sábado, 15 de septiembre de 2012

JUEVES DE CACEROLAS...Razones confusas

La “gente” se movilizó espontáneamente el jueves a la noche. Una cadena de twitters , meils y Facebooks, convocó a decenas de miles de argentinos en distintas plazas del país para protestar ¿contra?¿a pedir que? Sin ninguna conducción visible. Sin ningún reclamo claro. Razones y sinrazones de una extraña noche argenta. 

Bastaba que una cámara de televisión se acercara a cualquiera de los caceroleros del jueves para comprender fácilmente que los unia la bronca, pero casi ninguno explicaba las mismas razones puntuales por las que se habían arrimado hasta allí.
 
Escuchè no menos de veinte razones distintas, muchas de ellas comprensibles y justas, pero también escuché el rabioso y espumante odio caer de muchas bocas. Tambièn escuchè deseos de muerte,  y también, por que no, una larga lista de estupideces.

Lo del jueves dejó en claro algo: hay una multitud en la Argentina que no la quiere a Cristina o no comparte sus polìticas. Y, además, que están dispuestos a movilizarse para demostrárselo. Tambièn dejó en claro que no hay, en esta misma foto, ningún dirigente y/o partido opositor que aglutine ese reclamo en forma hegemónica. Al Kirchnerismo se le reclama por izquierda y por derecha. Con argumentos y sin ellos. El “antikirchnerismo” movilizado viene de distintos lugares, y puede, si, mezclar en las plazas a militantes del Partido Obrero con Cecilia Pando; a ultraliberales románticos del uno a uno con los camioneros de Moyano. A progresistas socialdemócratas reclamando por las instituciones, con fascistas lisos y llanos que reclaman la pena de muerte. A los enriquecidos en la era de la Soja que no quieren que nadie les toque nada, y al asalariado que sigue sin llegar a fin de mes, pagando el mismo IVA que los sojeros. Y el único lenguaje común, mal que les pese, es el rechazo, no la propuesta alternativa.

¿ si hay razones para comprender el rechazo? Si, claro. Muchisimas razones: la pretensión ilegitima de la re-re.  El escándalo Ciccone ( expropiada por sus propios dueños), la incontrolable inflación que se devora los ahorros y los salarios, la manipulación del INDEC, la protección a los asesinos de Humahuaca, la abusiva utilización de las cadenas nacionales para reivindicar a los Barras Bravas, para justificar la salida de presos emblemáticos con el Vatallon Militante, para provocar mucho y no anunciar nada. Las temerarias frases “teman a Dios y un poquito a mi”, “Vamos por todo” o el ninguneo y el desprecio para quienes no piensan como ella, o como èl”. La impunidad de Boudou, de los funcionarios del Sarmiento. La utilización persecutoria de la AFIP con el que piensa distinto, la desprolija política de control cambiario. El incomprensible enriquecimiento de los funcionarios, que en lugar de explicarlo se burlan y no responden. Las dramáticas cifras de nuestras escuelas secundarias. Y la inseguridad, si. La inseguridad: Principal reclamo de la población en cualquier encuesta. Mal difícil de resolver, en una sociedad que sigue sembrando pobres, bolsa de donde abrevan por cinco mangos, las organizaciones delictivas vinculadas al narcotrafico. Mano de obra barata, porque mal que le pese  al gobierno: la Argentina sigue teniendo la misma cantidad de pobres estructurales que en 2003. Nadie come por 6 pesos. Y las asignaciones universales no sacan de la pobreza a nadie, apenas calma el hambre : que no es poco, pero tampoco es un milagro en un país que podría alimentar a 500 millones.

Lo del jueves no será más que un espasmo de bronca, que se irà apagando a medida que pasen los días , en una sociedad que no encuentra espacios colectivos de identidad.

El gobierno no va a cambiar. Porque no cambiar le ha dado resultados. El gobierno profundizará sus pràcticas, porque con ellas alcanzò el 54 % de los votos en octubre pasado. Agudizarà las contradicciones, porque con ellas deja en claro las contradicciones de la oposición, que no es una, sino varias. Y que no pueden, bajo ningún aspecto, soñar con unidades electorales artificiales, que resultan- valga la experiencia UCR-De NArvaez- una manifestación de levedad y oportunismo, que la sociedad rechaza con claridad.

Una vez màs, otra vez, como durante el menemismo, Cristina instalò la idea del “nosotros o caos”. Y hoy, tiene razón.

 Podes salir a arrugar tu cacerola, hará ruido una noche. Alcanzará para que algunos grupos enfrentados al gobierno por intereses económicos, lo utilicen a su favor. Pero no es eso la oposición, ni la alternativa.

“El sayo nos cabe a todos”, dijo el gobernador Bonfatti el viernes. Y si, en particular le cabe a la oposición que no ha sabido, hasta ahora, enhebrar posiciones comunes, ni definir de que lado està cada uno.

En el horizonte están: La tenue centroizquierda del FAP, la nueva derecha del PRO, y un radicalismo indeciso y temeroso que no sabe a cuál de esos sectores pertenece o quiere pertenecer.

Mientras ese mapa no termine de configurarse, las cacerolas sonarán, algunos opositores intentarán aprovecharse en vano de los ruidos, pero Cristina , su gobierno , su relato y sus contradicciones, seguirán erguidos en la fortaleza del vacio opositor.
 
Y las cacerolas serán, una vez màs, masas confusas que hablan en cocoliche y que no representan ninguna alternativa, ninguna opción, o directamente el caos.  
Por Coni Cherep

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