Instalaron alcancías en los
negocios para recaudar fondos para tapar los pozos. “No queremos que la
línea 18 suspenda el servicio”, aseguraron los vecinos.
Un grupo de vecinos del barrio Santa Rosa de Lima se reunió este
martesen la esquina de Tucumán y Azopardo para manifestar su malestar
sobre la obra inconclusa de cloacas que dio inicio hace un año y medio. A
la tarde volvieron a encontrarse en la sede de la asociación civil
Juntos para Servir y armaron un petitorio con los reclamos más urgentes y
con él pedir una audiencia con el intendente José Corral.
Esa obra inconclusa trajo durante ese tiempo una serie de inconvenientes y el más notorio es el estado de las calles. A partir de eso y ante la falta de respuestas por parte de las autoridades municipales, los vecinos decidieron instalar unas alcancías comunitarias en los distintos negocios del barrio para comprar material y así poder arreglarlas.
La iniciativa se puso en marcha hace varios días y el próximo martes a las 9.30 se concentrarán en la esquina de Tucumán y Aguado para comenzar la obra. Esa intersección es intransitable, se formó un gran pozo, repleto de agua y dificulta que pase el colectivo. “Tenemos miedo que además de que el barrio necesita muchas cosas, nos quedemos sin el transporte público”, dijo uno de los vecinos de Santa Rosa de Lima.
Verdulerías, despensas, agencias de quiniela, carnicerías y otros comercios del barrio exhiben cajas de cartón con una abertura por donde se ingresa el dinero y una leyenda que reza: “Apelamos a su colaboración con dinero para solucionar el tema de las calles (especialmente la esquina de Aguado y Tucumán) porque la empresa del 18 no quiere pasar más por el mal estado del lugar. Entre todos podemos”.
El pedido de que los vecinos colaboren aún sigue vigente y ahora lo extendieron a los concejales y legisladores de la provincia para que colaboren con el barrio. “Sabemos que ellos tienen los medios para ayudarnos. Sólo queremos el material, la mano de obra la tenemos”, agregaron los vecinos.
No sólo en Tucumán y Aguado hay un gran pozo sino también la intersección de las calles La Rioja y Aguado; Primera Junta y Aguado; Padre Quiroga y La Rioja; Mendoza y Padre Quiroga; Luis y Nilda Silva y Padre Quiroga; Luis y Nilda Silva y Aguado; y “la lista sigue porque en la mayoría de las esquinas el problema se repite”, agregaron.
Hace unos cuatro años
En 2008, la Municipalidad firmó el convenio de adhesión al Programa de Mejoramiento de Barrios (Promeba II) que financia la Nación. Lo hizo con la finalidad de lograr el mejoramiento integral de toda el área oeste de la ciudad. En 2009, consiguió el financiamiento para la extensión de la red de desagües cloacales al barrio Santa Rosa de Lima. Concretamente, el 21 de mayo, el ex intendente Mario Barletta anunció que se beneficiaría a unos 17.000 vecinos (2.500 familias).
La obra se puso en marcha en 2010, pero sólo tuvo una certificación del 40 por ciento y se paralizó en 2011. La empresa que estaba a cargo abandonó los trabajos por “problemas de inseguridad en el barrio y dificultades técnicas en el suelo”. En diciembre de ese año, después de cuatro meses de estar en esa situación, el municipio decidió cederle la obra a otra empresa y en enero de este año se retomó.
“Ahora están trabajando en Falucho y Azopardo. Pero va a pasar lo mismo: van a dejar las calles destruidas porque la obra es de extensión de la red cloacal”, finalizó uno de los vecinos del barrio en diálogo con los medios.
Esa obra inconclusa trajo durante ese tiempo una serie de inconvenientes y el más notorio es el estado de las calles. A partir de eso y ante la falta de respuestas por parte de las autoridades municipales, los vecinos decidieron instalar unas alcancías comunitarias en los distintos negocios del barrio para comprar material y así poder arreglarlas.
La iniciativa se puso en marcha hace varios días y el próximo martes a las 9.30 se concentrarán en la esquina de Tucumán y Aguado para comenzar la obra. Esa intersección es intransitable, se formó un gran pozo, repleto de agua y dificulta que pase el colectivo. “Tenemos miedo que además de que el barrio necesita muchas cosas, nos quedemos sin el transporte público”, dijo uno de los vecinos de Santa Rosa de Lima.
Verdulerías, despensas, agencias de quiniela, carnicerías y otros comercios del barrio exhiben cajas de cartón con una abertura por donde se ingresa el dinero y una leyenda que reza: “Apelamos a su colaboración con dinero para solucionar el tema de las calles (especialmente la esquina de Aguado y Tucumán) porque la empresa del 18 no quiere pasar más por el mal estado del lugar. Entre todos podemos”.
El pedido de que los vecinos colaboren aún sigue vigente y ahora lo extendieron a los concejales y legisladores de la provincia para que colaboren con el barrio. “Sabemos que ellos tienen los medios para ayudarnos. Sólo queremos el material, la mano de obra la tenemos”, agregaron los vecinos.
No sólo en Tucumán y Aguado hay un gran pozo sino también la intersección de las calles La Rioja y Aguado; Primera Junta y Aguado; Padre Quiroga y La Rioja; Mendoza y Padre Quiroga; Luis y Nilda Silva y Padre Quiroga; Luis y Nilda Silva y Aguado; y “la lista sigue porque en la mayoría de las esquinas el problema se repite”, agregaron.
Hace unos cuatro años
En 2008, la Municipalidad firmó el convenio de adhesión al Programa de Mejoramiento de Barrios (Promeba II) que financia la Nación. Lo hizo con la finalidad de lograr el mejoramiento integral de toda el área oeste de la ciudad. En 2009, consiguió el financiamiento para la extensión de la red de desagües cloacales al barrio Santa Rosa de Lima. Concretamente, el 21 de mayo, el ex intendente Mario Barletta anunció que se beneficiaría a unos 17.000 vecinos (2.500 familias).
La obra se puso en marcha en 2010, pero sólo tuvo una certificación del 40 por ciento y se paralizó en 2011. La empresa que estaba a cargo abandonó los trabajos por “problemas de inseguridad en el barrio y dificultades técnicas en el suelo”. En diciembre de ese año, después de cuatro meses de estar en esa situación, el municipio decidió cederle la obra a otra empresa y en enero de este año se retomó.
“Ahora están trabajando en Falucho y Azopardo. Pero va a pasar lo mismo: van a dejar las calles destruidas porque la obra es de extensión de la red cloacal”, finalizó uno de los vecinos del barrio en diálogo con los medios.
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