Se trata de la Escuela Nº 6.379
Domingo Silva de Uriburu al 7500. La directora Miriam Donnarumma contó
que "destrozaron todo" y pidió "un cerramiento que le de seguridad al
edificio escolar".
La Capital
"Me destrozaron las ventanas, rompieron todo, comieron comida del
comedor escolar y hasta donde pude ver hasta ahora se robaron una
computadora". El relato al borde del llanto es de la directora de la
Escuela Nº 6.379 Domingo Silva de Uriburu al 7500, Miriam Donnarumma. Es
la cuarta vez en el año que entran a robarles. Reclaman que de una vez
por todas se concrete un "cerramiento para que le de seguridad a esa
escuela".
La Domingo Silva está ubicada en "tierra de nadie", como define la propia directora. No tienen posibilidad de sumar un casero porque no tiene espacio físico, pero sí varias veces han reclamado al Ministerio de Educación "un cerramiento acorde para el edificio", que le de seguridad. Hasta ahora sin suerte.
Una vez más anoche entraron a la escuelita por "la parte trasera y para hacerlo destrozaron tres ventanas". "Esta vez se robaron la única computadora que tiene la escuela, que guarda toda la información de la misma, además de hacer destrozos", dijo Donnarumma. Indignada y con la voz cortada confesó que siente mucha bronca "que se metan con una escuela, porque es lo último que uno puedo imaginar".
A la Domingo Silga asisten 128 alumnos a la primaria y 63 a la secundaria. Donnarumma es directora de la primaria. Recuerda que cuando llegó hace dos años se emprendió un trabajo muy fuerte con la comunidad que es de las zonas de quintas, a tal punto que en este lapso de tiempo se logró duplicar la matrícula de chicos.
Esta mañana, la cocinera fue la primera en llegar y en encontrarse con la triste novedad. Luego la directora, que por este momento estaba esperando la llegada de la policía y tratando una vez más cómo retomar las clases. Un desafío y pelea que de antemano se presenta como desigual.
La Domingo Silva está ubicada en "tierra de nadie", como define la propia directora. No tienen posibilidad de sumar un casero porque no tiene espacio físico, pero sí varias veces han reclamado al Ministerio de Educación "un cerramiento acorde para el edificio", que le de seguridad. Hasta ahora sin suerte.
Una vez más anoche entraron a la escuelita por "la parte trasera y para hacerlo destrozaron tres ventanas". "Esta vez se robaron la única computadora que tiene la escuela, que guarda toda la información de la misma, además de hacer destrozos", dijo Donnarumma. Indignada y con la voz cortada confesó que siente mucha bronca "que se metan con una escuela, porque es lo último que uno puedo imaginar".
A la Domingo Silga asisten 128 alumnos a la primaria y 63 a la secundaria. Donnarumma es directora de la primaria. Recuerda que cuando llegó hace dos años se emprendió un trabajo muy fuerte con la comunidad que es de las zonas de quintas, a tal punto que en este lapso de tiempo se logró duplicar la matrícula de chicos.
Esta mañana, la cocinera fue la primera en llegar y en encontrarse con la triste novedad. Luego la directora, que por este momento estaba esperando la llegada de la policía y tratando una vez más cómo retomar las clases. Un desafío y pelea que de antemano se presenta como desigual.

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