SANTA FE: Abogado procesado por estafa
Para la Justicia engañó a un matrimonio ofreciéndole dólares a buen precio y se quedó con $ 240.000.
El juez de Instrucción Séptima, Diego Andrés De la Torre procesó este
miércoles al abogado Jorge Federico Maldonado. Le atribuye el delito de
estafa, por una operación en la que ofreció vender U$S 50.000 a un
matrimonio y se quedó con $ 240.000 sin entregar nada a cambio.
La
resolución fechada el 12 de septiembre ya fue comunicada a las partes;
aunque no se encuentra firme y se espera la apelación de la defensa.
El caso surgió días antes de la feria judicial de invierno, cuando la
pareja afectada, junto con el abogado Jorge Pedraza, radicaron la
denuncia ante la Fiscalía Nº 5 de la Dra. Elena Perticará.
La
fiscal hizo el requerimiento de instrucción ante el juez en feria y
luego la causa se tramitó en el Juzgado de Instrucción Segunda, a cargo
de Nicolás Falkenberg.
Varias semanas transcurrieron, durante
las cuales las víctimas ratificaron la denuncia en tribunales y el juez
Falkenberg indagó al imputado, además de recabar una serie de
testimonios que dan cuenta de lo ocurrido ese 6 de julio en una casa de
calle 3 de Febrero al 3500, propiedad de la familia Maldonado.
Caja de Jubilaciones
Como el imputado tenía una causa abierta a punto de ser elevada a
juicio en Instrucción Séptima, y el fiscal Nº 7 Jorge Andrés pidió una
ampliación de declaración indagatoria, los expedientes se acumularon y a
partir de ahora se tramitan de manera conjunta bajo las órdenes de un
mismo juez.
En la anterior oportunidad, Maldonado había sido
procesado por el delito de defraudación en grado de tentativa tras una
denuncia realizada por la Caja de Jubilaciones de la provincia, donde
además Maldonado fue cesanteado de su puesto de trabajo.
El
nuevo hecho puso a flote aquel caso y el fiscal Andrés pidió que fuera
indagado nuevamente por la defraudación al Estado, sin el atenuante de
la tentativa sino ya como un hecho consumado.
Negocio redondo
Según el relato judicial, Maldonado ofreció el 5 de julio último
dólares a buen precio en el mercado informal -$ 4,70 a $ 5 por dólar-, y
ante la desesperación de muchos para hacerse de algunos billetes de la
moneda norteamericana, rápidamente consiguió compradores.
La
propuesta quedó registrada en un e-mail que a su vez fue recibido por
otros potenciales “clientes” que hasta el momento se desconoce si
entraron en la trampa en esos días.
Aunque existen casos
similares en la provincia, e incluso en la ciudad de Paraná donde fue
denunciado ante la Justicia entrerriana, hasta el momento en Santa Fe
sólo fue investigado por la denuncia del matrimonio afectado, compuesto
por una ex compañera de la facultad y el esposo de ésta, un comerciante
del rubro computación.
Nexo político
Para el juez Diego De la Torre, el ardid desplegado por el abogado de
35 años comenzó cuando contó que su intervención era “como intermediario
de un político”.
La operación de compra-venta de dólares
estaba prevista para el 6 de julio poco antes del cierre del horario de
bancos. El matrimonio llegó hasta la casa donde el abogado los había
citado y puso en sus manos los $ 240.000 que Maldonado llevó a otra
habitación para contarlos.
Diez minutos más tarde les ofreció
ir a contar el dinero a otro sitio bajo el prejuicio de que en la casa
había albañiles trabajando en la casa y eso no era seguro.
Las demoras generaron cierto nerviosismo entre los presentes y Maldonado
les ofreció a cambio firmar un pagaré por el monto total y un contrato
de compraventa por la casa, para su resguardo.
Ludopatía
Durante la indagatoria, el acusado argumentó que sufre problemas de
ludopatía. A pesar de afirmar que no era “un estafador” “los dichos del
imputado en su descargo, sólo alcanzan a configurar un atisbo de
defensa, tendiente a mejorar su posición dentro del proceso”, indicó el
juez en su resolución.
En definitiva, el magistrado priorizó
la versión de las víctimas y los testigos que los acompañaron a
concretar la transacción.
Para el juez De la Torre existe
suficiente documentación respaldatoria como para acreditar en esta parte
del proceso que el delito se consumó tal cual lo explicitaron las
víctimas.
A las declaraciones testimoniales se suman el
registro de los mensajes de texto que fueron enviados, previamente y
durante el transcurso de la negociación. De allí surge cómo lo que
pretendía ser una operación entre particulares se convirtió en un engaño
para despojar a las víctimas de su dinero. Luego aparecieron diálogos
escritos en los que el propio imputado amenazó con quitarse la vida en
caso de que lo denunciaran ante la Justicia.
La justicia federal sigue sin intervenir, siendo que el cambio de divisas fuera de los lugares habilitados es delito cambiario de ambas partes. La pareja denunciante es César Venturini, comerciante y María José Hernández, abogada. El está concursado y ocultó los $ 240.000, o sea que la AFIP que es acreedora en el concurso debería investigar el ocultamiento de esos fondos y de donde fue que salieron
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