizó el recambio de parte del sistema de desagües cloacales y pluviales y el reemplazo de un sector de la membrana del techo de la sala de conferencias.
Si bien el proyecto de restauración integral de la casona ubicada en calle Monseñor Zazpe, entre Primero de Mayo y 4 de Enero, encargado por la dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería preveía una segunda etapa de arreglos en las grietas que se abrieron en casi todos los muros, el revoque y pintura de las mismas y la reparación de aberturas, aún no se ha llevado a cabo. La misma incluía la compostura del tejado de la casa histórica, lo que completaría una restauración completa desde el subsuelo de una de las casas más antiguas de la ciudad y única en el país por su modo de construcción que data de 1711.
Tiempo atrás, desde la Junta Provincial de Estudios Históricos advirtieron que la demora en la concreción de los arreglos en una estructura tan antigua, favorecía la profundización del deterioro y que por lo tanto, iba a ser necesario redoblar los esfuerzos y los fondos para mejorarla. Por estos días, a pesar de lo que ya se hizo, la Junta volvió con el pedido y el llamado de atención para las autoridades encargadas en la materia. “En el año 2009, se inició un trámite para que la provincia se hiciera cargo de la restauración de la Casa de los Aldao, recibida en uso de la Nación en 1975. La lentitud del proceso burocrático ocasionó que el deterioro de la casa fuera por delante del expediente, de manera que cuando llegaron los albañiles dos años después, el estado del edificio requería cirugía mayor”, detalló Alejandro Damianovich, integrante de la Junta. Fue entonces que, ante la obsolescencia del primer proyecto hubo que rediseñarlo para atender la reparación del edificio desde abajo mediante el acomodamiento de los cimientos y los muros que, por la rotura de las cañerías se habían fisurado.
“Hubo que reconvertir la obra, porque la casa amenazaba con la ruina y colapso a breve plazo”, sumó Damianovich. Así, se colocaron los 52 pilotines a seis metros de profundidad rellenados con una estructura de hierro y hormigón para evitar que el suelo siga cediendo.
La preocupación continúa
En un renovado aviso de la Junta Provincial de Estudios Históricos sobre el estado de la casa de barrio Sur, se solicitó conocer si lo hecho hasta este momento es suficiente para detener el deterioro mayor y cuándo comenzarán las obras que faltan.
“No sabemos en qué instancia están los trabajos porque la empresa constructora hizo hasta un punto pero no conocemos si con eso es suficiente o hay que continuarlo”, explicó la presidenta de la junta Ana María Cecchini de Dallo. La sospecha de los encargados de cuidar el estado de la casa es que la provincia no concretó el pago correspondiente y por lo tanto, la contratista no continuó con el proyecto.
Mientras tanto, la Junta realizó dos presentaciones en la Secretaría de Obras Públicas, una en abril y otra el mes pasado, en la que solicitó que se agilicen los trámites para concluir los trabajos. “Nos preocupa que no se haya realizado ningún seguimiento de los efectos producidos a partir de lo que ya se hizo y que no exista un informe o control sobre la evolución del deterioro que se vio en los últimos meses”, remarcó Damianovich.
¿Cuándo sigue?
El secretario de Obras Públicas de la provincia, Norberto Tarragó, señaló ante la consulta de El Litoral que la primera etapa de la obra de reparación, que consistía en el estabilizado de la estructura de la casa, está concluida. En total, se gastaron alrededor de 200 mil pesos, según el contrato con la empresa Orion Ingeniería.
Respecto de la segunda etapa, explicó que está listo el proyecto y el pliego para la licitación de los trabajos pero “por una cuestión económica los proyectos en general están saliendo más lentos”. La segunda parte de los arreglos consiste en el tratamiento de la mampostería, los revoques y la pintura.
“Somos optimistas, creemos que va a ser para fin de año o principio del que viene”, adelantó Tarragó sobre el reanudamiento de las tareas que se llevarán un monto similar al ya invertido.
La Junta Provincial de Estudios Históricos aspira, luego de los arreglos, a reconvertir las funciones de la casa histórica que cumplió 300 años en 2011. Para eso ya desocuparon las salas para organizar un museo virtual “el día en que se pueda volver a ocupar tales espacios”. Parte de la biblioteca se trasladó, igual que las oficinas, a dependencias que antes cumplían la función de vivienda de caseros. El acondicionamiento previo de esa casa se logró con el aporte de la empresa Pilay.
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